Finanzas sanas / ARTURO HERRERA GUTIÉRREZ

EL VIRUS CAUSA PÉRDIDAS POR 280 MIL MILLONES

 

  • Hacienda entrega el Paquete Económico al Congreso
  • Se retraerá la economía 8% y se espera crezca 4.6 en 2021

 

 

COSA DE PRENSA.NET, jueves 10 septiembre 2020.- El secretario de Hacienda y Crédito Público, Arturo Herrera Gutiérrez, informó que el virus de la gripe provocó pérdidas económicas a México por 280 mil millones de pesos.

 

Presumió, sin embargo, que tenemos finanzas sanas y que hay señales de recuperación económica con 197 mil empleos en los últimos días, aunque reconoció que se retraerá la economía 8% en 2020 y dijo que se espera crecer 4.6 en 2021.

 

Al participar en La Mañanera, el titular de las finanzas públicas, Herrera Gutiérrez, dijo que se apoya focalizadamente a los sectores más vulnerables, tanto en los programas de créditos como en los sociales: adultos mayores, discapacitados, jóvenes.

 

Explicó que mientras otros países apoyaron sus finanzas con deuda pública de entre el 20 y el 40% de sus PIBs, México mantuvo sus finanzas sanas y se ahorró unos 350 mil millones de pesos adicionales.

 

Y el tercer eje de la política económica en respuesta a la crisis del virus es que desde el 1 de junio inició la reapertura gradual de la economía, con una caída importante del 18.7% con rebrote que apunta hacia la recuperación.

 

Subrayó que toda la economía sigue la ruta de la pandemia, que se abre paulatinamente conforme se registran menos contagios.

 

 

¿Cómo está integrado el paquete económico entregado ya al Congreso de la Unión?

 

Lo integran cuatro documentos, entre ellos Los Criterios Generales de Política Económica, cuyo “corazón” es el marco macroeconómico que determina oficialmente el crecimiento, la inflación y las variables.

 

“Por ejemplo, el precio del petróleo, la actividad económica en Estados Unidos, las tasas de interés de las referencias internacionales. Eso nos va a ayudar a estimar cuál es la trayectoria de la economía y, por lo tanto, los impuestos que se van a recaudar y también el costo financiero de la deuda”, precisó.

 

La Miscelánea Fiscal no contempla aumento de impuestos ni nuevas cargas, “este año es un documento bastante delgadito, nada más afinando algunos temas menores”.

 

La Ley de Ingresos de la Federación incluye impuestos como el IVA, ISR y también los no contributivos, como los petroleros y el techo del endeudamiento, luego de lo cual surge el cuarto documento: El Presupuesto de Egresos de la Federación.

 

Lo que se entregó al Poder Legislativo es el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación, que son los gastos estimados por el Gobierno Federal para 2021.

 

Al explicar las características más importantes del Paquete Económico para el próximo año, el secretario Herrera Gutiérrez recordó que para 2020 se estimó un crecimiento del 2% y se estima una caída económica por la pandemia del 10% del PIB por lo que la cifra de crecimiento económico será a fin de año de menos 8 por ciento.

 

Para 2021 se espera un crecimiento de 4.6% porque ya inició la recuperación:

 

“Déjenme darles solamente tres datos: La industria de la construcción ha recuperado 158 mil empleos, en las manufacturas se recuperaron el viernes pasado 85 mil empleos”.

 

Citó otra industria que la transcripción no describió, pero totalizó el funcionario 197 mil empleos los recuperados. “Así es que ya estamos viendo nosotros señales que apuntan a una recuperación de la economía”.

 

En adición, se recuperan nuestros socios comerciales en el nuevo Tratado de Libre Comercio.

 

Detalló el incremento del 5.5% en la deuda pública, pero no por endeudamiento, sino por intereses y depreciación del peso frente al dólar.

 

El tema del petróleo es sobresaliente, al detallar el incremento que pasó de un millón 744 mil barriles de crudo por día a un millón 857 mil…

 

“Si no mal recuerdo, este año estaba produciendo 14 mil, o hace dos años estaba produciendo 14 mil, ha venido un incremento que, aunque es relativamente poco con respecto a la base, es un incremento porcentual importante”.

 

En tipo de cambio se espera que cierre en 22.3 por dólar al final del año, “hoy está alrededor de 21.5, y tenemos estimado un precio ligeramente menor para el dólar de 21.9 para el próximo año”.

 

Finalmente, precisó el funcionario, con la inflación nos iremos con el 3% del Banco de México, “que empezó un ciclo de disminución de las tasas de interés y nosotros estamos esperando que todavía haya una pequeña disminución de 4% para el próximo año”.

 

En materia de ingresos.

