PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA / Nuevo Modelo Laboral, Primera Etapa

CIUDAD DE MÉXICO, jueves 19 noviembre 2020.- MODERADOR: Damos la bienvenida al presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, licenciado Andrés Manuel López Obrador, y autoridades que lo acompañan.

Preside este evento: un Nuevo Modelo Laboral, primera etapa, el presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, licenciado Andrés Manuel López Obrador.

Lo acompañan la secretaria del Trabajo y Previsión Social, Luisa María Alcalde Luján; la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero; el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea; el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Senadores de la LXIV Legislatura, senador Óscar Eduardo Ramírez Aguilar.

El gobernador constitucional del estado de San Luis Potosí y representante de los estados de la primera etapa de la implementación del Nuevo Modelo Laboral, Juan Manuel Carreras López; el gobernador constitucional del estado de Campeche, Carlos Miguel Aysa González; el gobernador constitucional del estado de Durango, José Rosas Aispuro Torres; el gobernador constitucional del Estado de México, Alfredo del Mazo Maza; el gobernador constitucional del estado de Zacatecas, Alejandro Tello Cristerna.

Asimismo, damos la bienvenida a los representantes de los trabajadores y líderes sindicales, representantes del sector empresarial y del Poder Judicial, miembros del gabinete que nos acompañan y funcionarios del gobierno federal y gobiernos estatales, así como a los medios de comunicación y a quienes nos siguen a través de las redes sociales en todo el mundo.

Todas y todos ustedes sean bienvenidos.

Los invitamos tomar sus lugares.

A continuación, se llevará a cabo la proyección del video: Inicio del nuevo modelo laboral, primera etapa.

(INICIA VIDEO)

VOZ MUJER: Hoy es un día fundamental para nuestro país, inicia un nuevo modelo de justicia, libertad y democracia en el mundo del trabajo.

Campeche, Chiapas, Durango, Estado de México, San Luis Potosí, Tabasco, Zacatecas e Hidalgo formarán parte de la primera etapa de implementación de la reforma laboral.

Las y los trabajadores recuperan la libertad de decidir quiénes los representan y participar en la negociación de sus contratos colectivos. A través del voto personal, libre, directo y secreto elegirán a sus dirigentes y aprobarán sus condiciones de trabajo.

Se termina con la votación a mano alzada a través de delegados y se rescata la negociación colectiva como el corazón de las relaciones laborales.

Se eliminan los contratos de protección firmados a sus espaldas y sin su consentimiento, y se protege la libertad de cada trabajador para decidir si pertenece o no a un sindicato, o de constituir uno nuevo.

Se termina con la extorsión de falsos líderes y con los llamados sindicatos blancos donde ningún trabajador conoce a sus representantes.

A partir de hoy, el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral, los centros estatales de conciliación y los tribunales laborales federales y locales inician sus operaciones.

Los Centros de Conciliación comenzarán a recibir asuntos en materia individual y colectiva.

El nuevo modelo laboral apuesta por la conciliación, la posibilidad de que trabajadores y empleadores intenten solucionar sus diferencias sin ir a juicio con el apoyo de mediadores profesionales en un ambiente confidencial y seguro que facilite el diálogo y permita la búsqueda de equilibrios.

Si no concilia en 45 días, el asunto se resolverá en un tribunal laboral del Poder Judicial a través de un juicio oral en presencia de un juez con procedimientos cortos, eficientes y modernos.

Las Juntas de Conciliación y Arbitraje cerrarán sus puertas en los estados de la primera etapa y se dedicarán a concluir los asuntos pendientes.

Así, tras 18 meses de trabajo intenso y de una coordinación institucional sin precedentes, arrancamos la primera etapa de la transformación más importante de nuestro mundo del trabajo de los últimos 100 años en beneficio de trabajadores, empleadores y de México en su conjunto.

Estamos listos.

VOZ MUJER: Gobierno de México.

(FINALIZA VIDEO)

MODERADOR: Escuchemos el mensaje de bienvenida a cargo de la secretaria del Trabajo y Previsión Social, maestra Luisa María Alcalde.

