COSA DE PRENSA

 

  • Exterminio, tortura y asesinato
  • Cae líder Ignacio Salas Obregón
  • Liga, movimiento independiente

 

Javier Rodríguez Lozano

 

AGUASCALIENTES, Ags., jueves 26 septiembre 2019.- Continuamos con el texto de Jesús Ramírez Cuevas, titulado “Liga Comunista 23 de Septiembre Historia del Exterminio”. Nos quedamos cuando en Guadalajara La Liga secuestra al cónsul británico Duncan Williams y al empresario Fernando Aranguren. El gobierno mexicano rechaza negociar con la Liga y ésta decide ejecutar a Aranguren y liberar al diplomático inglés. A partir de ese momento, el gobierno mexicano lanza una campaña de exterminio contra la Liga mediante el asesinato, la tortura y la desaparición. Miguel Nazar Haro, subdirector de la Dirección Federal de Seguridad (DFS) declara esos días a la prensa: “La cacería ha comenzado”. Semanas después, agentes bajo el mando de Nazar Haro, detienen en el DF a Ignacio Olivares Torres, Sebas, y a Salvador Corral, Roberto, de la dirección nacional de la Liga. Ambos son destrozados literalmente en la tortura. De acuerdo con diversos testimonios, a Ignacio Olivares le destrozan todos los huesos, le meten clavos en las rodillas, en los hombros y le estallan la cabeza. A Corral le hacen algo parecido. Como mensaje macabro, a Olivares lo arrojan cerca de la casa de la familia Aranguren en Guadalajara, y a Corral a unos metros de la casa de los Garza Sada en Monterrey. Poco antes, Pedro Orozco Guzmán, responsable del secuestro de Aranguren, es ejecutado por la DFS. Con estos crímenes inician las ejecuciones y desapariciones de la guerra sucia contra la guerrilla. En respuesta, la Liga arrecia sus campañas de propaganda armada, secuestros y robo de bancos. En Sinaloa, el 16 de enero de 1974, día del “ensayo de insurrección general”, cientos de activistas armados se movilizan en el Valle de Culiacán, miles de estudiantes salen a las calles y se les unen más de 10 mil jornaleros agrícolas. La Liga considera un éxito la operación Asalto al cielo, pero el gobierno responde con fiereza. La DFS, el Ejército y policías locales realizan detenciones masivas de estudiantes, asesinan y desaparecen a activistas y a guerrilleros. La Liga efectúa su tercera reunión nacional el 4 de abril de 1974. Ahí decide construir un ejército guerrillero dirigido por una coordinadora nacional, integrada por los dirigentes de las agrupaciones unificadas. El buró político es encabezado por Ignacio Salas Obregón, José Ángel García Hernández, Rodolfo García Gómez y Manuel Gómez García. Se crea un Comité Militar que dirige los operativos. Los militantes se organizan en brigadas, coordinadas por comités estatales y locales. Sin embargo, el 29 de abril es detenido el principal dirigente de la Liga, Ignacio Salas Obregón, tras un enfrentamiento con policías de Tlalnepantla, estado de México. Se disuelve la coordinadora nacional y la dirección es retomada por el comité de redacción del periódico Madera, el órgano central de la organización. Entre 1974 y 1976, la Liga entra en un “periodo gris” y enfrenta un debate interno entre las tendencias militaristas y las que privilegian el trabajo político de masas. Aumentan sus acciones armadas en medio del acoso policiaco, incluidos los asesinatos de policías. El 11 de agosto de 1976, David Jiménez Sarmiento, Chano, encabeza un comando que intenta secuestrar a Margarita López Portillo, hermana del presidente electo. El operativo fracasa y muere abatido Jiménez, considerado el último dirigente histórico de la Liga. Tras su muerte, Luis Miguel Corral García, El Piojo Blanco, retoma la dirección y se convierte en “el hombre más buscado por la policía”. En ese año, el gobierno crea la Brigada Blanca, un grupo antiguerrilla integrado por policías y militares. Formalmente era dirigido por dos coroneles del Ejército mexicano, pero en los hechos estaba bajo el control de Miguel Nazar Haro, subdirector y después director de la DFS. La Brigada Blanca trasladaba a los guerrilleros detenidos al Campo Militar Número Uno y a otras cárceles clandestinas. Mediante la tortura física y psicológica obtenía información que le sirvió para acabar con la Liga. Cambio de estrategia. Al arreciar la represión, la Liga cambia de estrategia, señalan varios sobrevivientes. Entre 1975 y 1976 ocurren muchas “detenciones y desapariciones” y al mismo tiempo el periódico Madera alcanza un tiraje de 40 mil ejemplares mensuales, revela Heladio Torres. Y agrega: “Entonces, la principal actividad de la Liga era política, de propaganda revolucionaria en zonas obreras y populares, aunque se le identifica más por los secuestros y por las expropiaciones”. En 1977 y 1978, asegura Jaime Laguna, “la orientación central de la orga -como le llama- fue abordar las tareas frente a la movilización de las masas y la creación de bases de apoyo”. Las acciones militares -explica por su parte Alvaro Mario Cartagena López, quien en su momento fue uno de los guerrilleros más buscados- ya no se reivindican públicamente, pero en este lapso la Liga profundiza su trabajo político, se forman brigadas en fábricas, campos agrícolas, escuelas y se crea una red de colaboradores.

LA COSA ES QUE…

La Liga -dice Jesús Ramírez Cuevas- se distinguió de otros grupos armados por su independencia, recalca Graciela Mijares. “Nunca recibió entrenamiento, dinero ni apoyo del exterior -aclara. Al contrario, asumió posiciones muy críticas frente al socialismo real, la Unión Soviética, China y Cuba, así como ante el Partido Comunista Mexicano”. Continuamos mañana; qué tal.

 

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