COSA DE PRENSA

  • La Coparmex no “parece”; es
  • Verdaderamente innombrable
  • Más pobreza en sus 90 años

Javier Rodríguez Lozano

AGUASCALIENTES, Ags., sábado 28 marzo 2020.- Lo que callaron todos los presidentes de la República y que Andrés Manuel López Obrador no se atreve a llamar por su nombre: “Coparmex ya parece un sector del PAN”, dijo ayer. No “parece”: Es… Ah, cómo me acuerdo de aquellas broncotas de los presidentes de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Manuel J. Clouthier (1978-80) y José María Basagoiti (1982-84), como las de todos los dirigentes del Partido Acción Nacional (PAN), como José Ángel Conchello y Carlos Castillo Peraza, con los reporteros cuando no escribían lo que ellos querían. Aquellos fueron tiempos muy semejantes a los que hoy se recuerdan de vez en cuando en el Salón de la Tesorería de Palacio Nacional, los de Lucas Alamán que le decía a Antonio López de Santa Anna que no se preocupara, que de la prensa él se encargaba. Así ocurría en México en los 70s, 80s, 90s y hasta 2018, porque al reportero de la fuente empresarial, como mi caso por supuesto, le habían agregado un “canon” a aquella lista de “incriticables”: La virgen de Guadalupe, el Presidente y el Ejército. La “cuarta enmienda” era: el sector privado. No se le podía tocar ni con el pétalo de una rosa, más o menos como ocurre hoy en día, en lo que se conoce como “prensa fifí”, con todo y el incipiente intento de Cuarta Transformación por cambiar las estructuras. Ya salieron de ahí dos presidentes de la República, tristemente célebres, pero al fin presidentes; y quieren más… Pero veamos qué pasó ayer en la Mañanera, cuando una reportera pregunta a López Obrador sobre sus giras. Él dijo que iba a Tijuana, antes a Bahía de Banderas, pero: “No quiero a nadie en el aeropuerto de Tijuana, porque ahí está también uno que quiere ser candidato de un partido conservador que todos los días se dedica a estarnos atacando, un supuesto representante de empresarios… Bueno, lo voy a decir, el director de Coparmex (Gustavo de Hoyos), que parece un sector del PAN, quiere ser candidato y todos los días es atacarnos. Entonces, no vaya a querer estar ahí o mandarnos gente. Cuidado con los provocadores. El que vaya, así como decíamos antes, el que no brinque es charro; el que vaya es conservador, que me dejen porque voy a cumplir con mi misión”. El Presidente precisó: “Entonces, aclarar eso para que no se le dé motivo, pretexto, a los adversarios. Y si tengo que decir esto que acabo de mencionar del señor de Coparmex es porque se pasa. O sea, ¡ya! Está bien que quiera, que tenga aspiraciones, pero que no use su representación, porque además afecta a los empresarios, no ayuda en nada”… Bueno, esto demuestra, entre otras cosas, que hay distintas corrientes al interior del empresariado mexicano. Por ejemplo, la que representa Ricardo Salinas Pliego (donde por cierto hubo una dama singular que vale la pena recordar en esta hora de inflexión nacional: Irma Salinas Rocha, su prima, que le vendiera su tienda Salinas & Rocha y que hoy se llama Elektra), nada qué ver con los coparmecos, a quienes el Presidente les pidió: “El propósito es que actuemos con responsabilidad para salir adelante, y vamos a salir”… ¿Por qué la Coparmex no parece un sector del PAN, sino que lo es, y lo ha sido siempre desde su fundación el 26 de septiembre de 1929, a un semestre del nacimiento del partido que luego se hizo PRI? Fue el empresario regiomontano Luis G. Sada, quien fundara la Coparmex, “para estudiar el proyecto del presidente Emilio Portes Gil”, sobre las relaciones obrero-patronales que buscaban la justicia social comprometida por la Revolución Mexicana y había llegado el momento de cumplir… Por supuesto, el Sindicato Patronal de entonces no frenaría el nacimiento de las instituciones, como el IMSS que vendría en 1943, con Manuel Ávila Camacho, la columna vertebral del Estado mexicano hoy en día. La Coparmex atendió con mucho éxito, ante el débil presidencialismo de entonces, la conflictividad entre el capital y el trabajo, y combatió con todo la influencia de partidos e ideas socialistas y comunistas del movimiento obrero, con su época de oro en el cardenismo, precisamente cuando se vio forzado el sector privado a crear su propio partido, Acción Nacional, en 1939, para una segunda etapa de la defensa de la propiedad, que al través de los años se hiciera como hasta hoy, excesiva… No es uno, sino varios aspectos en los que la Coparmex falló a sus principios fundacionales, uno de los cuales era no ser “corporativo”y lo es; y el otro, el más importante, éste, escrito en su historia: “Actualmente, la naturaleza sindical nos permite mantener un trabajo activo y representativo en tres frentes clave: el estudio de las condiciones en las que operan los empresarios; ‘el mejoramiento de las condiciones para la prosperidad de todos los mexicanos’ ; y la defensa de nuestros legítimos intereses como ciudadanos”.

LA COSA ES QUE…

En casi 90 años de historia de la Coparmex, más señaladamente -como decía Zedillo- durante las últimas cuatro décadas, ha demostrado el fracaso de uno de sus “ideales” fundacionales, el de generar prosperidad para todos los mexicanos, porque tiene hoy en día al 50% de la población en la pobreza, y ellos, los empresarios, están cada vez más capitalizados que nunca; qué tal.

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