LUISA MARÍA ALCALDE LUJÁN, SECRETARIA DEL TRABAJO Y PREVISIÓN SOCIAL: Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador; ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Zaldívar; gobernadores constitucionales de los estados de San Luis Potosí, Campeche, Durango, Estado de México y Zacatecas; representantes de los gobernadores de los estados de Chiapas y Tabasco, que por los eventos recientes que ya conocieron, no pudieron acompañarnos el día de hoy.

Senador Óscar Eduardo Ramírez, presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República; representantes de las organizaciones de trabajadores y de empleadores más representativas del país, secretarios Olga Sánchez Cordero, Graciela Márquez y Arturo Herrera; ministro Fernando Franco; director de la OIT; funcionarios del Poder Judicial Federal y del Centro Federal de Conciliación y Registro, invitadas e invitados:

Hoy inicia un proceso histórico. Después de años de espera y décadas de lucha, vemos implementada la primera etapa del nuevo modelo laboral, un modelo que rompe con paradigmas y vicios del pasado e inicia una transformación, quizá la más importante en las últimas décadas, haciendo realidad la libertad, la democracia y el acceso a la justicia en el mundo del trabajo. A partir de la publicación de la reforma del 1º de mayo del año pasado inició la coordinación institucional de los distintos actores involucrados para la puesta en marcha de esta aspiración.

Debemos decir que no fue una tarea sencilla. Como en otros planes que estaban en marcha, se atravesó la pandemia, así que hoy debemos reconocer el esfuerzo y compromiso de los gobernadores aquí presentes, de los congresos de los estados, del Poder Judicial Federal y de los poderes judiciales de los estados, así como de los sindicatos y los empleadores que permiten hoy dar el banderazo de inicio.

Estos cambios consolidan la visión del proyecto de nación de garantizar la democracia en todos sus ámbitos; muestra el compromiso firme asumido frente a nuestros socios comerciales, Estados Unidos y Canadá plasmados en el T-MEC; y dan respuesta a una deuda histórica.

Queremos construir en México un mercado laboral que garantice el respeto de los derechos individuales y colectivos, y estimule el diálogo social y productivo como la vía idónea para alcanzar equilibrios, porque sabemos que esto generará mayor certidumbre y estabilidad en las empresas y también va a atraer más, pero, sobre todo, mejores inversiones, generando a su vez empleos de mayor calidad, mejores salarios y mejores prestaciones.

Ahora bien, ¿en qué consiste el nuevo modelo laboral?

Primero, decir que la primera etapa está integrada por ocho entidades federativas a nivel federal y siete entidades federativas a nivel estatal: Campeche, Chiapas, Durango, Estado de México, San Luis Potosí, Tabasco, Zacatecas y en el caso de Hidalgo, a nivel federal, y se empatará en algunos meses.

Son tres pilares los que sostienen la reforma: Nueva justicia laboral, democracia sindical y negociación colectiva.

¿De dónde venimos y hacia a dónde vamos?

Respecto a la justicia laboral, antes teníamos una justicia lenta, con asuntos que tardaban por lo menos cuatro años en resolverse. Juicios parciales y discrecionales a cargo de las Juntas de Conciliación y Arbitraje y las Juntas Locales de Conciliación y Arbitraje que dependen de los poderes Ejecutivos que, a diferencia de las otras materias, tenían esta excepcionalidad, precisamente, para mantener el control.

Procedimientos opacos, muchas veces viciados, con recursos dilatorios que entorpecían el proceso, con los famosos ‘coyotes’, que conocemos muy bien, que hicieron una industria de litigio en perjuicio de trabajadores y de empleadores.

Falta de modernización tecnológica ocasionando retrasos, desorden y poca transparencia.

Justicia laboral. Ahora, se establece un nuevo procedimiento mucho más eficiente que apuesta por la conciliación, un periodo de 45 días para lograr un acuerdo y sólo aquellos que no puedan resolver sus diferencias a través del diálogo pasarán a los tribunales laborales con juicios de no más de seis meses.