 

El total de los ingresos, incluyendo financiamiento, ingresos no tributarios, se estiman 6.2 billones de pesos, 0.3 real menor que lo aprobado para 2020, pero 0.1 mayor que el estimado al cierre de este año.

 

“Si nos fijáramos en algunas cifras relevantes, por ejemplo, los ingresos tributarios, que son los impuestos que recauda, como pueden ver, para este año estaban estimados 3.5 billones de pesos, pensamos recaudar alrededor de 3.2; es decir, el efecto del cierre de la economía tiene un impacto de alrededor de 280 mil millones de pesos, pero sobre esa base va a tener un rebote importante que nos va a llevar a alrededor de 3.55 billones de pesos para el próximo año”.

 

Estas son cifras nominales, esto implica que tiene un crecimiento con respecto a este año de alrededor de 5.7 por ciento.

 

Hay incrementos importantes también, por ejemplo, en los ingresos petroleros. Los ingresos petroleros tienen dos componentes detrás de este incremento: un precio del petróleo que ustedes vieron es relativamente más alto que el promedio de este año, así como una base de producción, una plataforma de producción mayor.

Ahora, ¿cómo se compone el gasto?

 

Aquí hay una serie de características que nos parece que son muy importantes de determinar porque, contrariamente a lo que se suele pensar, los márgenes de maniobra que tiene el gobierno federal en el gasto son relativamente estrechos, un monto muy, muy importante de los gastos son obligatorios o están determinados con anticipación o no se pueden cambiar.

 

El gasto neto total es igual a los ingresos totales que vimos allá, son los 6.295 billones de pesos. De eso tenemos -y ahorita vamos a ver cómo se compone- cinco billones de pesos que son gasto obligatorio, es decir, 80 por ciento de todo el gasto, cuatro de cada cinco pesos son obligatorios y el gobierno federal no tiene ninguna posibilidad de decidir sobre ellos.

 

El primero es el de los ramos autónomos, es decir, son los entes autónomos como, por ejemplo, la Cámara de Diputados, la Cámara de Senadores, el IFE. Hay una característica muy importante del gasto asociado y al presupuesto de los ramos autónomos: ellos pueden decidir de motu proprio cuánto es que lo van a proponer y nosotros no podemos cambiarlo y lo incorporamos en el paquete.

 

Lo que sí hicimos, yo envié, por instrucciones del presidente, una carta muy respetuosa a los titulares de cada uno de los ramos autónomos explicándoles la situación económica que vive el país y que estábamos seguros de que se portarían de manera solidaria y enviarían un presupuesto, una propuesta acorde con ello. Nosotros, como decía, no lo podemos cambiar, la Cámara de Diputados sí lo puede cambiar.

 

El segundo, después de los ramos autónomos, son los montos de pensiones y jubilaciones, que este es el primer año en que rebasa el presupuesto el billón de pesos; es decir, alrededor del 16 por ciento de todo el presupuesto va a pensiones y jubilaciones.

 

El siguiente rubro es el gasto de las entidades IMSS, CFE, Pemex y el Issste. Este no es el presupuesto entero de cada uno de ellos, este es el presupuesto de operación de ellos; es decir, le quitamos las jubilaciones que tienen ellos y ellas están en el rubro anterior.

 

El siguiente es el gasto no programable, esto es el costo financiero, el pago de intereses para el próximo año van a ser 724 mil millones de pesos. Aunque la deuda está subiendo como porcentaje del PIB, la disminución de las tasas de interés hace que no estemos pagando más, las Adefas, que son solamente 32 mil millones de pesos y un rubro extraordinariamente importante.

 

Por la ley, determina de la recaudación federal participable qué porcentaje del IVA, del ISR, de ingresos petroleros va de participaciones federales a los estados. Esto no es algo que nosotros ni determinamos ni podemos tocar, es algo que se da de manera obligatoria y, como el presidente ha señalado, nunca hemos dejado de cumplir con una entrega en tiempo y forma de las participaciones federales a las entidades federativas. Para el próximo año se está estimando 921 mil millones de pesos.

 

Fuera de eso tenemos, además, los llamados ramos generales, que son aportaciones a entidades federativas como el Ramo 33 o el Ramo 25, que son 752 mil millones de pesos. Como pueden ver, nada más entre las aportaciones a entidades y municipios y las participaciones son alrededor de 1.6 billones de pesos; y luego aportaciones a seguridad social y el Ramo 25 que es lo que va a las universidades. Todo esto no fue tocado.

 

Hubo una decisión que sí fue muy importante, el presidente de la República nos instruyó, y eso se puede ver en el Ramo 25, que mantuviéramos en términos reales, que no fuera afectado el presupuesto de las universidades públicas del país, de tal forma que en un contexto de finanzas estrechas el ajuste no lo hicimos en la educación superior, lo hicimos en la administración pública.

