COSA DE PRENSA

 Heriberto Bonilla Barrón, en plena faena reporteril; un señor periodista.

  • Romper el silencio, reminiscencias
  • Las experiencias de los periodistas
  • Sería bueno conocer las de Heriberto

Javier Rodríguez Lozano

AGUASCALIENTES, Ags., viernes 3 de noviembre de 2017.- Romper el silencio, es una confesión de 22 periodistas mexicanos ante las agresiones, convertida libro que surgió de la muerte del periodista sinaloense Javier Valdez, en el que narran sus historias, sus vivencias, sus sobrevivencias, en los estados del país. Todo periodista tenemos algo que contar y, como el vino, mientras más años hayan transcurrido, en que sus reminiscencias han sido “alambicadas” en los barriles guardados en las bodegas del tiempo, para luego ser “embotelladas” y servidas en la mesa, unas veces como exquisitos relatos, otras no tanto, sino como amargas pero no por ello, inolvidables experiencias. Romper el silencio da cuenta de relatos como el de tres repartidores del periódico El Imparcial del Istmo, que serían acribillados. La corresponsal en Oaxaca del diario Reforma, Martha Izquierdo, cubriría la nota a partir del lugar de los hechos, como todo investigador policiaco sabe que hay que empezar: la autopista donde habían sido hallados los cuerpos dentro en el interior de un vehículo. El lugar había sido acordonado por militares y fuerzas policiacas, ahí la reportera recibiría una llamada que le angustió: “Pinche periodista, la que sigues eres tú, deja de publicar chingaderas o te va a cargar la verga”, le amenazaría una voz impostada, anorteñada. Sin pensarlo dos veces, Martha abordó su auto y se dirigió a su casa en Ciudad Ixtepec, a 45 largos minutos de donde se encontraba. “Al llegar a su casa tomó una maleta con unas cuantas pertenencias y salió del estado con el apoyo del medio donde trabajaba. ‘Nunca había sentido tanto miedo, no dejaba de pensar que al llegar a la Ciudad de México me dijeran que habían matado a mi esposo, a mis hermanos, o que alguien me estuviera esperando para querer hacerme algo”, narra en el libro Martha Izquierdo a su periódico. Su relato titulado Entre el miedo y la pasión, forma parte del libro… El año pasado también fue presentado el libro 24 Horas con Jacobo Zabludowsky, en el que productores, directores, reporteros, camarógrafos, fotógrafos y colaboradores de “El Güero de La Merced”, relatan sus peripecias durante su trabajo con él. Lo coordinó Phillipe Bac y lo prologó Miguel Alemán Velasco. “Este libro tiene más de 60 lecciones que Jacobo nos dio a cada uno de nosotros en diferente momento y en diferentes circunstancias y hoy coinciden en que este trabajo nuestro, de contar las cosas que pasan todos los días no acaba nunca, es un trabajo de 24 horas”, diría Bac.

LA COSA ES QUE…

Difícilmente podría escribirse un libro de las vivencias periodísticas de reporteros en Aguascalientes porque falta lo esencial: el respeto recíproco por el trabajo de cada quien. Es decir, bueno o malo, bien hecho o con deficiencias, al trabajo periodístico no es reconocido por los propios periodistas, porque los malos políticos han cultivado sus parcelas de influencia con el clásico “divide y vencerás”, y tienen que venir legisladores, políticamente inexpertos e ingenuos, a tratar de legitimarse “reconociendo” el trabajo de unos cuantos. Sin embargo, sería bueno que por ejemplo, señores periodistas de la talla de Heriberto Bonilla Barrón, nos contaran sus experiencias, antes de que otro infarto (Dios no lo quiera) lo impida; qué tal.

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