COSA DE PRENSA / AMLO y la UNAM

 

 

  • Foro de periodistas del portal MÉXICO LEGISLA
  • Hacer feliz al mayor número posible de personas
  • La Universidad pule piedra y oscurece diamantes

 

Javier Rodríguez Lozano

 

CIUDAD DE MÉXICO, lunes 1 noviembre 2021.- El pasado viernes fuimos invitados a partir en un foro de periodistas del portal MÉXICO LEGISLA, dirigido por un colectivo de colegas informadores como Rubén Vázquez Pérez y Alejandro Alemán, en que participaron también otros respetados comunicadores.

 

El tema fue Andrés Manuel López Obrador y la Universidad Autónoma de México y me permití hacer algunos apuntes de mi participación, con la cual reanudo mi columna suspendida algunos días por causas de fuerza mayor, pero ya estamos de regreso.

 

En la primera de las cuatro rondas dije:

 

Mi experiencia personal como asesor de un rector universitario -en la ciudad de Aguascalientes- me lleva a recordar una de las definiciones sobre su esencia, es decir, la esencia universitaria, que es:

 

“Hacer feliz al mayor número posible de personas”.

 

Y por otro lado, algunas de las esencias, permítaseme este vocablo también en este caso, de la Justicia Social, pues es prácticamente lo mismo, es decir:

 

“Hacer feliz al mayor número posible de personas”.

 

La Universidad es universal, global, planetaria, mundial.

Y la Justicia Social es el eje de la Revolución Mexicana de 1910.

 

Desde este punto de vista contextual, el propósito de ambos pensamientos es más o menos el mismo, de suerte que la Universidad sí ha logrado hacer felices a muchísimas personas, pero no a las mayorías en todos los países del mundo, donde la titulación universitaria es relativamente selectiva y muy reducida.

 

Y por su parte, la Justicia Social mexicana, es probable que con presidentes como Cárdenas, López Mateos, Ruiz Cortines y Díaz Ordaz-en mi humilde, militada y muy respetuosa opinión- haya alcanzado su mejor expresión en temas como la reforma agraria, el petróleo, la energía, el voto y otros, que lograran sacar de la pobrezas a grandes conglomerados humanos.

 

Personalmente, no soy partidario de debates ideológicos o extremistas; como periodista suelo reservar mi opiniones para mis escritos, mis columnas, consciente siempre de que el periodista nunca fue, es ni será, una monedita de oro; siempre habrá a quien no le gusten sus comentarios, pero estamos obligados a respetar todas las opiniones de los demás y defender con honestidad nuestras propias posiciones.

 

No soy universitario, creo que mi universidad, que es la de la vida, es más escrupulosa, ello independientemente de que el periodismo clásico nunca ha sido impartido en las aulas, sino en las calles, en todo el mundo.

 

Por todo ello, concluyo, en especial por el enorme rezago que presenta la Justicia Social, prácticamente desaparecida en los viejos regímenes, desde Carlos Salinas y hasta Peña Nieto, para mí el Presidente tiene razón en sus observaciones sobre nuestra máxima casa de estudios, que se ha olvidado de llevar felicidad al mayor número de personas.

 

Es cuánto. Muchas gracias.

 

Segunda ronda sobre “Cambiar las universidades”.

 

Es un tema complejo que tiene más de un mar de fondo, que conocemos solo superficialmente.

 

En el caso mexicano, la Universidad es una de las piedras angulares que construyeron este país, particularmente a partir de 1929. Y también ha sido una de las grandes rémoras, casa siempre abierta el tiempo de la politiquería, donde se dan cita y tienen cabida todos los grupos.

 

(Muñoz cita Carlos Urzúa. Mi jefe en la UAA fue su hermano, Rafael Urzúa Macías, cité).

 

En mi opinión, la Universidad mexicana es más o menos lo mismo que las grandes empresas de México y el mundo, sujetas a un Gobierno Global que ejerce la Organización de Naciones Unidas, la ONU, y sus agencias y satélites, lo cual nos lleva a que el desafío no solo sea mexicano, sino precisamente global.

 

El desafío de que la UNAM se transforme no es mexicano, sino global, geopolítico.

 

Es cuánto. Gracias.

 

Tercera ronda sobre los conflictos universitarios.

 

En el libro Los conflictos de la UNAM su autor Javier Mendoza recorre la historia de los conflictos universitarios en ocho periodos históricos en los cuales la Universidad, por la naturaleza de sus relaciones con el Estado, y la sociedad mexicana adquirieron características específicas y sufrieron cambios fundamentales.

 

Nos muestra las vicisitudes y confrontaciones por las que atravesó la Universidad Nacional desde su establecimiento por Justo Sierra en el porfiriato (1910); durante el periodo de la lucha revolucionaria y hasta la emergencia del Estado populista de 1917, a principios de los años cuarenta.

 

Recupera la historia perdida de los conflictos universitarios durante la mitificada “época de oro” -en el auge del desarrollismo-y, con ello, contribuye a una mejor comprensión de conjunto de los intensos conflictos universitarios de los años sesenta y de la ruptura que siguió al crimen de Estado de 1968.

 

Analiza el surgimiento y la derrota de los proyectos de reforma educativa y democratización universitaria; la emergencia y ocaso del sindicalismo, y la consolidación del autoritarismo burocrático en la UNAM.

 

A partir de este contexto se explica una década de abandono a la Universidad con la imposición de políticas de austeridad y recortes al presupuesto federal, y la evolución de estas políticas de ajuste con el discurso de la modernización y la evaluación a las que se ha llamado “reforma modernizadora”.

 

LA COSA ES QUE…

 

Cuarta y última en hora, en un programa digital con 90 minutos de duración, un pensamiento final.

 

Cité algunas frases sobre la Universidad:

 

“Algunas personas obtienen educación sin ir a la universidad. El resto lo consigue después de salir”: Mark Twain.

 

“La función de la educación es enseñarle a uno a pensar intensamente y a pensar críticamente. Inteligencia más carácter, ese es el objetivo de la verdadera educación”, en opinión del doctor Martin Luther King Jr.

 

De acuerdo a J. Robert Oppenheimer, “ningún hombre debería escapar de nuestras universidades sin saber lo poco que sabe”.

 

Porque, como resume Robert Green Ingersoll: “Las universidades son lugares donde se pulen piedras y donde se oscurecen los diamantes”.

 

Qué tal.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *