COSA DE PRENSA / La Sucesión Presidencial 20

Así, con esa sonrisa, respondió la alcaldesa Tere Jiménez a la pregunta de COSA DE PRENSA, sobre si “¿va o no?”, para la gubernatura de Aguascalientes en 2022, cuando no hay un mejor competidor en su ajedrez político.

  • Todo en Modo Sucesión Presidencial
  • Tere Jiménez, sin rival en su ajedrez
  • Aguascalientes apenas pinta el mapa
  • Décadas alejado de la mano de Dios
  • Gracias a una clase política mediocre

Javier Rodríguez Lozano

Viernes 16 julio 2021.- Gústenos o no, 2020 se fue y con él muchos de los cánones que nos movían y el virus que nos trajo nos impone abruptos cambios de paradigmas en los que “quien tenga más saliva, que coma más pinole”.

Porque “no se puede comer pinole y chiflar al mismo tiempo”, como era antes.

Previo a la pandemia china, los sistemas políticos hacían de las suyas en todo el mundo, desde el nacimiento de los partidos políticos liberales y conservadores en la Inglaterra del Siglo XIX y hasta el ocaso de la democracia con Estados Unidos del 20 de enero de 2021.

En México, Iturbide, Santa Anna, Díaz y los regímenes neoliberales nos dejaron un país muy dañado y por eso en 2018 se rompieron los moldes y surgió el nuevo sistema político, llamado Cuarta Transformación, al que la post pandemia le viene a poner “la cereza del pastel” con el destape anticipado.

Hoy ya no se puede simular que se hace algo para cobrar algo; hoy la transparencia llega también a la política y “el río revuelto” que ha provocado el destape anticipado generará igualmente “ganancias de pescadores”, pero solo a las y los más avispados, digamos que los de la 5ª Dimensión.

Por ejemplo, Vicente Fox es el único caso de “destape anticipado” que se conozca, cuando desde 1991, muy consciente de las negociaciones de Carlos Salinas con Diego Fernández de Ceballos, Luis H. Álvarez, Luis Felipe Bravo Mena y Carlos Castillo Peraza, con “La caída del sistema”, se perfiló para llegar en 2000 a Los Pinos, luego de tres años de intensa campaña mediática en su favor por medios como El Universal.

Esta vez, la intención del presidente Andrés Manuel López Obrador, al abrir el proceso de la Sucesión Presidencial a todo el mundo -igual que Porfirio Díaz en 1910- es más para blindar a la 4T de “los chacales extranjeros” y de los ultraconservadores mexicanos, que para crear una nuevo Modo Sucesión Presidencial, sin embargo, les salieron las dos cosas.

El Presidente abrió el proceso el pasado domingo en Tabasco al auto designarse “destapador” y pronunciarse por “la corcholata” que elija el pueblo; el primero en tomarle la palabra fue Marcelo Ebrard Casaubón y Claudia Sheinbaum no necesitaba hacerlo, estaba más que apuntada.

Las reacciones no se hicieron esperar, no solo Ricardo Monreal Ávila se destapó también, además de que desde mayo pasado, el periódico El País lo había destapado, al igual que a sus tocayos Anaya y Salinas Pliego, candidatos de “los chacales extranjeros” y el ultraconservadurismo mexicano.

El punto es que, repetimos, 2021 no es ni remotamente 2020, lo que antes conocíamos sobre las ciencias políticas y específicamente, en torno a los sistemas electorales, ha sido totalmente rebasado y ya no aplican, como acabamos de ver el pasado 6 de junio en que la gente no votó por los partidos, sino por las personas.

El caso del estado de Aguascalientes es digno de un estudio especializado, después de décadas de deambular prácticamente ignorado por la Federación, por el gobierno central, y desde ahí por todas las demás instancias, incluso la del progreso, en la que sus vecinos crecen rápidamente y con menos esfuerzo y una macro criminalidad.

Aguascalientes ha estado más aislado del Centro que las Islas Marías desde los gobiernos de Rafael Arellano Valle en 1920, los 13 gobernadores que le sucedieron hasta que llegó el primer gobernador del PNR (hoy PRI), J. Guadalupe Zamarripa en 1932, y los ocho penerristas-pemerristas-priistas hasta 1962 en que llegara Enrique Olivares Santana, uno de los dos únicos mandatarios aguascalentenses que sirvieron al pueblo, más que a sus intereses personales como todos los demás hasta 2022.

Olivares electrificó al estado y Rodolfo Landeros Gallegos lo industrializó con la Nissan; después de ellos, pura mediocridad.

Este Miércoles Ciudadano, en su conferencia de prensa, le formulamos solo una pregunta a la alcaldesa Tere Jiménez: “¿Va o no va?”.

Y preguntamos eso porque en estos nuevos tiempos ya no aplica aquello de que “quien se mueve no sale en la foto”, que acuñara Fidel Velázquez por instrucciones presidenciales, para mantener quieta a “la gallera”; ahora lo que aplica, es justamente lo que nos respondió la joven presidenta municipal de la Ciudad de Aguascalientes:

“Quien aspire a gobernar Aguascalientes tendrá que estar a la altura de sus necesidades, a la altura de sus circunstancias”.

Y éste es el punto central de la tragedia política aguascalentense, que no hay “tela de dónde cortar” en su clase política local, que no ha sabido impartir justicia fuera de los intereses de grupo; que no ha tenido talento para crear leyes que cubran las carencias de su ciudadanía; y que no solo no supo ofrecer a sus pobladores las vacunas oportunamente, sino que ni siquiera ha sido capaz de construir un libramiento carretero en que lo más difícil era dejarlo como estaba y lo logró.

En este contexto, preguntarle a Tere Jiménez si va o no va, era más que urgente y necesario, porque sus otros competidores, precisamente distinguidos por su mediocridad, en la que han demostrado su enriquecimiento en los puestos públicos y el abandono de su población, andan desesperados levantando ya la mano.

Cuando le preguntamos a Tere Jiménez que si iba o no, nos respondió al más puro estilo de Fidel Velázquez: “Dejaré un buena administración en marcha a mi sucesor Leo Montañez y me dedicaré a trabajar por Aguascalientes desde la diputación federal”.

– Y si alguno de sus competidores, sin mérito alguno, se le adelanta y se destapa alcaldesa, ¿qué pensaría Usted?

– Ah no, quien aspire a gobernar a Aguascalientes tendrá que estar a la altura de sus necesidades, a la altura de sus circunstancias?

Otra forma, tanto elegante y discreta, cuanto pragmática y correcta, de decir: “Sí voy”.

Y ahí es donde justamente, “la marrana torcerá el rabo”, porque no hay en Aguascalientes perfiles políticos a la altura de las necesidades de su población y menos aún, de sus circunstancias.

Se requiere un gobernante que ponga a Aguascalientes no solo en el mapa geográfico del país, sino también en el del Gobierno Federal, que convenza a la 4T de sus existencia y que haga valer su peso específico y cuyo mandato le aporte a los aguascalentenses todos los beneficios del Pacto Federal.

LA COSA ES QUE…

Y la única figura política con esa capacidad, no hay más, es precisamente Tere Jiménez, independientemente de que esté desperdiciando su potencial con la palanca de velocidades en punto muerto, cuando otros más desdibujados pero soñadores, ya le dieron vuelta a todo el circuito a 200 kmph.

Gústenos o no, estamos ya en Modo Sucesión Presidencial y debemos ponernos a la altura de los nuevos paradigmas políticos. El miedo ya no aplica en política.

Qué tal.

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