- “Supermercado de fraude fiscal”
- Inicia cacería de defraudadores
- Presidente ‘rescata’ a reportera
Javier Rodríguez Lozano
Miércoles 24 junio 2020.- Auspiciado por las administraciones del panista Felipe Calderón y la priista de Enrique Peña Nieto, operó de 2010 a 2019 un “gran supermercado del fraude fiscal” (facturas simuladas y lavado de dinero), atendido por 43 empresas que vendían a 244 clientes, entre todos, unas ocho mil personas (partidos políticos, gobiernos y medios de comunicación), que dejaron de pagar impuestos y obligaciones por más de 55 mil millones de pesos; se presentaron las primeras siete denuncias penales y en los próximas días se expedirán como efecto dominó, las demás… El presidente Andrés Manuel López Obrador ofreció disculpas por las molestas que eso ocasione, pero justificó: “Es el cambio”, y advirtió: “Todos (los implicados) van a ser requeridos, no hay impunidad”… Algo de lo más trascendente de esta información dada a conocer en la mañanera de ayer, por la directora del SAT, Raquel Buenrostro, y el procurador Fiscal de la Federación, Carlos Romero Aranda, es lo que no se dio a conocer: es decir, que algunos grandes medios de comunicación estarán implicados en estas investigaciones. (Ya hemos citado un caso en este espacio y le daremos seguimiento)… El Mandatario dijo que nunca más, los impuestos se van a utilizar para hacer rico a nadie, como era antes, “que se hacían inmensamente ricos los servidores públicos, que apenas llegaban a los cargos de gobierno y empezaban a amasar grandes fortunas”… Raquel Buenrostro denunció el fraude de empresas factureras relacionadas entre ellas, de fachada, que simulaban operaciones por 93 mil millones de pesos, entre ellos, 24,500 millones de ISR y 11,396 millones de IVA. Retuvieron de ISR 19 mil millones. “En total, de todas estas operaciones simuladas dejaron de entrar al SAT 55 mil 125 millones de pesos”, subrayó la funcionaria… “El supermercado del fraude fiscal” de los gobiernos del PAN y del PRI consistía en 43 empresas con 244 clientes habituales, donde se movieron 22 millones de facturas simuladas. Indicó que el contribuyente podrá acudir al SAT a regularizar su situación y en caso de no hacerlo se dará vista a la Procuraduría Fiscal de la Federación… Al respecto, el procurador fiscal Romero Aranda, precisó: “Lo que estamos atacando no son facturas falsas propiamente, son documentos que amparan operaciones inexistentes o simuladas”. Por eso -agregó- se crearon desde 2010 las empresas factureras, “es decir, empresas que se constituían por testaferros, por prestanombres, por personas que por una pequeña cantidad de dinero o personas de escasos recursos recibían ese dinero a cambio… de ser representantes legales, de firmar y dar la cara ante estas empresas. Ponían domicilios fiscales en terrenos baldíos, en covachas, en lugares de zonas populares donde no había una materialidad propiamente. Es decir, no había actividad económica en la cual pudieran llevarse a cabo las operaciones que mencionaban los comprobantes fiscales o el objeto social que mencionaban las actas constitutivas de las empresas”… Había un mercado, subrayó el procurador fiscal, “que es precisamente el que compraba las facturas. El contador o una persona tercera decían: ‘Mira, aquí vamos a tener un comprobante, con esto no vas a pagar impuestos”… anunció que ayer se presentaron siete querellas que tratan de cuadrar dos delitos: La defraudación fiscal y el lavado de dinero, equiparables a delincuencia organizada. Tendrán tres meses para que se regularicen. Puntualizó: “Presentaremos por defraudación fiscal y defraudación fiscal equiparada, y que tenemos hasta nueve años de prisión”. Subrayó Romero Aranda: “Aquí sí quiero dejar un mensaje muy claro. Aquí es donde vemos realmente el cambio verdadero, en la parte fiscal”. El funcionario destacó que los delitos van de los nueve a los 13 años de cárcel y postuló: “No hay crimen perfecto y lo vamos a demostrar, precisamente porque estamos llevando investigaciones hacia adelante, que nos van a permitir llegar a las cabezas”.
LA COSA ES QUE…
No falta el prietito en el arroz. Desafortunado papel tuvo ayer la reportera del diario Unomásuno, Berenice Téllez, quien formuló una pregunta y citó como fuente a la UNAM. El Presidente se indignó, pero con su tacto habitual, que ya quisieran los políticos para un domingo, Hugo López Gatell, pidió a la informadora precisar su fuente y resultó que no era la UNAM, sino un médico particular. Tan conmovedor resultó el entuerto que el Presidente se conmiseró y acudió al rescate: “Y, además, tú estás haciendo bien tu trabajo, porque no es que estés aquí preguntando de mala fe o de manera tendenciosa. Lo hiciste muy bien, para que no se sienta que estás tú haciendo algo indebido. No, muy bien”. Sin embargo, “palo dado ni Dios lo quita”; qué tal.
