Revista VOCES DEL PERIODISTA

ROBOS A BANCOS, ¿QUIÉN PAGA?

Por Mouris Salloum George

Los robos a bancos fueron durante muchos años la noticia más llamativa en los medios; ya no, por diversas razones. El sexenio de AMLO ha registrado 1,226 hasta junio del presente, en una tendencia notable a la baja, respecto de los anteriores gobiernos.

Este problema de inseguridad pública “regular” amerita algunas consideraciones en cuanto a su actual recurrencia e impacto económico y social.

En número de robos por año, desde el gobierno de Peña Nieto comenzó una reducción en cantidad, desde su punto máximo de 614 eventos en 2015, hasta 394 en 2018; según la consultora TResearch International, con datos oficiales.

En el sexenio de AMLO, el inicio tuvo un fuerte repunte con 475 robos en 2019, un aumento de 21% respecto del año previo. Sin embargo, a partir de ahí, comenzó una notable caída en cantidad de estos delitos. En 2020 fueron 288; en 2021, 212; en 2022, 178; y en 2023, han ocurrido 73 en el primer semestre.

Falta por saber si en tal reducción fueron determinantes los cierres de sucursales por la pandemia del Covid-19 y por el confinamiento temporal obligado. Un balance oficial también debería mostrar si la caída en los robos es resultado de las medidas de seguridad implementadas por el sistema bancario nacional.

Falta igualmente conocer si en el declive de robos ha influido el aumento de operaciones mediante banca por internet, que significa menor movilidad humana en ventanillas.

Los bancos han mantenido una tasa de crecimiento de sus utilidades muy atractiva en el sexenio de AMLO, de 237 mil millones de pesos solo en el año 2022, en el que rompieron marcas históricas: “Les ha ido muy bien en mi gobierno, algo nunca visto”, afirmó el presidente en la Convención Nacional Bancaria de marzo del 2023.

En este año, la fiesta sigue; superaron los 92 mil millones de pesos de utilidades en el primer cuatrimestre, según reporte de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNVB).

Para entender por qué los robos a bancos dejaron de preocupar a dueños y autoridades, hay que recordar que los más grandes del sector son parte de grupos financieros en los que incluyen aseguradoras contra riesgos de todo tipo; uno de estos, los robos.

Y los seguros, a final de cuentas, los pagamos los usuarios. Esto ocurre inevitablemente a través de las altas tasas de interés que pagamos por los créditos.

En este 2023 los bancos manejan una elevada tasa de referencia de 11.25%, impuesta por Banxico.

El sistema bancario mexicano, hasta hoy, esta integrado por cincuenta marcas (siete regionales y globales). Los siete más grandes –cinco extranjeros- alcanzaron el 82.5% de la utilidad del sector, solo en el primer trimestre de 2023; concentraron el 76% de la cartera total de crédito y el 74% de captación de ahorro e inversiones.

En el cónclave bancario de marzo, nuevamente AMLO pidió amigablemente a los capitalistas que sigan obteniendo “ganancias legítimas y razonables”.

En su banquete de optimismo, los dueños del dinero admiten que sus buenos números son resultado de la reactivación del crédito y sobre todo del “amplio margen de utilidad”.

¿Y los robos? Ni quién se preocupe… El pueblo paga.

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