POSICIONAMIENTO DE FERNANDO HERRERA

CIUDAD DE MÉXICO, viernes 26 de mayo de 2017.- Con una inflación en su máximo nivel, aumentos de precios y empleos  pauperizados, especialmente aquellos de salario mínimo, las familias mexicanas están pagando las consecuencias de los errores garrafales y la irresponsabilidad del gobierno en el manejo de la economía, afirmó el senador aguascalentense Fernando Herrera Ávila.

Señaló  que cuando el PAN se pronunció en contra de los gasolinazos lo hizo bajo la advertencia de que el aumento inoportuno  y excesivo a las gasolinas  impactaría en una mayor inflación y comprometería la estabilidad de los precios de productos y servicios básicos  y lamentablemente no pasó mucho tiempo para constatarlo.

El coordinador de los senadores panistas explicó que durante abril de este año se registró una tasa de inflación anual de 5.82 por ciento, que para la primera quincena de mayo subió a 6.17 por ciento, en tanto que los precios al consumidor tuvieron un incremento mensual de 0.12 por ciento.

Además, comentó que si bien algunos reportes indican que los niveles de desocupación han tenido un buen comportamiento, no ocurre lo mismo con las percepciones de los trabajadores que cada vez  son más precarias, a tal grado que el 61.9 por ciento de los empleados — es decir, 32.3 millones– no ganan más de tres salarios mínimos, según lo confirmó en días pasados el Inegi.

Herrera Ávila destacó que los empleos que existen se han pauperizado tanto, sobre todo aquellos de salario mínimo, que México se aleja cada vez más del derecho constitucional de garantizar un salario mínimo suficiente para satisfacer las necesidades básicas de una familia.

Para el presidente de la Junta de Coordinación Política “sería positivo” que el salario mínimo aumente a 92 pesos diarios, aunque ello no recuperará ni siquiera lo que ha perdido del poder de compra en este año.

El legislador panista consideró que la inflación galopante y, con ello., la pérdida del poder de compra de las familias mexicanas es una realidad que se impone, a pesar de las cuentas alegres presidenciales de  que “a México le está yendo bien”.

Lo que queda claro –apuntó–  es que el gobierno no puede.

Expresó que la difícil situación que vive el país es resultado de los gasolinazos, de la crisis en las finanzas públicas y de la tóxica reforma fiscal. El PRI, dijo,  aplicó la única receta que sabe en economía, que es la de generar inflación y crisis de fin de sexenio, como resultado de un endeudamiento irresponsable.

Destacó que si antes del alza a las gasolinas  los ciudadanos ya vivían con el cinturón apretado, con esta medida recaudatoria la economía de miles de familias se acerca a un punto de quiebre.

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