Para ello se crean los Centros de Conciliación con autonomía técnica y de gestión, con una etapa de conciliación obligatoria. No será obligatorio conciliar, pero sí asistir para intentarlo.

Conciliadores profesionales e imparciales que ayuden a las partes a entenderse y alcanzar un punto de equilibrio, herramientas tecnológicas modernas, incluyendo solicitudes en línea, buzón electrónico y notificaciones virtuales.

Se crean también los tribunales laborales dependientes del Poder Judicial, con juicios orales en presencia de un juez proactivo, con amplias facultades para conducir el proceso, procedimientos ágiles donde en dos audiencias se depura el procedimiento, se desahogan las pruebas y también se emite sentencia.

Jueces y operadores independientes seleccionados mediante concursos abiertos.

El segundo pilar es la democracia sindical. Antes, y no generalizamos, había procesos con limitaciones en cuestiones democráticas y poca transparencia, votaciones a mano alzada y trabajadores que en muchas ocasiones eran forzados a pertenecer a determinados sindicatos.

Ahora, la piedra angular del nuevo modelo es el voto personal, libre, directo y secreto; proporcionalidad de género en las directivas sindicales; transparencia y rendición de cuentas; verificación por la autoridad de los procesos democráticos.

Y el tercer pilar, la negociación colectiva. Antes, una alta presencia de contratos de protección, contratos que no se revisaban o estaban inactivos y sindicatos muchas veces sin representatividad que extorsionaban a empleadores, principalmente en el sector de la construcción y del transporte.

La negociación colectiva. Ahora, contratos colectivos conocidos y aprobados por los trabajadores; para firmar un contrato colectivo se debe acreditar, primero, el respaldo de por lo menos el 30 por ciento de trabajadores.

Lo contratos colectivos existentes deben ser legitimados por los trabajadores a fin de depurar acuerdos sin respaldo.

Y, finalmente, las revisiones contractuales, que se dan cada dos años, deben ser respaldadas por los trabajadores.

Estos cambios consolidan esta visión que tenemos hoy.

Y consideramos fundamental el poder estar hoy aquí. Como en todas las transformaciones de gran calado, entendemos que este proceso no estará libre de obstáculos, pues no se trata sólo de un cambio de normas, sino fundamentalmente de un cambio de cultura.

El gran reto ahora consiste en que trabajadores y empleadores se apropien de la reforma, que la conozcan, la hagan suya y la defiendan.

Creo que debemos sentirnos muy orgullosos de haber trabajado en equipo.

Muchas gracias.

MODERADOR: Pedimos la palabra al gobernador constitucional del estado de San Luis Potosí, doctor Juan Manuel Carreras López.

JUAN MANUEL CARRERAS LÓPEZ, GOBERNADOR DE SAN LUIS POTOSÍ: Señor licenciado Andrés Manuel López Obrador, presidente de México; ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; senador Óscar Eduardo Ramírez Aguilar, presidente de la Mesa Directiva del Senado; maestra Luisa María Alcalde Luján, secretaria del Trabajo; ministra Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación; asimismo saludo al secretario de Hacienda y Crédito Público, Arturo Herrera; y a la secretaria de Economía, Graciela Márquez.

Estimados compañeros gobernadores de los estados de Campeche, Carlos Miguel Aysa González; de Durango, José Rosas Aispuro Torres; del Estado de México, Alfredo del Mazo; y de Zacatecas, Alejandro Tello Cristerna.

Señores magistrados y titulares de organismos e instituciones vinculadas con el ámbito laboral, la conciliación y la defensa del trabajo; distinguidos representantes de organizaciones patronales y de trabajadores de todo el país; señoras y señores; invitados especiales; amigas y amigos todos.

Es para mí un gusto y un honor poder estar aquí acompañando al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, a los Poderes de la Unión y a los sectores productivo y social del país a este importante acto de arranque de la implementación del nuevo modelo laboral en su primera etapa.

