COSA DE PRENSA / La Sucesión Presidencial 17

Asesinan al presidente de Haití, Jovenel Moise, que se había opuesto al hiperactivismo de uno de los dueños del poder económico mundial: George Soros.

  • La mano negra en la sucesión de AMLO
  • Bilderberg, EEUU, Soros, medios, Claudio X
  • Asesinato de Moise en Haití y focos rojos
  • La gran prensa reptiliana, draconiana y gris

Javier Rodríguez Lozano

Viernes 9 julio 2021.- Bueno, ya habíamos empezado a bracear en las turbulentas aguas de la Sucesión Presidencial y no nos íbamos a agarrar de la primera boya que encontráramos:

¿Hay mano negra en la Sucesión Presidencial 2024 de México?

¿Por qué a Estados Unidos no le interesa responder a la protesta de México, sobre financiamiento a ongs adversarias como la de Claudio X.?

Aquí nosotros creemos que sí hay mano negra, indudablemente, y cada vez las señales son tanto más ostensibles cuanto más preocupantes, por lo que el dueño de la baraja por ahora -Andrés Manuel López Obrador- las hace ocupantes; él se ocupa de todas las señales.

Cuando asume el control de su partido y las riendas de su Sucesión Presidencial la geopolítica le responde con algunos hechos contundentes:

  • El asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moise, que se había opuesto al hiperactivismo de uno de los dueños del poder económico mundial: George Soros.
  • El antagonismo absoluto de la gran prensa global contra el presidente López Obrador, para defender a empresas neoliberales que sangraban al pueblo de México.
  • El protagonismo del vocero de ese poder económico mundial, el periódico español El País, para imponer a sus precandidatos Ricardo Anaya y Ricardo Salinas Pliego.
  • Y la campaña antilopezobradorista operada por Soros a través de financiamiento estadunidense al ultraconservadurismo mexicano con gente como Claudio X, incluidos los medios de comunicación.

Dado el criterio intelectual que los distingue, como implante de extraterrestres reptilianos, draconianos o grises, aún vigentes, uno que otro columnista de la gran prensa se tomará la molestia de asignarle a este texto la categoría de “conspiranoia”, porque no fueron programados para entender estos datos duros.

Sin embargo, para entender mejor toda esta fenomenología que está ya presente en la Sucesión Presidencial de AMLO, sería sano leer al menos al lituano Daniel Estulin y a la sevillana Cristina Martín Jiménez, quizás y con mucho, los mejores cronistas del poder económico mundial llamado El Club Bilderberg, de lectura solo para inteligencias de la quinta dimensión.

Estulin, con una gran amor a México porque aquí ha vivido algunos años, y Cristina, periodista excepcional por su independencia, revelan con toda claridad los vínculos del poder económico mundial, en el que George Soros monopoliza un liderazgo sangriento, como se acaba de demostrar en Haití con el asesinato del presidente Jovenel Moise.

Es también, ¿por qué no decirlo con todas sus letras?, un tema en que el mejor politólogo de México, Andrés Manuel López Obrador, no ha abrevado lo suficiente.

De haberlo hecho habría entendido mejor (y no les soltaría tanto dinero) el papel estratégico de las agencias de la Organización de Naciones Unidas en la pandemia y las vacunas, y las principales características, no siempre éticas y democráticas de su Gobierno Global.

En este escenario, al menos que le pregunte a Alfredo Jalife.

López Obrador convocó a sus adversarios ya agrupados en la pasada elección que perdieron, “con todo y sus medios de comunicación”, a que se vuelvan a agrupar en su contra:

“Porque es muy interesante, porque al final es un desafío y es el poder demostrar cómo va avanzando la conciencia ciudadana, el cambio de mentalidad del pueblo, que eso lo más importante de todo, más que las obras materiales”.

Sin embargo, en el plano internacional López Obrador atesora otros datos que le dan lo que para sus adversarios es un lujo: Serenidad.

Ha dicho al respecto:

“México ahora tiene mayor prestigio en el mundo y en el terreno económico, por ejemplo, es de los países más atractivos del mundo para invertir, es de los países que tiene muchísimas más posibilidades de crecimiento, de desarrollo y desde luego muchísimas más posibilidades de progreso con justicia, de que haya bienestar; entonces, vamos hacia adelante”.

Imaginemos, en el plano doméstico, el pánico de otros funcionarios como los gobernadores y alcaldes o legisladores, ante la desaparición del fuero que propone el tabasqueño:

“Y ojalá y se quiten todos los fueros, no sólo el del presidente, sino que se les quite el fuero a los gobernadores, a los diputados, a los senadores, a todos”.

No cabrían en las cárceles privatizadas por el neoliberalismo.

Otra de las espinas, remachada un día y otro también por los grandes medios de comunicación en México y el mundo, es la indiferencia con que Estados Unidos ve a México y a su coyuntura histórica.

Un reportero le pregunta a AMLO:

“Presidente, hoy se cumplen dos meses de que se envió la nota diplomática a la Embajada de Estados Unidos por el tema de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad, y todo este financiamiento que existe a organizaciones de parte de ese gobierno. Preguntarle si ¿ya hubo alguna respuesta o si tienen conocimiento de que va a haber respuesta o algo?”.

El Presidente López Obrador respondió desesperanzado:

“Pues estamos esperando la respuesta. Y tiene que haber una respuesta, porque no debe -lo digo de manera respetuosa- el gobierno de Estados Unidos estar financiando a grupos francamente opositores a un gobierno legal y legítimamente constituido, no corresponde a un gobierno extranjero intervenir en asuntos de nuestro país, a ningún gobierno extranjero; además, es hasta ilegal, no pueden recibirse fondos con propósitos políticos de gobiernos extranjeros”.

Lamentó:

“Entonces, estamos esperando la respuesta para que se cancelen esos financiamientos. Muchos de los comentaristas, intelectuales orgánicos, forman parte de este grupo que recibe financiamiento del gobierno de Estados Unidos, que cobran en la Embajada de Estados Unidos”.

Hay otra respuesta que Andrés Manuel se ha negado a entender, no en la forma, sino al menos en el fondo: Que Joe Biden no es legal, porque se robó las elecciones, y eso todo el mundo lo sabe, menos la gran prensa mundial, incluida la mexicana.

LA COSA ES QUE…

Por eso y nada más que por eso es que Andrés Manuel López Obrador es dueño absoluto de su proceso de Sucesión Presidencial, al que ahora sus adversarios le quieren echar montón de aspirantes para enrarecer su lista de seis reconocidos liberales y dignos representes del momento histórico del liberalismo mexicano.

¿Qué hacer con los focos rojos prendidos?

Estar al pendiente.

Qué tal.

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