COSA DE PRENSA

 

 

  • Con los Hombres de Negocios
  • Empleo bien pagado, la clave
  • También combatir la pobreza

 

Javier Rodríguez Lozano

 

AGUASCALIENTES, Ags., miércoles 6 de junio de 2018.- Ayer planteamos la importancia de combatir la pobreza con más determinación que la inseguridad. Recordamos a un presidente latinoamericano que sacó de ella a 28 millones de personas y que en el primer día de su Gobierno recorrería lo más pobre de su país con su gabinete, para que Banco Central y Ministerio de Hacienda, entre todas las demás instituciones, “vieran a ese pueblo que no se queja, que no hace manifestaciones, pero que está ahí, que es real y verdadero. Eso quizá haya ayudado a cambiar las cosas”, explicaría Lula da Silva… Y ahora nosotros nos preguntamos: ¿Qué hará contra la pobreza el próximo Presidente de la República el 2 de diciembre de 2018? En estos días se reunieron los integrantes del Consejo de Hombres de Negocios con los candidatos presidenciales. Ellos son los empresarios más poderosos de México, de quienes dependen nueve de cada 10 empleos, de los 19 millones 786 mil 997 que registraba el Instituto Mexicano del Seguro Social al 31 de marzo del año en curso. Dependencia que por cierto, resaltó la duplicación de esas cifras en los últimos cinco años en relación a los 12 años anteriores… Creemos que entre todas las preguntas o planteamientos que hayan formulado los capitanes de la industria, el comercio y los servicios, a Andrés Manuel López Obrador, Ricardo Anaya Cortés, José Antonio Meade Kuribreña y Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco”, debió haber algún escenario toral, clave y concreto, que habría sido aportado por el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado, y que dice: “Más allá de las promesas de campaña, México requiere de políticas económicas que a través del empleo bien remunerado aceleren el ritmo de crecimiento económico y el combate a la pobreza”. En ese sentido, el CEESP recalca que “la mejor manera de combatir la pobreza (no es con becas a estudiantes, ninis y adultos mayores, ni con Pensión Básica Universal ni reforzando a Prospera, como plantean los candidatos presidenciales y que ayer comentábamos en este espacio) es la generación de empleos bien remunerados, lo cual será posible una vez que se consolide un ambiente que incentive la inversión productiva”. Todo lo demás, también ha dicho este Centro de Estudios Económicos del Sector Privado, ha sido puro “reallity show”… De entrada ese planteamiento configura una suerte de traje a la medida de solo uno de los cuatro candidatos presidenciales, alguien que le quede claro no solo la urgencia de crear empleos mejor pagados, sino también que estructure de inmediato una política muy agresiva para frenar lo mejor posible otro tipo de pobreza todavía más perniciosa: la del poder adquisitivo que cada día hace más y más pequeño al peso. Ese brutal empobrecimiento se ve reflejado en los altos niveles de inflación, impactando en la debilidad del consumo que como se sabe, es la principal fuente del crecimiento. Naturalmente, los expertos advierten de las consecuencias que acarrearía el agudizamiento de esta condición, la del brutal empobrecimiento del poder adquisitivo, ya que se tomaría mucho más tiempo que el ritmo de crecimiento de los precios regresara a los niveles deseados por el Banco de México, menos inflacionarios. Sea quien sea que se convierta en Presidente, la inflación deberá ubicarse ligeramente por encima del 4% a final de año y en 3.63% en los dos siguientes años, pero aun así seguiría presionado el ingreso real de las familias, esto es, el poder adquisitivo… Palabras más, palabras menos; cifras más, cifras menos, el panorama para la economía popular no es nada halagüeño para los siguientes tres años. Ayer decíamos que más que distribuir dinero entre los pobres, con paternalismos y asistencialismo, lo mejor sería “no darles peces para comer, sino enseñarlos a pescar”.

LA COSA ES QUE…

Se debe implementar una política pública que lleva al sistema educativo nacional un materia obligatoria que diga al educando qué es el dinero, para qué sirve, cómo se gana y de qué manera se debe administrar, porque en la ignorancia financiera está la peor pobreza; qué tal.

 

 

 

 

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