COSA DE PRENSA

  • Círculo de lectores de prensa
  • Lejos nos llevaron los sueños
  • Desprotección a periodistas

 

Javier Rodríguez Lozano

 

AGUASCALIENTES, Ags., lunes 28 de agosto de 2017.- Ayer hablábamos de Guilio Andreotti (1919-2013) y Manlio Fabio Beltrones (1952), y sus semejanzas, como la de sus manías por leer periódicos desde muy niños. También dijimos que nadie puede ser político ni periodista sin leer los diarios. Hoy hablaremos de otro integrante del mismo afortunado círculo de lectores de la prensa, de quien sin embargo, vamos a discrepar en un par de los muchos escenarios que maneja anteayer acerca del presidencialismo y el sistema político mexicano. Nos referimos al indiscutible maestro del periodismo Raymundo Riva Palacio (1954) ocho años más joven que nosotros, quien también desde muy niño se apasionó de los periódicos… No nos va a creer amable lector si le compartimos un poco cómo lo conocimos: De niño, tuvimos dos sueños, quizás como los de Luther King, Kennedy y Víctor Frankl, porque nos marcarían igual. Es decir, le darían sentido a nuestra vida. Soñamos que alguien nos preguntaba: “¿Qué quieres ser de grande?” Y contestábamos sin dudar: “Periodista o abogado”. Y en el otro sueño nos veíamos descender del avión que nos llevara al aeropuerto de Barajas, en Madrid, y nos recibían los gaiteros escoceses, elegantemente ataviados con sus faldas a cuadros. Repetimos, aquellos sueños fueron en nuestra niñez. En septiembre de 1981 nos hallábamos en Belice, donde el príncipe Mike Duque de Kent y su consorte, con la representación de la reina Isabel, otorgarían su independencia a aquel pequeño país centroamericano, entre Guatemala y México. Y ahí estaban, en el aeropuerto de su capital Belmopan, para recibir a los enviados del presidente José López Portillo, los gaiteros escoceses y también, Raymundo Riva Palacio, todo un señor del periodismo mexicano… En su columna del lunes nos dice que “no hay una fórmula para el destape”, al referirse al sucesor del Presidente en turno, y hace alegoría con aquel en que Miguel Alemán, popularmente corrupto, optaría por su contraparte, alguien honesto, y por eso surgiría la candidatura de Adolfo Ruiz Cortines. Bueno, Raymundo omite el dato de que el candidato de Alemán no era don Adolfo, sino Fernando Casas Alemán. Y también nos dice que “años después, Gustavo Díaz Ordaz utilizó al líder de la Confederación Nacional Campesina, Augusto Gómez Villanueva –muy cercano al actual secretario de Hacienda–, para que destapara a Luis Echeverría”… Aquí también discrepamos del maestro Riva Palacio. Uno de los hijos de Gustavo Díaz Ordaz nos envió una ocasión a la redacción de La Prensa, invitación a una ceremonia luctuosa de su padre. Cuando le preguntamos por qué nos invitaba, nos diría que por compartir con la familia la opinión sobre el antiecheverrismo que la flagelaba. No, a GDO se le salió Echeverría de control, como Colosio a Salinas, como Cuauhtémoc Cárdenas a Miguel de la Madrid y como a AMLO se le saldrá de control Ricardo Monreal Ávila. Había otros dos gallos con más espolones, como el secretario de Hacienda Antonio Ortiz Mena y Emilio Martínez Manatou, secretario de la Presidencia.

LA COSA ES QUE…

La Fiscalía General del Estado publicará el Protocolo de Protección a Periodistas, porque considera el ejercicio periodístico como una actividad fundamental, para el quehacer diario de cualquier gobierno y de toda sociedad, según su titular René Urrutia de la Vega. Lo cierto es que hay mucha violencia en la falta de respeto de esas instituciones a la labor de un segmento de periodistas aguascalentenses no panistas, simplemente periodistas sin adjetivos; qué tal.

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