- ¿Qué esperar de las elecciones?
- Con solo 11 millones de votos
- Desangelada clase política local
Javier Rodríguez Lozano
AGUASCALIENTES, Ags., miércoles 11 de abril de 2018. ¿Qué esperar de las elecciones de este año?, es una pregunta que vuela sobre el país entero, de norte a sur y costa a costa. Muchos esperan qanador@ a su candidat@ entre los cinco que compiten por llegar a Los Pinos. Por vez primera en la historia se presentan cinco y muy posiblemente, hasta seis candidatos presidenciales: Anaya Cortés Ricardo, López Obrador Andrés Manuel, Meade Kuribreña José Antonio, Rodríguez Calderón Jaime y Zavala Gómez del Campo Margarita, y muy posiblemente también –una vez que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ha rectificado con El Bronco y rectifique con El Jaguar- Armando Ríos Piter… Hace seis años Enrique Peña Nieto obtendría 19 millones 226 mil 784 votos, contra 15 millones 896 mil 999 de AMLO, 12 millones 786 mil 647 de Josefina Vázquez Mota y solo un millón 150 mil 662 votos de Gabriel Quadri… Este año de 2018 seis candidaturas presidenciales se diputarán alrededor de 37 millones de votos, según mediciones de medios de comunicación neoloneses avecindados en la capital del país –de los 82 millones de mexicanos inscritos en la lista nominal del Instituto Nacional Electoral- de los cuales, con tan solo 30% de esa votación, o sea, unos 11 millones de sufragios, serán suficientes para que el ganador ocupe Palacio Nacional. Resumamos, de los 82 millones de empadronados, por la desconfianza en las instituciones y quienes las representan, primordialmente las electorales; el hartzago, pues, solo votarán menos de 40 millones, 11 millones de los cuales harán que el 1 de diciembre próximo, en solemne ceremonia en Palacio de San Lázaro, a alguien le sea colocado el bando que le acredita como próximo Presidente de la República. ¿Ricardo Anaya, Andrés Manuel, José Antonio Meade, El Bronco, El Jaguar (en su caso) o Margarita Zavala? Haga sus apuestas… ¿Qué esperar de las elecciones? Lo mínimo que se puede esperar de las elecciones es respeto a los mexicanos, pero esto difícilmente ocurre porque al transcurrir del nuevo sexenio, pronto se acredita la falta de respeto, porque no solo no “salió el buey de la barranca”, sino que se complicó la cosa porque le encontraron presuntos casos de corrupción. Eso les pasó a Salinas, a Zedillo, a Fox, a Calderón, a Peña, y aunque se espere algo diferente, será difícil. Imaginemos un Anaya como Presidente, con un expediente judicial pendiente; un AMLO, con la destrucción y la construcción de instituciones; un Meade, con la corrupción pasiva; un Bronco, con Monterrey al fin en la Silla; un Ríos Piter, amalgamando voluntades; o una Margarita que no sabe hacer nada. No es muy halagüeño el panorama, con todo y que cada sucesión presidencial augura cambios espectaculares… ¿Qué espera Aguascalientes de las elecciones? Si las tres décimas porcentuales que representa su territorio en el mosaico nacional, ocupa el mismo espacio en el Centro de las grandes decisiones políticas nacionales, no es mucho lo que hay que esperar, si partimos de las base de que su clase política contemporánea está muy desangelada. Como dicen por acá, por más que se les busque no se les ven zancas para gallos. Lo que sí se ve y muy ostensiblemente, es la búsqueda del poder por el poder mismo, no por lo que aconsejaba la Madre Teresa de Calcuta, con aquello de vivir para servir. No nos alcanzará el tiempo para analizar a cada partido, empecemos por uno y volveremos con los demás. El PRI tiene asegurado el triunfo, pero de su adversarios. Lorena Martínez Rodríguez –única propietaria de esa franquicia institucional- Gustavo Granados Corzo, sobrino del gobernador que entregara la plaza al PAN en 1998, Ivón González Martínez, desconocida; y Norma Esparza Herrera, exdirigente priista perdedora, representan las peores experiencias electorales de ese instituto político de los últimos años.
LA COSA ES QUE…
¿Con qué reserva política y moral piensan vencer a un adversario que, al menos en el Municipio Capital, crece y crece incontenible, al saber hacer fáciles las cosas difíciles?; qué tal.
