COSA DE PRENSA / La Sucesión Presidencial 29

Al Gore prende fuego al cambio climático en 2006 con su “Una verdad incómoda”

 

  • El embuste del cambio climático
  • “Una verdad incómoda” de Al Gore
  • “Estómagos inservibles” de Kissinger
  • El dinero detrás del calentamiento
  • Joe Biden y las tecnologías verdes

Javier  Rodríguez Lozano

Miércoles 11 agosto 2021.- Como las oleadas pandémicas en el mundo no han provocado la muerte de muchos de los cuatro mil millones de “estómagos inservibles” que Kissinger y Rockefeller pronosticaron para 2050, el Gobierno Global atemoriza ahora con el cambio climático.

Ayer se difundió a través de la amplia red de medios de comunicación alineados, desde la sede de la Organización de Naciones Unidas en Ginebra, Suiza, que “el cambio climático es peor y más rápido de lo temido”.

Afirma la ONU que para el año de 2030, diez antes de lo estimado, “se puede alcanzar el umbral de más 1.5 grados centígrados, con riesgos de desastres sin precedentes para la humanidad, sacudida por canículas e inundaciones”.

Patrañas, pamplinas, embustes; una mentira global más, que data de 2006 cuando el demócrata Al Gore, luego de su visita previa al Club Bildeberg, saliera con su “Una realidad incómoda”, para aterrorizar al mundo con el cambio climático y hasta un Premio Nobel le dieron.

Dice el comunicado de Naciones Unidas, que a menos de tres meses de la Cumbre Climática COP26 en Glasgow, Reino Unido, sus expertos “responsabilizaron al ser humano por estas alteraciones y advirtieron que no hay otra opción que reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero”.

En su opinión, el primer informe de evaluación del Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático en siete años, adoptado el viernes por 195 países, analiza cinco escenarios de emisiones, del más optimista al más pesimista.

En todos ellos, agrega el argumento, la temperatura del planeta alcanzaría el umbral de +1.5 ºC respecto a la era preindustrial.

Y advierte: “Antes de 2050, se superaría este umbral e incluso se llegaría a +2 ºC si no se reducen drásticamente las emisiones”.

Asegura la ONU que el informe predice, por ejemplo, que el nivel del mar seguirá aumentando irremediablemente, entre 28 y 55 centímetros a finales de siglo con respecto a los niveles actuales, incluso logrando emisiones netas cero (y en el caso de que se doblen las actuales emisiones, la subida podría llegar a los 1.8 metros).

Sin embargo, decimos nosotros aquí, nada de lo dicho hasta ahora está científicamente demostrado, y lo que sí es manifiesto y sólido, son los grandes intereses económicos globales en torno al calentamiento global.

Veamos, el 11 de agosto de 2016, el periodista Javier Rodríguez Carrasco, en El Zoom de RT (tv rusa) tituló su reportaje: “Cambio climático: ¿estafa global?”.

Y se preguntó:

¿Quién está detrás de las patentes de los nuevos productos ecológicos? ¿Se han vuelto ecologistas los gobernantes de la noche a la mañana?

¿Qué se esconde detrás de la alarma global sobre el clima?

Teoría con tantos detractores como seguidores, que casi casi se ha convertido en una religión: ¿Conmigo o contra mí?

¿Pero cuál es la verdad de este asunto: que nos la digan, que no nos manipulen; Apocalipsis, fin del mundo, deshielo de glaciares; deveras estamos en medio de una catástrofe mundial, según algunos expertos y ciertos medios de comunicación?

Sí ha cambiado el clima, pero ¿por qué todos repiten estas ideas como si fuera un mantra?

Cierto que el hombre es un depredador del clima por el consumismo, pero ¿no tiene nada qué ver la propia evolución del planeta? No podemos hacer nada frente a los fenómenos naturales, ¿o es que también los provocamos nosotros?

Algunos de los argumentos que nos venden hoy en día tienen otro trasfondo y que nada tienen que ver con la realidad que vivimos.

Vamos a cuidar los ríos y el Amazonas, pero que no nos vendan que el hombre es el culpable del calentamiento global, calificado como cambio climático.

Fue Al Gore el político que encendió las alarmas en 2006 con su documental “Una realidad incómoda” que le mereció un Premio Nobel de la Paz.

Su película está plagada de mentiras, como la que afirma que el nivel del mar podría subir hasta siete metros por el deshielo polar, o que la corriente del Golfo de México dejaría de fluir, la relación del incremento del CO       2 y la temperatura en 650 mil años cuando en realidad no es así, el ahogamiento de osos polares en busca de hielo y que los arrecifes de coral se están descolorando. Todas son patrañas.

Qué casualidad que “El millonario del carbono”, como es conocido después de difundir su teoría, se enriqueció sin freno a través de sus inversiones en tecnologías verdes, disparadas en el año 2000 de cerca de 700 mil dólares a 172.5 millones de dólares en 2015.

El dinero está detrás del cambio climático, aseguró el periodista Rodríguez Carrasco.

Por otro lado, el 25 de julio de 2009, Fabián Vázquez en Radio Cristiandad, publicó que según Al Gore, la Ley del Clima que debatía entonces el Congreso, “ayudará a imponer la gobernanza mundial”, eufemismo que describe al Club Bilderberg a través de la ONU.

Lo asombroso fue que el Papa Benedicto XVI (Joseph Ratzinger) estaría de acuerdo con el vicepresidente de Estados Unidos y en su Encíclica Caritas et Veritate, pediría que se concretara una Autoridad Mundial única, con imperio sobre todas las naciones.

Vázquez subraya que entre los asistentes del Club Bilderberg se encuentran banqueros, expertos de defensa, dueños de la prensa y los medios de comunicación, ministros de gobierno, primeros ministros, realeza, financieros internacionales y líderes políticos de Europa y América del Norte.

LA COSA ES QUE…

Esta nueva campaña de terrorismo global de 2021 con el cambio climático, después de que la pandemia no alcanzara los muertos de “estómagos inservibles”, de los cuatro mil millones que Henry Kissinger y David Rockefeller pronosticaron hacia el año 2050, no es más que otra llamada más al Gobierno Global que ya ejerce a plenitud Naciones Unidas.

Y a propósito de la visita de ese apantallante gabinete de ocho altos funcionarios del gobierno de Estados Unidos, ¿sabrá el presidente Andrés Manuel López Obrador el porqué de tanto interés estadunidense en reuniones anuales al más alto nivel, cuando no se reunían México y Estados Unidos desde la llegada de Trump a la Casa Blanca en 2016?

¿Habrá percibido ya que el interés estadunidense es para convencerlo de revertir su guerra contra las empresas energéticas y para que retome las tecnologías verdes que están en el corazón del cambio climático y que promueve Joe Biden desde su campaña?

No se espante, amable lector, con “el petate del muerto”.

Detallaremos este tema el próximo viernes.

Qué tal.

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