Fruto de reformas constitucionales y de acuerdos alcanzados con el nuevo Tratado Comercial de México, Estados Unidos y Canadá, hoy México cuenta en materia laboral con un nuevo diseño institucional caracterizado por organismos autónomos conciliatorios y juzgados laborales dependientes del Poder Judicial, dotados de autonomía en sus decisiones y que garantizan la imparcialidad en sus actuaciones.

En esta nueva instrumentación se fortalecen, sin duda, los medios alternativos de solución de conflictos, que constituyen una inmejorable opción para evitar procedimientos largos, tediosos y costosos, tanto para las partes como para el Estado.

La creación de los Centros de Conciliación Laboral ha implicado recorrer un largo trayecto que ha buscado preservar la paz laboral del país y al mismo tiempo acercar la justicia a los trabajadores.

Con la institución de la conciliación previa se amplía la oportunidad de acceso a la resolución de los conflictos laborales, lo que además reduciría los litigios, aliviaría el sistema jurisdiccional laboral de una excesiva carga de trabajo y evitará las demoras, formalidades y exigencias procesales que forman parte del procedimiento laboral, reduciendo así costos para todos, como nos lo acaba de explicar la secretaria del Trabajo.

De esta manera, estamos transitando hacia un sistema en que muy posiblemente los juicios laborales sean los casos de excepción y la regla general sea la conciliación. Con ello esperemos que siempre ganen los trabajadores, el sector productivo y, por supuesto, México.

Si esta reforma era necesaria desde hace tiempo, lo es hoy con mayor razón en medio de la crisis económica causada por la irrupción del COVID-19, nuestro sistema laboral, hoy más que nunca, necesita agilidad, cercanía de las partes, mayor eficacia y menores costos para todos, y al mismo brindar protección a los trabajadores.

Señor presidente de la República.

Tenga la certeza que, en la instrumentación de esta importante reforma, los gobiernos estatales avanzaremos hombro con hombro con su administración, con los trabajadores y los sectores productivos para hacerla viable por el bienestar de los mexicanos.

En este sentido, los gobiernos de los estados continuaremos trabajando con las organizaciones sindicales a efecto de que armonicen sus estatutos a las disposiciones constitucionales, incluyendo los principios de democratización, es decir, el voto libre, secreto y directo de los trabajadores en la toma de decisiones importantes de su sindicato, como son las elecciones de sus directivas y la validación de los contratos colectivos de trabajo.

Y, asimismo, continuaremos con la transferencia de todos los archivos, como son registros sindicales, modificaciones estatutarias, reglamentos de trabajo, a la autoridad federal, al nuevo Centro Federal de Conciliación y de Registro Laboral para que exista unidad y certeza de dicha información para todos los interesados.

Hoy los gobiernos estatales refrendamos nuestra voluntad para hacer que esta reforma cumpla con un doble propósito, ser el elemento que fortalezca nuestro Estado de derecho e impulse las inversiones y el empleo en México y, al mismo tiempo, sea promotora de la justicia social basada en la defensa de los derechos de los trabajadores.

Muchas gracias.

MODERADOR: Procedemos con las palabras del presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Senadores, senador Oscar Eduardo Ramírez Aguilar.

ÓSCAR EDUARDO RAMÍREZ AGUILAR, PRESIDENTE DE LA MESA DIRECTIVA DE LA CÁMARA DE SENADORES: Saludo con aprecio y respeto al presidente constitucional de México, el licenciado Andrés Manuel López Obrador; al ministro presidente, Arturo Zaldívar Lelo De Larrea.

Saludo al gobernador Juan Manuel Carreras, gobernador constitucional de San Luis Potosí; a la secretaria del Trabajo y Previsión Social, maestra María Luisa Alcalde Luján; a la ministra y secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero; a los gobernadores, al secretario de Hacienda, a la secretaria de Economía, a los organismos empresariales y sindicales aquí representados.

