COSA DE PRENSA

Amplio respaldo del entonces alcalde, hoy senador, Juan Antonio Martín del Campo a CAASA. En la foto, cuando en abril de 2016 anunciara aumento de tarifas al consumo de agua en las industrias. Le acompañan el tesorero de Canacintra, Enoch Castellanos Férez; el gerente general de CAASA, Alessandro Reginato; y el director de Ccapama, Evaristo Pedroza Reyes.

 

  •  “Testamento” de un ejecutivo
  • Incertidumbre, un riesgo alto
  • El agua llena espacios vacíos

 

Javier Rodríguez Lozano

 

AGUASCALIENTES, Ags., viernes 21 de septiembre de 2018.- Tenemos que confesar que hay días que ni ganas dan de escribir, ni ganancia ni motivación en ningún sentido; pero cuando recordamos que nadie tiene la mejor información que nosotros en Aguascalientes, en este tema del agua, nos sacudimos la modorra, nos espabilamos la mente y arrancamos motores, porque finalmente trabajamos para la gente y para nadie más, y ella no nos permite ni pausas ni descansos, por muy ingrato que sea el mercado de la lectura… Bien, continuamos: Aquella ocasión en que nos visitara en el periódico donde laborábamos entonces, hace cinco años, único en Aguascalientes que denunciara oportuna y detalladamente las inconsistencias operativas y tarifarias de la Concesionaria de Agua de Aguascalientes, S.A. (CAASA), el director general Humberto Blancarte, por indicaciones de nuestro editor conversamos con él un buen rato. Egresado del Instituto Politécnico Nacional, fundado por Lázaro Cárdenas y con el lema desde 1937 de: “La técnica al servicio de la Patria”, creíamos que entrevistaríamos a un mexicano nacionalista, pero no fue así, sino al contrario, primaban los intereses franceses y españoles. La balanza, si se puede decir así, al final de aquella entrevista, fue que había más desánimo que ánimo, en cuanto a que pudiera prorrogarse la concesión más allá de 2023 –hablamos de 2013- y finalmente el ejecutivo nos dejó la siguiente idea: “Si se diera el caso de que ya no continuara la concesión de CAASA el Municipio  tendría que indemnizarnos con una muy fuerte cantidad; millonaria, y quizás más”. Nosotros no estábamos seguros de aquello, más bien nos limitábamos a las condiciones estipuladas en la concesión, que dicen que una de las causas de rompimiento es por incumplimiento por cualesquiera de las partes. Y  CAASA incumplió desde 1994 en que el alcalde priista Fernando Gómez Esparza, anunciara que cancelaría la concesión y su sucesor, Alfredo Reyes Velázquez “El Mosco”, la rescataría y la blindaría, para que no volviera a ponerla en riesgo ningún otro alcalde de ese partido, como ocurrió… Ayer decíamos que había tocado el turno en el Foro Diálogos por el Agua, de los días 15-16 de junio del año pasado en el CIDE, al entonces director Alessandro Reginato, quien con broma apesadumbrada, diría: “Hoy me toca brincar la cuerda en la casa del ahorcado”. Por supuesto, el ejecutivo de una de las más grandes multinacionales, reconocería que había habido errores. “Nos hemos dados cuenta de ello y en eso estamos, en la tarea de ser mejores. Pero la gente debería de preguntarse ¿qué tan importante ha sido la autonomía de CAASA? Contrario a los mitos, las tarifas son bajas. Hay que hacer mucho equilibrismo con los recursos”… De acuerdo a la exposición del ejecutivo italiano de la Concesionaria, su drama se extendía más allá de las críticas interminables en los medios de comunicación. Se advierte en esa expresión de Reginato: “La incertidumbre ha sido un riesgo muy alto, ya no vienen los nuevos profesionales a solicitar empleo porque piensan que esto puede durar solo unos días. No creo que México este engañado por las historias que se venden. El reto mayor para el futuro es la seguridad hídrica”… Desde el año pasado CAASA entraría en la fase terminal de su proceso cuesta abajo, ubicado ya en la cresta de la crisis. Si bien los comicios de 2014 y 2016 fueron magros en materia de discurso político en favor de la justicia social hídrica, solo dos candidatos lo tomaron en serie. Independientemente de lo que hubiera sucedido a nivel de resultados, entre el priista José de Jesús Ríos Alba y la panista Tere Jiménez Esquivel, una cosa era segura: el agua había se había convertido ya en un tema eminentemente electoral y con ello, estrictamente político, cuyo desenlace tendría que ser así precisamente, estrictamente político, tal y como viene ocurriendo.

LA COSA ES QUE…

El PRI, partido político en proceso de extinción, con “gas” electoral para uno o dos procesos más, antes de morir ante un cambio de nombre, verá muy difícil que alguien entre sus fallidos adalides abandere esa causa, la del agua, cuyo destino no es otro que el cambio de modelo. El PAN ha tomado el liderazgo y no le ha costado mucho trabajo dado que, como Burke, al ver que la máxima autoridad del estado ha omitido ocupar su responsabilidad en tan importante tema, la ha tomado sobradamente el Municipio Capital y con mucho éxito. Seguiremos con el tema; qué tal.

 

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *