COSA DE PRENSA

 

 

  • Al rojo vivo la sucesión presidencial
  • La persecución de ayer hoy es igual
  • La continuidad de la vida nacional

 

Javier Rodríguez Lozano

 

 

AGUASCALIENTES, Ags., miércoles 14 de marzo de 2018.- La sucesión presidencial está al rojo vivo y aún no empiezan las campañas. Todo lo que ocurre previo a la elección presidencial de julio próximo nunca antes se había visto. La memoria ayuda a explicar lo inexplicable. Por ejemplo, el enrarecimiento empezó cuando Ricardo Anaya Cortés dejó atrás lo que sus detractores llamaron una cadena de traiciones, para hacerse de la candidatura presidencial de la coalición PAN-PRD-MC, pasando por encima del calderonismo de Margarita Zavala, más o menos igual que cuando Felipe Calderón pasara por arriba del foxismo con la ayuda del gobernador de Jalisco, Francisco Javier Ramírez Acuña, y se hiciera de la candidatura presidencial panista, haciendo a un lado al delfín Santiago Creel Miranda. Y al romper sus acuerdos de institucionalidad con Enrique Peña Nieto, Anaya Cortés abrió el fuego beligerante. Nunca antes se había visto tampoco que la compleja burocracia electoral, tanto en el Instituto Nacional Electoral como en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, ambos con criterios de ministerios públicos, se convirtieran en “dueños de vidas y haciendas electorales”, el verdadero cuarto poder, en sustitución del periodismo, según Ignacio Ramonet, exdirector de El País… Muy duro ha sido el golpe asestado por la Procuraduría General de la República a Ricardo Anaya, con señalamientos de presunto lavado de dinero, cuya carpeta de investigación avanza sigilosa, a la que un juez de Distrito negó se integraran dos amparos. En respuesta a la fallida estrategia del aguascalentense en el Senado, Fernando Herrera Dávila, presentada ante la Organización de Estados Americanos a nombre de los senadores panistas, por la persecución a su candidato presidencial, el PRI envió a la OEA a su secretaria general Claudia Ruiz Massieu, a “quemar” a Ricardo Anaya, al entregar el expediente de Ricardo Anaya, con copia a la Misión de Observación Electoral de ese organismo, mientras el queretano se entrevista con José Ángel Gurría Treviño y luego con Ángela Merkel… A su vez el candidato presidencial José Antonio Meade Kuribreña se burla del rechazo a debatir de Andrés Manuel López Obrador (no tendría necesidad si las cifras de las encuestas realmente le favorecen) y surge sorpresivo un interesantísimo nuevo sesgo: otro de nuestros paisanos, nuestro amigo Chucho Ortega, asegura a El Universal que hay un pacto entre AMLO y el PRI para sacar de la contienda a Ricardo Anaya, acusándolo falsamente, según el aguascalentense, de lavado de dinero. Jesús Ortega hace algunas analogías entre lo ocurrido en 2006, cuando “el peligro para México” era Andrés Manuel, fieramente perseguido por el foxismo, de la misma manera que hoy se persigue a Ricardo Anaya. Chucho recuerda también la sucesión presidencial de 1988 cuando Miguel de la Madrid nada pudo hacer contra el Frente Democrático encabezado por Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo, y la gran popularidad alcanzada. Nosotros en COSA DE PRENSA también recordamos aquellas elecciones presidenciales en las que, de acuerdo al libro de la reportera de Excélsior, Martha Anaya 1988, el año en que calló el sistema, para poder gobernar Carlos Salinas de Gortari encontró más dificultades para pactar con Manuel J. Clouthier que con Diego Fernández de Cevallos, Carlos Castillo Peraza, Luis H. Álvarez y Luis Felipe Bravo Mena, más dóciles. Algo insuficientemente dicho es que para poder gobernar Carlos Salinas no solo dilapidó al país en muchos sentidos, sino que también pactó con las principales fuerzas políticas panistas y cardenistas, algo más o menos igual a lo que en opinión de Jesús Ortega, ocurre ahora entre AMLO y el PRI, para sacar de la jugada al joven maravilla, “el verdadero enemigo a vencer”, en opinión de nuestro paisano Chucho Ortega.

LA COSA ES QUE… 

La sucesión presidencial está al rojo vivo y en su horizonte se hallan también los posicionamientos de la OCDE con José Ángel Gurría Treviño, y de Juan Pablo Castañón, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, en favor de un candidato triunfante que garantice la continuidad de la actual vida nacional, además de la presunta deserción “institucional” del exideólogo del sector privado, Claudio X. González Laporte, para sumarse al amlismo; qué tal.

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