TA’CARBÓN…

El senador morenista, Armando Guadiana Tijerina, y dueño de lo que queda de la hacienda Chichimeco, en Jesús María, Aguascalientes; con él, su homólogo aguascalentense Daniel Gutiérrez Castorena, apenas visible en el Senado…

Carlos Ferreyra Carrasco

CIUDAD DE MÉXICO, lune 8 julio 2019.- Este cristiano que ignora las más elementales reglas sociales y de convivencia con los que sin dudar son iguales a él, tiene un nombre de pila bautismal, pero por su empeño en personificar a las caricaturescas creaciones del genio Eduardo del Río, de los “Ríus de Zamora o de Tingüindín”, es más conocido en los bajos mundos legislativos como Don Perpetuo del Nopal.

No se vaya, amigo lector, con la finta de su rústica apariencia. Es hombre chorromillonario, su fortuna está fundada en la explotación de minas de carbón donde se han denunciado muchas veces, incontables, las precarias condiciones de los explotados. Léase trabajadores.

Sin más garantías que la posible herencia del trabajo a sus hijos, los mineros viven y mueren víctimas de enfermedades pulmonares, dolorosas, desesperantes, mueren ahogados, sin poder respirar y sin contar, hoy, con el mínimo auxilio del Seguro Social que antes les proporcionaba paliativos para sus males.

Don Perpetuo, que ignora la obligación de quitarse la cachucha cuando está bajo techo o hay una dama presente, tampoco se la quita cuando devora las viandas a las que tiene derecho en los restaurantes del Congreso.

Majaderías y todo, el personaje es dueño de la Diosa Fortuna, que no se le manifiesta sólo en términos de dinero, sino en la casualidad de que el presidente sea Andrés Manuel López Obrador, un maníaco anti ecologista e impulsor del consumo de energéticos no renovables.

Dicen, no me consta, que don Perpetuo y El Peje son contlapaches y posiblemente compadres. Y de allí a la inocente aunque perjudicial decisión presidencial, no hay más que un leve movimiento de dedo: lo que diga su dedito, que es decreto, es ley.

En la Comisión Federal de Electricidad se encuentra uno de los adiestrados como canes de Pavlov: toca una campaña, el sato sabe que sigue la comida y al oír el sonido empieza a salivar.

Eso sucedió con Bartlett que al primer campanazo acudió a cancelar los once mil millones de pesos de adeudo de los tabasqueños, en huelga de pago convocados por AMLO en una de sus variadas protestas no contra el gobierna, sino contra quienes cumplimos obligaciones y deberes ciudadanos.

Comportamiento fifí, diría el señor que con su nueva disposición, decidió apropiarse del erario y gastarlo como se le inflamen los aguacates.

La CFE, anunciado por don Peje, será el principal cliente de don Perpetuo que ya saborea las toneladas de billetes que ingresarán a sus bolsillos, envenenando el ambiente; para eso le construirán plantas generadoras de electricidad movidas por máquinas de carbón.

Con esto, honradez valiente porque no se oculta compadrazgo ni complicidad con el mercachifle, y la erección de la fábrica de gasolina, vamos derecho a reclamar la patente del Ford T, porque antes de diez años la gasolina empezará a salir del mercado automotriz.

Aunque debemos advertir que en estos temas como Trump, el Peje tiene otros datos, además la ciencia, sabemos, está hecha por pirrurris y fifíes. Nada de qué alarmarse y finalmente si una chamba en el gobierno no sirve para el amparo de los amigos, entonces no vale nada.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *