*Alza de precios en alimentos, como nunca en los últimos 16 años, por el gasolinazo.
*Expertos calculan incremento de 5% en pobreza laboral, sólo en diciembre.
CIUDAD DE MÉXICO, jueves 28 de diciembre de 2017.- El aumento del precio del dólar, que ya rebasó los 20 pesos, provocará un alza de precios incluso en los alimentos y en las gasolinas, en perjuicio de los más pobres, advirtió el senador aguascalentense Fernando Herrera Ávila.
Señaló que el panorama es grave, sobre todo si consideramos que la inflación acumulada es ya del 6.69 por ciento, lo cual no sólo ha dejado sin efecto el incremento salarial vigente a partir del primero del mes, sino que ha generado un repunte de precios en los principales productos de consumo popular.
El coordinador de los senadores de Acción Nacional cuestionó la falta de previsión del gobierno mexicano ante la reforma fiscal de Estados Unidos, anunciada por Trump hace un año y aprobada la semana pasada por el Congreso de ese país, motivo de la nueva escalada especulativa en contra del peso.
Asimismo, destacó la falta de sensibilidad del gobierno federal, cuya pasividad y desdén permitieron que la ola inflacionaria repuntara como no se había observado en 16 años, en detrimento de los sectores más desprotegidos.
Explicó que los datos aportados por el Inegi muestran que los precios de la canasta básica aumentaron 9.52 en los últimos doce meses, como resultado de una serie errores garrafales de política económica y de medidas meramente recaudatorias como el gasolinazo.
Reiteró que la inflación ya consumió el aumento de 8.32 pesos diarios al salario mínimo, ya que si éste subió a 88.36 pesos por día la canasta básica alimentaria en el medio rural y urbano se encarecerá aún más, pues a mediados de año era de mil 422 pesos en el medio urbano y de 1,014 pesos en el rural.
A ello, dijo, se suma la alerta que desde septiembre pasado emitió el Coneval en el sentido de que el efecto inflacionario se había dejado sentir con severidad al bajar el ingreso laboral de mil 559 pesos a mil 497 pesos per cápita; es decir, 49.9 pesos diarios en términos reales.
Si con una tasa de inflación del 6.35 por ciento el 41.8 por ciento de la población no pudo adquirir la canasta básica alimentaria, es de esperarse que con el repunte de la primera quincena de diciembre el ingreso se reduzca aún más y la pobreza laboral sea de un 5 por ciento adicional al cierre de 2017, agregó.
Herrera Ávila dejó claro que los altos niveles de inflación reportados desde el gasolinazo de diciembre de 2016 inevitablemente darán lugar a un mayor número de pobres, pues se trata del impuesto más regresivo que afecta a los que menos tienen.
Presumir que 2017 fue para México un año mejor de lo previsto pues se logró “mantener el barco a flote” es desconocer una realidad que enfrentan millones de familias para las cuales los aumentos de precios ya son un fenómeno cotidiano, subrayó.
Estamos –puntualizó– en presencia de un gobierno insensible, cruzado de brazos, que observa con indiferencia cómo la inflación y la carestía se extienden sin freno en todo el país en detrimento de millones de personas que no tienen para comer.
Las perspectivas para 2018 no son nada alentadoras, observó, debido a que según analistas prevalecerán bajos niveles de crecimiento económico, alzas en las tasas de interés, incertidumbre cambiaria y más presiones inflacionarias, con el consecuente aumento en los precios de bienes y servicios básicos.