Por un México sin corrupción #MXSinCorrupción

  • Empresarios y trabajadores de las empresas de México.
  • A todos los ciudadanos:

CIUDAD DE MÉXICO, sábado 18 de junio de 2016.- Hoy, los empresarios de Coparmex, de nuestros 65 Centros Empresariales en todo México, que representamos a más de 36 mil empresas pequeñas, medianas y grandes, y a casi 5 millones de trabajadores, hemos decidido salir de nuestros centros de trabajo para hacernos presentes en este Monumento Histórico: en el Ángel de la Independencia, centro político del país, corazón cívico de la patria.

Aquí se han gestado grandes causas por México, por la democracia, por la unión y por la solidaridad de todos los mexicanos. Aquí también reposan los restos de nuestros héroes de la Independencia.

No es la primera vez que líderes surgidos de la Coparmex han salido a manifestar públicamente nuestra posición sobre los grandes temas de México.

Lo hicimos hace años ante la Cámara de Diputados y más recientemente ante el Senado de la República.

Eso sí es la primera vez que los empresarios nos damos cita en el Ángel de la Independencia para decir a una sola voz: QUEREMOS ERRADICAR LA CORRUPCIÓN DE MÉXICO. NO MÁS CORRUPTOS IMPUNES EN NUESTRO PAÍS.

Hoy México es muy diferente al que fue hace décadas: nuestro país es más democrático. La sociedad cada vez toma un papel más activo.

El Ángel de la Independencia se ha convertido en el lugar donde los mexicanos venimos a celebrar nuestros triunfos y hoy, más que como empresarios, hemos decidido estar aquí como mexicanos entusiasmados por el avance que hemos logrado.

El logro que hoy se está materializando en el Congreso de la Unión para aprobar el Sistema Nacional Anticorrupción es un gran triunfo de la sociedad mexicana.

Una iniciativa que surgió desde la sociedad y que respaldaron cada uno de los 634 mil 143 ciudadanos con nombre y apellido, con nuestra credencial electoral oficial.

Este logro, sin duda, es de todos los mexicanos, y nosotros estamos muy orgullosos de haber aportado la parte que nos corresponde.

En la causa de conformar el Sistema Nacional Anticorrupción ha concurrido una muestra de la nueva Democracia que está naciendo en México. El Jefe del Estado y, por otra parte, los ciudadanos, en quienes reside la Soberanía Nacional, presentaron las iniciativas que ahora, hoy mismo en este preciso instante se discuten en el Congreso.

Queremos reconocer públicamente a los Senadores que sí asistieron a votar  y que sí votaron en favor del espíritu original de las iniciativas. A esos Senadores que no tuvieron miedo de transparentarse frente a sus representados y, sobretodo, de dar este paso firme en la dirección correcta, en el sentido de lo que los mexicanos esperamos de nuestra clase política: para ellos nuestro claro y completo reconocimiento.

El proceso legislativo sigue vivo en este momento. Algunos senadores pretenden ahora pedir a los trabajadores y a las empresas de este país que hagan lo que ellos no están dispuestos a hacer con sus representados.

Luego de un año, de un largo año, de no resolver la legislación de las 7 leyes del Sistema Nacional Anticorrupción y de violar de esta forma, hay que decirlo, de violar de esta forma el plazo constitucional, de último momento pretenden modificar el espíritu ciudadano de esta iniciativa.

Hoy queremos expresar a la opinión pública que muy probablemente no estaríamos aquí si los legisladores hubieran cumplido con las fechas fijadas por la ley que ellos mismos aprobaron.

No estaríamos aquí, si las leyes aprobadas en el Senado respetaran el espíritu original de la Iniciativa, y no estaríamos aquí si las ocurrencias de madrugada no pretendieran endosar a la sociedad, responsabilidades que corresponden a quienes manejan los recursos públicos.

Hacemos un llamado para que los Diputados Federales  analicen con serenidad y voten con responsabilidad esta legislación. Nuestro sistema democrático es bicameral y, por lo tanto, lo Republicano es que una Cámara corrija los errores de la otra, como ya ha sucedido en diversas ocasiones de nuestra historia.

Que no se confunda nuestro mensaje: no es una lucha contra los políticos, es una lucha de los ciudadanos en contra de la corrupción.

No queremos cacería de brujas ni persecuciones paralizantes. Los empresarios tampoco pretendemos regímenes de excepción, ni ignoramos que la corrupción es un mal que afecta a todos, que al igual que políticos, pudiera haber empresarios que caen en complicidades y, en ocasiones, que son víctimas de la corrupción extorsionadora.

Por eso es que exigimos un Sistema completo, con dientes, que realmente castigue y erradique a la corrupción, que transparente el manejo de los recursos públicos, recursos que son de todos los ciudadanos.

Hoy, como decía, los mexicanos reconocemos el avance pero no estamos satisfechos. Hemos logrado mucho eso si en la lucha contra la corrupción.

¡Es la lucha de luchas!, porque es el principal mal que afecta a los mexicanos. Pero ésta es una tarea larga en la que necesitamos  la participación de todos unidos en contra de la corrupción.

La Cruzada Contra la Corrupción apenas comienza. Luego del proceso legislativo tendremos la tarea de implementar en los estados, en cada uno de ellos, el Sistema Nacional Anticorrupción para que sea una realidad, para que se apliquen las leyes y no quede en letra muerta.

Luego del gran paso que hemos dado llegamos apenas a nuestro punto de arranque: pero que quede claro, no hay vuelta atrás:  La ruta contra la corrupción que los mexicanos hemos emprendido no tiene punto de retorno.

Nosotros desde la Coparmex seguiremos haciendo lo que nos corresponde: participando como parte de la sociedad civil en el logro de este objetivo.

Lo más relevante de este momento histórico es que los mexicanos nos hemos demostrado que el verdadero cambio está en nosotros mismos.

Nos asumimos como parte de una sociedad civil que exige, y una obligación que asumimos también como propia es nunca dejar sola esta sociedad, porque antes que empresarios todos nosotros somos ciudadanos.

Y como ciudadanos soñamos con un México sin corrupción, y sabemos que este sueño es un sueño posible.

No nos quedaremos postrados, esperando a que amanezca para ver si México cambió: con nuestra participación lo haremos realidad.

¡Vamos juntos por un México sin Corrupción!

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