Cosa de Prensa
AGUASCALIENTES, Ags., viernes 23 de febrero de 2018.- “La urbanidad es el principio básico de nuestro orden social”, aprendimos no solo en nuestras lecciones de Civismo de la primaria, que ya no existen, y lo remachamos más adelante, por ejemplo, como nos lo dice el primer episodio de La Guerra de las Galaxias (1999). En esta imagen vemos las inconsistencias de nuestro sistema educativo, que no le alcanzó grabar en la gente esa sensible costumbre de nuestros mayores, que tuvieron menos opciones académicas. Esta foto fue tomada a bordo de un autobús de la Ruta 48, donde –como en casi todos estos transportes- la ruidosa música del chofer servía de fondo: Una joven mujer con un niño en brazos y dos pequeñines a los lados, sin que ni el caballero del primer plano ni los dos jóvenes tras la imagen le cedieran el asiento. En este cuadro es fácil percibir lo que un curador de óleos podría bautizar como “Círculos viciosos muy viciosos”. ¿Por qué? El hombre no cede su asiento, no tanto por falta de urbanidad, sino porque sabe que si lo hace, la mujer ni siquiera se lo va a agradecer. Generalmente no acostumbran a dar las gracias a ese, por otro lado también poco común, caballeroso gesto; dan por sentado que alguien tiene la obligación de cederles su lugar en el autobús urbano. Una escena del día a día, de todos los días en nuestro orden social.
