COSA DE PRENSA

 

  • Guerra, periodismo y poder
  • Critican al Presidente AMLO
  • Periodismo de la provincia

Javier Rodríguez Lozano

 

CIUDAD DE MÉXICO, jueves 20 julio 2019.- Nos hallamos en la capital del país y vivimos una experiencia inenarrable, única en su tipo, por cuanto a los tiempos que vivimos, desde el mundo del periodismo; y por su propia parte, la gubernamental, doblemente inédita, increíble. Nos hemos ocupado en asistir a la Cumbre Libertad de Expresión, que el Comité de Protección a Periodistas con sede en Nueva York empezó a organizar hace seis meses y ante la imposibilidad de que asistiera a ella el presidente Andrés Manuel López Obrador, decidieron aterrizarla ya. También hemos asistido a prolongadas reuniones de trabajo, no asambleas, esta vez en el seno de la Fraternidad de Reporteros de México, A.C., que analiza de forma intensa sus estrategias de proyección periodística para el corto y mediano plazos, las más ambiciosas que se hayan tenido en sus últimos 25 años de existencia. Estas reuniones analizan las diferentes plataformas tecnológicas del quehacer periodístico, algunas de las cuales se echarán a andar en breve. El común denominador de ellas se distingue en dos vertientes: ambiciosas e inteligentes. Mañana viernes tendremos la última de esta semana y después de ello deberá quedar clara la primera fase de relanzamiento del talento periodístico de la FREMAC, cuyo Capítulo Aguascalientes pronto será también puesto en marcha… Entramos también en contacto con Pepe Reveles, funcionario de la Secretaría de Gobernación, al lado del subsecretario Alejandro Encinas, encargado del mecanismo de Protección a Periodistas en apuros. Ellos, el Gobierno Federal, tiene la mira puesta en Aguascalientes donde hay varios expedientes abiertos de protección a periodistas, tanto de aquellos que aún radican en esa Ciudad como los de quienes, debido a las amenazas en su contra, han tenido que abandonar el estado… Pero volvamos a la Cumbre Libertad de Expresión auspiciado por el CPJ (por las siglas en inglés del Comité Internacional de Protección a Periodistas), que detallaremos el próximo lunes con datos con los que sorprenderemos a nuestros amables lectores… Diremos que el presidente Andrés Manuel López Obrador nunca había sido tan criticado como en esta cumbre de periodistas, que reunió el pasado martes 18 a un millar de comunicadores y ciudadanos en general en el auditorio Jaime Torres Bodet, del Museo Nacional de Antropología e Historia. Aunque el representante del CPJ en México, Joel Simón, dijera que el Presidente AMLO sigue siendo el presidente más accesible en la historia de México, “y tiene la oportunidad de transformar la relación entre los medios del poder”, otras voces críticas, como la de la periodista independiente Anabel Hernández, le pidieron que recordará que gracias al periodismo crítico de los últimos 20 años, él llegó adonde está y ni siquiera se dignó aceptar la invitación que asistiera a la Cumbre Libertad de Expresión… Simón diría: “Yo creo que el Presidente tiene una oportunidad histórica de transformar la relación entre los medios y el poder, y enfrentar la cuestión de la impunidad y violencia contra la prensa”… La Cumbre Libertad de Expresión fue un recuento de las y los periodistas asesinados de 2006 a la fecha, aunque cada quien tenga sus propios datos, por ejemplo, los de Alejandro Encinas, los del CPJ y los de las agrupaciones mexicanas como Reporteros sin Fronteras y Artículo 19… Uno de los momentos conmovedores del evento fue cuando Blanche Petrich le pidió a la embajadora de la Gran Bretaña en México, no extraditar a Estados Unidos a Julián Assange… Cuatro paneles de conferencias magistrales, discursos relámpago y análisis sobre el periodismo y el poder, “resetearon” el disco duro de quienes nos dedicamos a la comunicación social, algo infinitamente superior a cualquier diplomado sobre el mismo tema…

LA COSA ES QUE…

El común denominador de la Cumbre Libertad de Expresión fue que el periodismo está amenazado y necesita respuestas concretas del Estado Mexicano. Fue consenso indiscutible también que “el periodismo se hace en la provincia y se cobra en la Ciudad de México”; es decir, se demostró con hechos históricos irrefutables –por ejemplo, con los semanarios Zeta de Tijuana y Río Doce de Culiacán, que poder político y periodismo están en guerra, y que, en los sectores políticos, económicos y sociales, todos debemos asumir nuestra responsabilidad histórica; qué tal.

 

 

 

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