Pegó mejor El Bronco NADA PARA NADIE EN EL DEBATE-CONFERENCIA

 

 

  • Fue una suerte de desquite de los periodistas Maerker, Sarmiento y Uresti, por la vapuleada de AMLO a Carlos Marín, Azucena, Héctor Aguilar Camín y Jesús Silva Herzog.

 Javier Rodríguez Lozano

CIUDAD DE MÉXICO., lunes 23 de abril de 2018.- El consenso no reconocido pero implícito en las primeras reacciones de los medios de comunicación fue que Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco” les ganó el debate a Andrés Manuel López Obrador, Ricardo Anaya Cortés, José Antonio Meade y Margarita Zavala.

Milenio montó un programa con un auditorio de 10 invitados, apoyado en un sistema científico según el cual se miden las emociones en una gráfica, con que se examinó los momentos más sobresaliente del debate.

Pero más que un debate lo de anoche en realidad fue una conferencia de prensa magistral, una suerte de desquite de los periodistas Denise Maerker, Sergio Sarmiento y Azucena Uresti, por la zarandeada que propinara el pasado 21 de marzo Andrés Manuel López Obrador a Carlos Marín, Azucena Uresti, Jesús Silva Herzog y Héctor Aguilar Camín, al ganarles de todas, todas.

Esta vez el tabasqueño no pudo hacer gala de su colmillo de tres veces candidato presidencial y no supo qué contestar en temas torales como la acusación de José Antonio Meade Kuribreña, de ser títere del crimen organizado, de Ricardo Anaya Cortés con la acusación a Alfonso Romo en su libro sobre el Fobaproa y a Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco”, cuando le mostró un documento retándolo a que firmara su renuncia de sus prerrogativas económicas, acerca de las cuales el Peje pero no lagarto dijo que había entregado más de 70 millones, de un total de 103 millones de pesos, a los damnificados.

En esta conferencia de prensa magistral, el magisterio estuvo a cargo de los periodistas, no de los candidatos presidenciales, quienes en algunos casos ocuparon más tiempos en los contextos y la formulación de las preguntas, que los candidatos presidenciales en responderlas.

De plano, a nueve de los 10 invitados de Milenio no gustó el formato y votaron unánimemente para que sea cambiada la metodología del próximo debate y que no se repita la conferencia de prensa magistral.

Cuando Carlos Loret de Mola pregunta a su panel integrado por Soledad Loaeza, Zuckerman, Héctor Aguilar Camín y Roy Campos, “¿El Bronco’ subió o bajó”, la respuesta unánime fue en el sentido de que subió; “¿Ricardo Anaya, subió a bajó?”, bajo, respondieron, igual que José Antonio Meade, y AMLO “se mantuvo”, aunque en otras mesas de analistas se admitió que el tabasqueño salió raspado de este debate.

Y para colmo de males, la coordinadora de la campaña presidencial de AMLO, Tatiana Clouthier, también se atoró con las preguntas de Carlos Loret de Mola sobre cómo le había ido al tabasqueño en debate; simplemente se atoró la hija de Maquío y realmente se vio limitada.

Muy diferente fue Javier Lozano, vocero de José Antonio Meade, en la mesa de análisis encabezada por Ciro Gómez Leyva, donde cuestionó a su muy personal estilo, lo que en su opinión calificó de mentiras de López Obrador.

Ignacio Zavala festinaría en esa misma mesa el desafortunado papel de Ricardo Anaya y otros participantes, de plano sentenciaron que en estas elecciones “el PRI ya no tiene nada qué hacer, está sepultado”.

Los temas de: Seguridad pública y violencia, combate a la corrupción e impunidad, democracia y pluralismo, se convirtieron en lugares comunes antes los planteamientos de los candidatos que no aportaron absolutamente nada nuevo.

Meade Kuribreña no dejó de cuestionar a López Obrador por devengar más de tres mil millones de pesos en prerrogativas, con los cuales vive su partido y su nepotismo; ni a Ricardo Anaya con los ingresos que dice tener y el alto nivel de vida que ostenta.

Denise Maerker también se le fue a la yugular al candidato presidencial priista con el tema de Odebrecht, del mismo modo que El Bronco contra AMLO con lo de la amnistía al crimen organizado; igual que Sergio Sarmiento el cuestionar a López Obrador por decir que no  busca el poder por el poder mismo, y ya lleva tres intentos en los últimos 18 años.

Margarita Zavala se ajustó a lo planeado por sus asesores de imagen y se concretó a responder apoyada en un acordeón que llevaba escrito y dirigiéndose en todo momento, no a los periodistas conductores de la conferencia, o debate, sino a la televisión, en particular a las mujeres.

Así fue el epílogo de la exprimera dama Zavala Martín del Campo, mientras que el de El Bronco fuera dedicada a aquellos ciudadanos que están hartos de los partidos políticos.

Meade Kuribreña dejó escapar una buena oportunidad para recuperar terreno y como se dice, “se le fue viva la paloma”, porque le faltó emoción y profundidad a sus propuestas.

Al bote pronto, no hay a la vista ostensibles ganadores de este primer debate, al tratarse de una réplica de los discursos de campaña, expresados en lo mismo en una línea sintáctica deshilada como la de Anaya, que en otro con algunos columpios de carretera de los que se toma tiempo salir como con AMLO, o pre estudiadas en el espejo como con  Margarita y definitivamente, mejor articuladas con Ricardo Anaya, buen orador pero nada más.

Como en todo impacto, serán las siguientes horas las que ubiquen mejor a aquellos candidatos presidenciales que mejor se vieron, pero en términos prácticos, no hubo nada nuevo.

 

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