 

Todo esto suma alrededor del 80 por ciento del presupuesto y lo que resta, alrededor del 19 por ciento, el 1.2 billones es lo que queda para la operación del gobierno.

 

Pero esta no es la operación administrativa, etcétera, pero ahí va también la Guardia Nacional, la Defensa, los proyectos de inversión, el turismo, los créditos de la Secretaría de Economía, es decir, la mayor parte del presupuesto tiene ya un destino obligado y nosotros operamos únicamente con el 19 por ciento del total.

Hay un par de acotaciones que pensamos que valía la pena destacar algunos rubros importantes del presupuesto, sobre todo algunos rubros donde ha habido interés en las últimas semanas.

 

Nosotros llamamos gasto federalizado a todo el gasto que se da en las entidades a partir de transferencias que hace el gobierno federal.

 

Déjenme señalarles cuál es el total del gasto federalizado: 921 millones de pesos van a participaciones federales; después, a través del FONE, que es el rubro donde se dan recursos para la nómina de los maestros de primaria y de secundaria, van 408 mil millones de pesos; después, a través del FASA, que es la parte de salud, 109 mil millones de pesos.

 

Si nos vamos más rápido, porque los otros ya son más pequeños, el monto total son 1.8 billones de pesos. Esto es prácticamente un tercio de todo el presupuesto que tiene el gobierno federal, todo el presupuesto va un tercio a las entidades y eso representa el 55 por ciento de toda la recaudación federal participable.

 

Otro punto importante es, para entender cómo está el presupuesto, es entender cómo se clasifica. El presupuesto se entrega a través de tres clasificaciones diferentes, cada una de estas clasificaciones responde a una pregunta diferente.

La primera pregunta es: ¿quién gasta? y eso con lo que la gente está más familiarizada, que es la clasificación administrativa, es decir, es el presupuesto de la Presidencia de la República, de la Secretaría de Hacienda, de Pemex, etcétera.

 

La segunda clasificación responde a la pregunta: ¿en qué se gasta?, es decir, si hay gasto de nómina, gasto corriente, gasto de inversión en personal, etcétera.

Y la tercera pregunta responde a la pregunta: ¿para qué se gasta? Esa es la llamada clasificación funcional; por ejemplo, si pensáramos en el gasto de inversión o de construcción, parte en la clasificación funcional de ese presupuesto que está en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, pero parte del presupuesto de construcción, por ejemplo, está en Fonatur para el Tren Maya o está en la Sedena para el aeropuerto de Santa Lucía.

 

Si pensamos en el gasto de educación, parte está en la SEP, pero por ejemplo los programas de alfabetización, etcétera, que pueden estar en la Sedena o en Marina, están ahí.

 

Entonces, estas son tres cortes distintos a través de los cuales se va preparando y se presenta el presupuesto.

 

No traemos los detalles de eso, no los traemos acá, pero solamente para que tengan alguna idea, nosotros privilegiamos el gasto en bienestar, el gasto en salud, el gasto en inversión y el gasto en seguridad, pero quiere decir que hubo rubros importantes que cayeron. Dado que está aquí el presidente, de una vez le avisamos que el gasto a la Presidencia cayó en 15.3 por ciento para el próximo año.

Luego entonces, ¿en qué se va a gastar el presupuesto para el próximo año? Queremos destacar una serie de rubros.

 

Primero, aquellos sectores en donde se va a gastar más a pesar de tener finanzas estrechas. Sector Salud es muy importante, ya desde este año ha habido un incremento al sector salud, el incremento para el próximo año es de 9.2 por ciento.

 

De manera importante habría que subrayar que, por ejemplo, para enfrentar la contingencia del COVID se contrataron alrededor de 50 mil profesionales nuevos del sector salud y lo que el presidente ha decidido es que, una vez que se elimine la contingencia del COVID, no vamos a reescalar los servicios de salud a donde estaba antes; al contrario, se va a venir construyendo sobre ellos.

 

Un monto, por ejemplo, de los incrementos al sector salud viene por la duplicación de plazas para residentes y becas al extranjero para médicos, de tal forma que el país va a estar preparando especialistas a una tasa que es del doble de la que estábamos preparando hoy. Hasta el año pasado estábamos preparando, había nueve mil 480 plazas de médicos residentes, a partir del próximo año va a llevar 18 mil 229 plazas.

 

El otro sector que va a ser, que va a aumentar, es el programa de Bienestar. Esto es extraordinariamente importante, había habido una decisión del gobierno de fortalecer la red de protección social del país a través del programa de adultos mayores, a través de las becas, del programa de discapacitados.

 

Les doy algunos números solamente para ejemplificarlos. La pensión para adultos mayores va a tener recursos por 135 mil millones de pesos; el programa de personas con discapacidad, 15 mil 456 millones de pesos; las becas de nivel básico, 31 mil 937 millones de pesos. Esto era importante para el país, de por sí, pero lo es aún más importante en la contingencia del COVID.

 

El segundo es los proyectos de inversión, tienen un incremento del 5.5 por ciento, lo que va a llevar a una inversión total de 829 mil millones de pesos. Ahí son destacados, como siempre, las inversiones que hay en Pemex y CFE, pero hay proyectos muy importantes, proyectos emblemáticos de esta administración como el proyecto de Santa Lucía, el proyecto del Tren Maya, etcétera, que tienen recursos relevantes.

 

Al aeropuerto ‘Felipe Ángeles’ va a haber 21 mil millones de pesos; el Tren Maya, 36 mil millones de pesos; el Tren Interurbano México-Toluca, siete mil millones de pesos.

 

El otro rubro es la seguridad pública y esto tiene varios componentes, incluso de manera muy destacada la regularización del presupuesto asociado a la Guardia Nacional, que ha venido incrementando sus recursos.

 

Ahora, ¿cuáles son los rubros donde se mantiene en términos reales?

Y esto es muy importante porque, a pesar de las finanzas estrechas, hay rubros que decidimos que no podían ser afectados en esta coyuntura, son educación, las becas y recursos para la calidad del sistema, cultura, ciencia y tecnología, y los apoyos al campo y a empresas.

 

Ahora bien, esta es una clasificación cuasi funcional, es decir, no es la clasificación administrativa, no son los recursos que vienen a través de quién está gastando, sino en para qué se está gastando. Ahí, como pueden ver, los rubros más importantes, como porcentaje del total del gasto, son educación, cultura y deporte, son donde van 18 por ciento; seguridad social, salud y derechohabientes, es donde está el presupuesto del Issste, donde está el presupuesto del IMSS, con más de 30 por ciento; el fortalecimiento energético, donde está el presupuesto y el gasto que están ejecutando, tanto la CFE como Pemex, con cerca del 22 por ciento.

 

¿Qué podemos esperar en materia de deuda pública?

 

Primero habría que aclarar un par de puntos. Nosotros hemos venido reiterando de manera frecuente el compromiso de preservar finanzas públicas sanas para no comprometer los recursos de generaciones futuras y seguir contribuyendo a la estabilidad macroeconómica.

 

El incremento que se está esperando al cierre de 54.7 por ciento del PIB viene por dos razones:

 

Primero, es la forma en que reporta el gobierno es la razón de la deuda sobre el PIB, y lo que estamos teniendo es una caída de ocho por ciento del PIB, es decir, este cociente está fundamentalmente subiendo por una caída del PIB y no por un incremento de la deuda.

 

Después, alrededor del 40 por ciento de estos cambios, el equivalente a 680 mil millones de pesos, no viene por un incremento de la deuda, sino por un incremento en la valuación de la deuda que se encuentra en divisas. Alrededor del 25 por ciento de la deuda estaba, para decirlo en términos planos, en dólares, en realidad está en dólares, una parte más pequeña en euros, en yenes y una parte pequeñísima en francos suizos.

 

Al haber pasado de 18.9 dólares a pesos por dólar, a un estimado de cierre que se espera que sea alrededor 22 pesos por dólar, eso incrementa el valor en pesos de esa deuda. Esa es la razón por la cual tiene fundamentada, por la cual tiene un brinco.

 

¿Qué estamos esperando?

 

El paquete y las necesidades de financiamiento que estamos proponiendo van a implicar una disminución para el año que entra de un uno por ciento del PIB, el equivalente a 250 mil millones de pesos, eso es nada más el impacto que tendrá la disminución por la propuesta del financiamiento; pero, como saben y como se ha venido señalando, cuando un movimiento importante del tipo de cambio, eso genera un remanente operativo en el Banco de México que, una vez que se estima cuál es durante el primer trimestre, se devuelve ese remanente a la Secretaría de Hacienda y tiene que ser aplicado a la disminución de deuda, de tal forma que estamos esperando pues alrededor de entre 150, 250 mil millones de pesos como un piso mínimo que ayudaría a disminuir todavía alrededor de un punto porcentual más la deuda.

 

Los estimados de mediano plazo que tenemos y una vez que ya pase la contingencia del COVID nos permiten plantearnos una ruta a través de la cual va a ir descendiendo la deuda como porcentaje del PIB a lo largo de toda la administración.

 

Eso es todo, presidente, concluyó Arturo Herrera Gutiérrez, secretario de Hacienda y Crédito Público.

 

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