Una reflexión

EN VOZ ALTA

Moisés Sánchez Limón

CIUDAD DE MÉXICO, miércoles 3 octubre 2018.- Hace 50 años no pasaron por mí. Al amanecer del viernes 3 de octubre preguntaba: ¿Por qué?
Todo estaba consumado y no fui a la Plaza de las Tres Culturas. Hoy, recordé mi participacion en la marcha del silencio y el mitin dispersado con tanquetas en el Zócalo y los mítines relámpago, como los del mercado de la Unidad San Juan de Aragón.
Era un adolescente de tercer año de secundaria y de mi tío Carlos, estudiante de economía en la UNAM, había conocido de primera mano las causas del movimiento estudiantil que estalló a partir de una nimiedad y terminó con una sacudida de conciencia social que urgió democracia y respeto a los dictados constitucionales.

Recuerdo al presidente Díaz Ordaz en el discurso que seguí en blanco y negro en la tele familiar. Y hoy como hace 50 años, mantengo firmes mis convicciones, ayuno de militancia partidista.

¿Por qué hoy se montan los dizque izquierdistas en este recuerdo de aniversario luctuoso y pretenden volver al pasado con banderas a las que combatieron?

Creen que con quitar las placas de estaciones del Metro, alusivas a la inauguración de las líneas con el nombre de Gustavo Díaz Ordaz, hacen su parte en la protesta social y que con ello borran la historia..

Ñoños y oportunistas cuanto protagonistas de una historia de tragedia nacional que no se borra con nada.

Hace 50 años me quedé esperando que pasaran por mi para ir al mitin en Tlatelolco…

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