Corría el mes de enero de 1917, circulaba entonces un proyecto de dictamen que incorporaban el artículo 5º y 123 constitucional, este, sin duda, fue un debate muy amplio allá en el Constituyente en Querétaro, uno de los debates que quedaron registrados en la historia, porque tenía los principios de justicia, libertad y equidad.

El mundo vio por primera vez reconocidos en una Constitución Política los derechos de los trabajadores en condiciones de igualdad frente a los contratantes de estos servicios.

Una época difícil, una época donde el abuso era común del capitalismo imperialista.

En este mes revolucionario, bien vale la pena recordar al general Francisco Múgica, quien fue clave porque le tocó presidir la comisión dictaminadora de estos artículos, desde luego modificó el proyecto de dictamen para impregnarle un sentido social.

Un gran constituyente Alfonso Cravioto, que manifestó en ese debate que la constitución que discutíamos en ese momento en materia de derechos laborales se equiparaba a la constitución emanada de la Revolución Francesa. Esos eran los principios que motivaban en ese momento.

Sin duda, hoy vivimos momentos de transformación, con el nuevo modelo se pone en marcha, hoy como ayer, un nuevo espíritu patriótico.

Resuenan los ecos de las voces de aquellos que nos precedieron, desoírlo sería ir en contra de nuestra visión de justicia, legislar en consecuencia y contribuir al legado de la patria seguirá siendo motivo de orgullo y compromiso con las aspiraciones más legítimas de los trabajadores.

Señor presidente Andrés Manuel, señor ministro presidente Arturo Zaldívar.

El 1º de mayo del 2019 quedará registrado en los anales de la historia la publicación de la reforma en materia de justicia laboral, libertad sindical y negociación colectiva.

La gran apuesta de esta reforma es la conciliación, se prevé que el 60 por ciento de los conflictos que se susciten entre trabajadores y patrones no tengan la necesidad de llegar a un juicio, sino tendrán la posibilidad de alcanzar una negociación.

La libertad, la autonomía y la democracia sindical son principios garantizados en la Constitución y en la ley.

También hay que reconocer, en esta reforma, que se integra a las trabajadoras del hogar como sujetos de pleno derecho habiendo sido una población históricamente discriminada.

Por ello, comulgamos con el pensamiento del prócer de la transformación, que el poder sólo tiene sentido y se convierte en virtud cuando se pone al servicio de los demás.

Muchas gracias.

MODERADOR: A continuación, pedimos la palabra al presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea.

ARTURO ZALDÍVAR LELO DE LARREA, PRESIDENTE DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN: Señor licenciado Andrés Manuel López Obrador, presidente de los Estados Unidos Mexicanos; señor presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República; señor ministro Fernando Franco; señora secretaria del Trabajo y Previsión Social; señora secretaria de Gobernación; señor secretario de Hacienda; señora secretaria de Economía; señores gobernadores; distinguidos invitados especiales; señoras y señores.

El día de hoy inicia la primera etapa de implementación de la reforma al Sistema de Justicia Laboral y Negociación Colectiva, una reforma histórica que, en su vertiente de impartición de justicia, marca la transición a un modelo de resolución de disputas laborales en sede jurisdiccional en el que, por primera vez, jueces, juezas independientes e imparciales, serán los encargados de adjudicar los derechos de las partes desde una perspectiva normativa constitucional.

Se trata de una reforma que salda una deuda histórica en términos de acceso a la justicia laboral y que transforme el paradigma bajo el cual ésta se imparte, para avanzar a un sistema en el que los derechos laborales sean plenamente exigibles, en el que los juicios sean justos y en el que se desarrolle una doctrina jurisprudencial, sólida, consistente y coherente, que brinde seguridad jurídica y previsibilidad en el ámbito de las relaciones laborales.

El esfuerzo institucional que ha supuesto para el Estado mexicano la implementación de esta reforma es enorme. Ha implicado retos en términos de capacitación, infraestructura, tecnologías de la información, logística, administración y coordinación. Todo ello, además, en el contexto de la pandemia, la cual no impidió que los trabajos siguieran su curso, pero sí impuso dificultades adicionales.

En este sentido, reconozco la labor y el liderazgo de la secretaria del Trabajo y Previsión Social, Luisa María Alcalde, al frente del Consejo de Coordinación encargado de esta tarea.

Y agradezco al ministro Fernando Franco la representación del Poder Judicial de la Federación que ostenta ante dicha instancia y que ha ejercido con talento y dedicación.

Gracias al esfuerzo interinstitucional coordinado pudimos cumplir en tiempo y forma con la meta trazada.

La justicia federal en materia laboral que hoy se inaugura será paritaria, en la línea de las políticas que hemos implementado en el Poder Judicial de la Federación, lo que marca un hito para la igualdad sustantiva entre hombres y mujeres.

La integración paritaria de los tribunales laborales reflejará de mejor manera la composición de nuestra sociedad y dará igual oportunidad a hombres y mujeres de contribuir con sus habilidades a la consolidación de esta nueva rama de la justicia, removiendo así las barreras que por mucho tiempo han impedido a las mujeres participar en todos los ámbitos de la vida pública y en los espacios de toma de decisiones.

La paridad aportará una visión más completa y equilibrada al desarrollo de la jurisprudencia laboral y fomentará ambientes laborales y de atención al público libres de sexismo y de violencia de género. Será una justicia laboral moderna, sustentada en el uso de herramientas tecnológicas que brindarán celeridad, accesibilidad y confiabilidad a los procesos.

Será una justicia laboral de calidad, impartida por operadores especializados y altamente capacitados, que, por primera vez, accedieron a sus cargos mediante concursos abiertos de oposición para todas las plazas.

Pero para el Poder Judicial Federal el reto más importante, a partir de ahora, es el de contribuir a recuperar la confianza social en la justicia del trabajo.

Tenemos por delante la tarea de hacer efectivo el acceso a la justicia laboral, lo cual es un anhelo añejo y una demanda social inaplazable; una justicia laboral con rostro humano que asuma, sin ambages, su papel constitucional en la consecución de una mayor justicia social para las y los trabajadores.

Correlativamente, tenemos el deber de consolidar una justicia laboral que fortalezca el Estado de derecho, una justicia laboral expedita, imparcial y profesionalizada que brinde certeza y seguridad jurídica, tanto a trabajadores como a empleadores, y que genere un clima de confianza que sea propicio para las inversiones necesarias para el desarrollo de nuestro país.

Justicia social y Estado de derecho deben ser los pilares de la justicia laboral, deben orientar el desarrollo jurisprudencial y ser la base de un nuevo modelo de relaciones laborales en el que estén garantizados los derechos de todas las partes.

Ninguna reforma legal tiene capacidad por sí sola de transformar la realidad, son las personas encargadas de su aplicación, particularmente las personas juzgadoras, las que le dan pleno sentido y operatividad, las que le dan su dimensión y efectividad.

Hemos pasado de la expedición y promulgación de la reforma laboral a su implementación material. Toca ahora darle sentido y contenido final a partir de los casos que se nos presenten para concretar así la laboral legislativa.

Toca construir un cuerpo de precedentes que permita hacer realidad los fines de la reforma en la sociedad y en la vida de las personas.

Es tal el sentido, que las personas juzgadoras son agentes de transformación social, es en tal sentido que participan en la creación de un país más justo y más igualitario.

La responsabilidad es grande, pero la asumimos con determinación y entusiasmo.

Con ello estamos comprometidos y en ello seguiremos trabajando.

Muchas gracias.

MODERADOR: Estimado público, escuchemos el mensaje que nos dirige el presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, licenciado Andrés Manuel López Obrador.

PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: Amigas, amigos, ciudadanos gobernadores, ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; senador Óscar Eduardo Ramírez Aguilar, presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Senadores; dirigentes empresariales, dirigentes obreros, servidores públicos, ciudadanos todos.

Me da mucho gusto participar en este acto que significa poner en práctica la reforma laboral que se aprobó el año pasado.

Suele pasar, suceder, que se hacen modificaciones en la Constitución, en las leyes, pero esos principios, esas normas no se aplican, no se llevan a la práctica.

Por eso es importante este acto, porque ya se inicia el procedimiento para llevar a la práctica lo aprobado en la nueva reforma laboral: el hacer realidad, con otros procedimientos democráticos, de justicia social, la nueva ley electoral, la justicia laboral, buscando, como lo establece la Constitución, el acuerdo, el diálogo entre las partes, el que se concilie, que haya este periodo de conciliación entre los trabajadores y los empresarios, los empleadores. Esto es muy importante, esta etapa de conciliación.

Si no se logra la conciliación, que estoy seguro va a lograrse en buena medida y va a tener buenos resultados, pues entonces se acude a los tribunales laborales. Ya no es la Junta de Conciliación, sino el tribunal.

Y esto es un cambio también profundo, estructural, porque la justicia laboral va a depender del Poder Judicial, ya no es sólo la participación del sector obrero, el sector empresarial y del Ejecutivo que a veces era el poder de los poderes.

Ahora es un tribunal independiente del Poder Judicial, esto fortalece la división, el equilibrio entre los poderes.

Esta reforma también contempla el que se haga realidad la democracia laboral, que los trabajadores elijan libremente a sus representantes, que haya voto directo, secreto, que no haya imposiciones, que podamos avanzar en el establecimiento de la democracia en el terreno de lo laboral.

Y desde luego esta reforma, que coincide con nuestros ideales de transformación, viene también a ser una respuesta a la petición que se formuló desde Canadá y Estados Unidos como requisito para la firma del nuevo tratado.

Cuando se está negociando el nuevo tratado, uno de los elementos, una de las demandas principales era que se llevara a cabo la reforma laboral y que se convirtiera en realidad la justicia laboral.

Ya nosotros habíamos avanzado, en eso coincidíamos, por eso no tuvimos ningún problema y se llegó a este acuerdo, por eso también votaron y aprobaron el nuevo tratado comercial con Canadá y Estados Unidos legisladores de los dos partidos, en el caso de Estados Unidos.

Es muy importante el que empecemos ya a dar los primeros pasos para llevar a la práctica esta reforma que se viene preparando, como aquí se ha dicho, de tiempo atrás.

Agradecerles a todos los que han participado en la formación de los nuevos servidores públicos, jueces que van a hacerse cargo de la aplicación de la reforma.

Agradecerles mucho a los gobernadores por su apoyo, es el inicio, se va a comenzar con ocho estados, y poco a poco vamos a cubrir todo el país, se va a aplicar la reforma en todo México y vamos a dejar las bases para una relación nueva en esta materia de justicia laboral. Es todo un acontecimiento el que se esté logrando llevar a la práctica esta reforma.

Muchas gracias a todas, a todos de nuevo.

No se podría avanzar si no es con el apoyo de los dirigentes obreros, agradecerles mucho porque se llegó a un acuerdo; había, como es natural, diferencias, había dudas, pero se llegó a un acuerdo en todo lo que es el sector obrero, hubo consenso.

Lo mismo, agradecerles a los empresarios, a todo el sector privado, también con sus dudas, resistencias, pero se llegó al acuerdo y hubo consenso.

Esto es muy importante, el que logramos esta reforma laboral por consenso.

Agradecerles a los legisladores, diputados, senadores que también ayudaron mucho, de todos los partidos, para que se aprobara la reforma laboral.

Agradecer, desde luego, al Poder Judicial, a la Suprema Corte de Justicia, por aceptar el reto, el desafío, porque no es tener más atribuciones, más poder, es tener más responsabilidad o todas las facultades, pero también la responsabilidad que implica el hacerse cargo de impartir la justicia laboral.

Muchas gracias a todas, a todos.

Vamos a seguir adelante.

Ahora, por las circunstancias del tiempo, aplica más la frase de que -aunque no sé si lo logré-, de ‘bueno y breve, doblemente bueno’.

Muchas gracias.

 

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