COSA DE PRENSA

 

 

  • Triunfo ¿a quién beneficia más?
  • Gana el orgullo mexicano
  • Los conocedores no lo creían

 

Javier Rodríguez Lozano

 

AGUASCALIENTES, Ags., lunes 18 de junio de 2018.- ¿A Usted le gusta el futbol? Por tratarse de un espectáculo de masas, muchos nos negamos a formar parte de una conciencia colectiva que parece fluir como el agua, por sus cauces naturales, sin ningún control. Sin embargo, tampoco podemos sustraernos de un fenómeno mundial, a través del cual más de una vez se han canalizado tensiones internacionales que de otro modo desembocarían en guerras. Para quienes saben de este bello deporte del balompié no había muchas esperanzas que la Selección Mexicana ganara al equipo campeón del mundo Alemania, se veía prácticamente algo más que imposible. ¿Y cuáles serían las expectativas de quienes no saben del juego del hombre y venturosamente también hoy, de la mujer? Obviamente, se creía que México iba a perder… Entre los conocedores, principalmente los cronistas televisivos que no perdonaban la estrategia del colombiano Osorio, se dudaba del triunfo ante los teutones, debido a que en sus juegos de preparación presentaba una muy pobre perspectiva. Esos conocedores de olvidaron lo que aconseja Sun Tzu, que “el supremo arte de la guerra es conocer las intenciones del enemigo y adelantársele”. Osorio y los “super ratones” navegaron en aguas tranquilas y con bandera blanca, y nadie imaginó sus fortalezas, tal y como ocurriría con aquellos Once Hermanos de El Necaxa, primer equipo mexicano que en 1935 conquistara un torneo internacional -el Centroamericano, en El Salvador- después de ganar también el Campeonato de Liga y la Copa México, con Raúl “El Pipiolo” Estrada; Lorenzo, “La Yegua” Camarena; Antonio Azpiri “El león de las canchas”; Guillermo “Perro” Ortega; Ignacio “Calavera” Ávila; Marcial “El Chato” Ortiz; Vicente “Chamuco García; Tomás “Poeta” Lozano; Hilario “Moco” López; el peruano Julio Lorez; y Luis “El Pichojos” Pérez. Apenas cinco años atrás, el 13 de julio de 1930, Juan “El Trompo” Carreño Lara, de otro histórico, el Atlante, se había convertido en el primer mexicano en anotar un gol en Copa del Mundo, la de Uruguay, contra Francia… Los Once Hermanos tenían un estilo de juego que hasta ahora, ningún otro equipo ha igualado: “Los últimos 10 minutos del partido”, en los que remontaban marcadores de dos y hasta tres a cero. Más o menos como ocurriera un 2 de febrero de 1961 cuando el Necaxa de “El Chato” Ortiz, hijo de Marcial, le ganara 4-3 al Santos de Pelé, después de, como Osorio en este 2018, que fuera vergonzantemente menospreciado porque nada podría hacer, decían, frente a un gigante. Quienes vivimos aquella noche gloriosa para el futbol mexicano en Ciudad Universitaria, podemos afirmar que el orgullo mexicano era exactamente igual que el de este domingo en Rusia… Se llega a comparar al futbol y al ajedrez con el mismo juego de la vida, en que la meta suprema es –no tanto como decía Adolfo López Mateos, “no ganar, sino competir”- sobrevivir. Esta vez teníamos la rara sensación de que Osorio traía más de un as escondido bajo la manga, cuando no le daba importancia a derrotas catastróficas como la de siete goles contra Chile y cuatro con Alemania en la Confederaciones. Algo traía Osorio. Da gusto confirmarlo: preparó a su equipo no a base de juegos preliminares deslumbrantes y aparatosos, sino discretos y calculadores, pero con estrategia de conjunto, acompañamiento, cooperativismo y, fundamentalmente, orgullo, dignidad, amor a México. Y le resultó redondo. En momentos en que el país está convulsionado por otras expresiones que hablan de caos, catarsis y apocalipsis, el triunfador indiscutible es sin duda el orgullo mexicano.

LA COSA ES QUE…

El juego del hombre y la mujer, la Copa del Mundo en Rusia 2018 y el triunfo de México ante Alemania, nos remite ahora a la Sucesión Presidencial en que parece vivirse un escenario del que los novelistas podrían escribir: “Cualquier semejanza con la realidad es mera coincidencia”. ¿A qué candidato presidencial favorece más la victoria de la Selección Mexicana? Sin duda que al que ame más a México. Todos dicen amarlo pero en sus propuestas no todos lo demuestran. ¿A quién beneficia más el triunfo del orgullo mexicano?; qué tal.

 

 

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