Versión estenográfica de la Ceremonia de Inauguración del XLII Congreso Nacional de Tribunales

Acto público encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, desde la Ciudad de México

MODERADOR: Preside esta Ceremonia de Inauguración de Cuadragésimo Segundo Congreso Nacional de Tribunal, Conatrib, 2019 el presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, licenciado Andrés Manuel López Obrador.

Le acompaña en el presídium:

El presidente del Poder Judicial de la Ciudad de México, magistrado doctor Rafael Guerra Álvarez.

El presidente de la Comisión Nacional de Tribunales Superiores de Justicia de los Estados Unidos Mexicanos y presidente del Poder Judicial del Estado de México, magistrado doctor Sergio Javier Medina Peñaloza.

La jefa de gobierno de la Ciudad de México, doctora Claudia Sheinbaum Pardo.

El representante de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá.

La secretaria de Gobernación ministra en retiro, Olga Sánchez Cordero.

El presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores y gobernador constitucional del estado de Querétaro, Francisco Domínguez Servién.

El fiscal general de la República, doctor Alejando Gertz Manero.

El secretario de Relaciones Exteriores, licenciado Marcelo Ebrard Casaubon.

El consejero jurídico del Ejecutivo federal, licenciado Julio Scherer Ibarra.

La presidenta del Congreso de la Ciudad de México, diputada Isabela Rosales Herrera.

Agradecemos la muy distinguida presencia de las presidentas y presidentes de los poderes judiciales de los estados de la República y a todas y a todos quienes hoy nos acompañan.

Sean bienvenidos.

A continuación, escuchemos el mensaje de bienvenida a cargo del magistrado doctor Rafael Guerra Álvarez.

RAFAEL GUERRA ÁLVAREZ, PRESIDENTE DEL PODER JUDICIAL DE LA CIUDAD DE MÉXICO: Buenos días a todos.

Bienvenidos a esta su casa de justicia de la Ciudad de México.

Licenciado Andrés Manuel López Obrador, presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos; ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá, ministro y representante de la Suprema Corte de la Nación; doctora Claudia Sheinbaum Pardo, líder política de nuestra Ciudad de México; doctor Francisco Domínguez Servién, presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores y gobernador constitucional del estado de Querétaro.

Magistrado doctor Sergio Javier Medina Peñaloza, presidente de la Comisión Nacional de Tribunales Superiores de Justicia de los Estados Unidos Mexicanos y presidente del Poder Judicial del Estado de México; doctor Alejandro Gertz Manero, fiscal general de la República. Le agradezco su presencia.

Señora ministra Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación, gracias, muy amable; licenciado Marcelo Ebrard Casaubon, secretario de Relaciones Exteriores, bienvenido; licenciado Julio Scherer Ibarra, consejero jurídico del Ejecutivo Federal; diputada Isabela Rosales Herrera, presidenta del Congreso de la Ciudad de México.

Vicepresidentes de la Conatrib, también bienvenidos, presidentas y presidentes de todos y cada uno de los poderes de la República, bienvenidos también; igualmente, señoras y señores magistrados del Poder Judicial de la Ciudad de México. Gracias por su presencia y el apoyo para este evento.

Consejeros de la Judicatura de la Ciudad de México, así como del Estado de México. Bienvenidos, gracias por su apoyo y su presencia también.

Señores diputados, diputadas del Congreso de la Ciudad de México. Bienvenidos. Gracias por su apoyo y su compañía.

Invitados especiales, también les agradezco su presencia.

Licenciada Rosa Icela Rodríguez Velázquez, secretaria de Gobierno de la Ciudad de México, gracias; senador Julio Ramón Menchaca Salazar, gracias por su presencia, le agradezco; señora procuradora general de la República, Ernestina Godoy; señor Carlos Aguiar; consejero jurídico de servicios legales, Héctor Villegas Sandoval; secretario del Trabajo, Alfredo Domínguez Marruco; licenciada Paulina Téllez Martínez, bienvenida, licenciada; magistrado Sergio Javier Molina Martínez.

Les agradezco su presencia, a todos y cada uno de ustedes.

Amigas y amigos:

Tener el privilegio de ser anfitriones del Cuadragésimo Segundo Congreso organizado por la Comisión Nacional de Tribunales Superiores de Justicia de los Estados Unidos Mexicanos, representa para el Poder Judicial de la Ciudad de México y el pleno de magistrados de este poder una gran distinción.

Porque la presencia hoy, tanto de los miembros de este honorable presídium, el auditorio que nos honra con su presencia, así como los medios de comunicación y los más de 500 jueces y magistrados que participan en las mesas de trabajo en esta ciudad judicial, además de los que nos siguen en forma directa por transmisión en las 32 sedes judiciales estatales, conjuga para nosotros honor y responsabilidad, distinción y hospitalidad.

Hablo en nombre de todos los miembros que integran la comunidad judicial de nuestra ciudad. Nos encontramos profundamente agradecidos y sobre todo inspirados en su presencia.

Quiero agradecerles en su nombre por el inmenso valor de su participación.

Hoy celebramos este congreso con la firme creencia de que los mejores días de la historia en la historia de México están al frente de nosotros y no en el pasado.

Damas y caballeros:

Cada época ve nacer nuevos retos y en cada momento histórico también nacen nuevos líderes, y se esperan que estos líderes respondan a los desafíos de su sociedad con honorabilidad y justicia.

Señoras y señores:

Esta época es la nuestra y esos líderes somos todos nosotros. El servicio público es una oportunidad para destacar, no por la importancia de la nave que dirigimos, sino por el rumbo que lleva, no por nuestro poder, sino por nuestra humanidad.

Por eso, la inauguración de este congreso debe recordarnos una causa más grande y más universal todavía: la libertad de la especie humana y su derecho natural a la justicia.

Hoy celebramos la aportación que todos y cada uno ustedes, de los aquí reunidos, así como los miembros de la Judicatura en toda la República aportan para que México siga perteneciendo al grupo de naciones libres con instituciones autónomas y encaminadas a la felicidad y la prosperidad humana.

Quiero repetir nuestro reconocimiento a los miles de jueces y magistrados que nos acompañan en esta sede y en las sedes locales de cada Judicatura. Gracias a todos por responder a este llamado, un llamado que resuena con mayor fuerza con la presencia del señor presidente de la República, licenciado Andrés Manuel López Obrador, un llamado que nos convoca a transformar al Poder Judicial, transitar a una nueva época histórica de modernidad en nuestros procedimientos y en nuestros alcances.

Esto debe inspirarnos a cambiar nuestra forma de comunicarnos y convertir el lenguaje de la justicia, conservando la profundidad del criterio jurídico con un idioma más asertivo y abierto a los ciudadanos.

Debe inspirarnos a participar en la era de la información, debe inspirarnos a ver hacia nosotros mismos como elementos de la paz, como hebras en el tejido social y como ejemplos de honestidad, lealtad y patriotismo.

Y como resultado, esperamos que este congreso resuelva algunos de nuestras grandes metas pendientes y gracias a la participación conjunta de las diferentes redes que sesionan en este momento en este encuentro.

Distinguidas y distinguidos invitados:

Esperamos que este congreso brinde los cimientos que tanto necesita nuestro sistema para la nueva época que nuestra nación encara, específicamente me refiero a los pilares fundamentales de este congreso que se basan en los derechos humanos, como es la igualdad de género, el respeto a la vida y a la integridad de las mujeres, así como a la justicia para adolescentes.

Y sé que comparto con mis colegas presidentes integrantes de la comisión el compromiso por avanzar en materia de capacitación para juzgadores y personal administrativo, para fortalecer la capacidad y competencias en todas las materias.

Sin embargo, todos estos esfuerzos carecen de verdadero sentido si no se traducen en la vida cotidiana de los justiciables. Me refiero a erradicar totalmente los aspectos estructurales que dan origen a la pobreza, la corrupción y la desigualdad.

Esto es parte esencial del nuevo paradigma sobre la cual está constituida la estrategia nacional de seguridad implantada por el presidente Andrés Manuel López Obrador. Un paradigma que se propone tener efectos decisivos en el crecimiento económico de nuestro país, así como también erradicar el flagelo de la violencia que tanto afecta a la nación.

Y antes de proceder a la inauguración de este congreso y escuchar el mensaje de nuestros distinguidos invitados, quiero refrendar el compromiso del Poder Judicial de la Ciudad de México y resonar a la voz de los ciudadanos, las familias, las redes y las comunidades por recuperar el valor de la vida y la dignidad humana como el supremo propósito del Estado. Ese es el reto y esa será la vocación.

Gracias por su presencia, señor presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.

Sean todos invitados, bienvenidos. Gracias por su presencia.

MODERADOR: Escuchemos ahora las palabras de la ministra en retiro Olga Sánchez Cordero.

OLGA SÁNCHEZ CORDERO, SECRETARIA DE GOBERNACIÓN: Muchas gracias.

Señor presidente de los Estados Unidos Mexicanos Andrés Manuel López Obrador:

Su presencia, señor presidente, en este congreso demuestra su compromiso, uno de los grandes clamores de la sociedad mexicana que es la justicia. Aquí están los tribunales superiores de justicia representados por las y los presidentes en este Congreso Nacional de Tribunales, en esta asociación de Conatrib.

Muchas, muchas gracias por su presencia.

También quiero agradecer la presencia del representante del presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, nuestro compañero también del Tribunal Superior y hoy ministro de la Suprema Corte, Juan Luis González Alcántara. Muchas gracias, Juan Luis.

Desde luego del presidente de Conatrib, don Sergio Medina Peñaloza, muchas gracias; del doctor Rafael Guerra Álvarez, presidente del Poder Judicial de la Ciudad de México. Muchas gracias por su anfitrionía, señor presidente.

Gracias también por la presencia del fiscal general; de la doctora Claudia Sheinbaum; del doctor Francisco Domínguez Servien, gobernador del estado de Querétaro, presidente de la Conago, de mi compañero y amigo, Marcelo Ebrard Casaubon, secretario de Relaciones Exteriores, compañero del gabinete; también a don Julio Scherer Ibarra, consejero jurídico.

A Julio Menchaca, gracias, Julio, por estar aquí, presidente de la Comisión de Justicia del Senado de la República; a la diputada Isabela Rosales Herrera, presidenta del Congreso.

Pero sobre todo a los y a las integrantes del honorable presídium, a los invitados, invitadas especiales, magistradas, magistrados, jueces, servidores públicos.

Muy buenos días tengan todos y todas ustedes.

Parece lugar común decir que la unión hace la fuerza; sin embargo, comentaba el poeta francés Jean de La Fontaine que cualquier poder, si no se basa en la unión, es débil; por lo cual es necesario reconocer que ningún poder que se sustente en la unión será capaz de ser fuerte porque la unidad nacional depende de la confluencia de los poderes, de que estos se encuentren mecanismos para cooperar y no para competir.

La división de poderes significa que ninguno debe quedar subordinado a otro, que se deben de respetar sus atribuciones, no fomentar la intromisión de uno en las decisiones del otro y que la única injerencia permitida en sus relaciones es la de cooperación.

Por eso celebro encontrarme en la inauguración de este Congreso Nacional de Tribunales de Justicia del país, porque esta comisión se estableció para crear vínculos de unión entre los distintos órdenes de gobierno, entre los distintos poderes públicos.

Primero entre sus pares, jueces y magistrados que integran los órganos jurisdiccionales del país, pero también y ahora más que nunca, para generar lazos de unidad entre ellos y los demás poderes en estos tiempos en que la República exige la unidad de las y los mexicanos.

Hacer un llamado a la independencia de los poderes judiciales es una característica inherente a lo jurisdiccional; sin embargo, es oportuno señalar que la iniciativa presentada para modificar el artículo 116 Constitucional consiste en reforzar esa autonomía e independencia a través de las garantías institucionales que pretende la iniciativa llevarla a la Constitución.

Carrera judicial, presupuesto autónomo, garantía de inamovilidad y régimen de designación.

Es importante hacer un llamado a los funcionarios competentes y prudentes a que en aras de su autonomía estimulen el acercamiento de su gremio con los otros poderes, niveles de gobierno y órganos públicos. Todos trabajemos en favor de un mismo objetivo: Hacer de la justicia uno de los pilares en los que se sostiene el pueblo de México.

La función jurisdiccional es una pieza clave que contribuye al desarrollo democrático de nuestro país, porque es un baluarte de la libertad donde se resguarda la certeza y la confianza en la fe pública y en el respeto irrestricto al Estado de derecho.

Ustedes son los encargados de guardar el equilibrio entre los distintos actores sociales. Son el poder que ayuda a cumplir los más grandes anhelos de las y los mexicanos concretando sus derechos y solucionando y dirimiendo los problemas que día a día surgen en nuestra sociedad.

Por ello hoy me complace, ante todo, estar entre colegas y pares, entre personas que saben, viven y sienten la independencia del Poder Judicial, pero que ante todo tienen claro que esa autonomía no significa aislamiento, ni confrontación ni afrenta; todo lo contrario, la independencia con la que se rige la vida de este poder deber estar orientada a hacer de la justicia la máxima del Estado mexicano.

En la Secretaría de Gobernación recientemente, con la modificación de la ley orgánica y el reglamento, se creó la unidad de apoyo al sistema de justicia, que entre otras funciones tiene la importante labor de apoyar al fortalecimiento de los tribunales y de las procuradurías de las entidades federativas.

Sé, señoras y señores magistrados, juezas, jueces, consejeros, presidentes, que la razón de ser de esta comisión y la gran razón de ser del Poder Judicial es el equilibrio que debe privar en todo el sistema, pero hoy más que nunca porque la Cuarta Transformación de la República nos demanda la creación de un sistema social donde exista la justicia y el Estado de derecho.

No es ajeno para nadie de los aquí presentes que todos los ciudadanos esperan de sus poderes judiciales respuesta ante un clamor nacional: Brindar justicia.

El pueblo de México espera de ustedes independencia, serenidad y sabiduría en las decisiones, prudencia y criterio, profesionalismo e imparcialidad. La respuesta a este reclamo de justicia debe venir de los tribunales, pero también de los servidores públicos, que debemos entender que no sólo los tribunales y juzgados prestan el servicio público de la justicia, sino que lo hacen también los otros poderes desde sus atribuciones.

La importancia de mirar a la justicia como un servicio público puede transformar la idea tradicional del poder fomentando la cooperación sin que esto merme la independencia de ningún poder ni fomente una injerencia indebida.

Tenemos el compromiso en este congreso de tender puentes que nos aproximen a una justicia plena, desde todos los ámbitos y desde todos los poderes.

Confiamos plenamente en que ustedes fortalecerán la unidad nacional mediante la cooperación entre los poderes.

Sé de la fuerza del Poder Judicial y sé lo que significa para todo nuestro país. Sé también lo que significa para la Cuarta Transformación, a la cual nos ha invitado nuestro presidente.

Que sean muy fértiles las discusiones de este congreso nacional, y sobre todo deseo que los resultados sean muy valiosos, que sea todo para beneficio de nuestro país y de nuestro pueblo.

Muchas gracias.

MODERADOR: Enseguida, cedemos el uso de la voz al magistrado doctor Sergio Javier Medina Peñaloza.

SERGIO JAVIER MEDINA PEÑALOZA, PRESIDENTE DE LA COMISIÓN NACIONAL DE TRIBUNALES SUPERIORES DE JUSTICIA Y PRESIDENTE DEL PODER JUDICIAL DEL ESTADO DE MÉXICO: Buenos días tengan todas y todos.

Licenciado Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, muchas gracias por su presencia; ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá, representante del presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; estimada doctora Claudia Sheinbaum Pardo, jefa de gobierno de la Ciudad de México, muchas gracias por su presencia.

Saludo también la presencia del doctor Francisco Domínguez Servién, presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores, gracias, señor gobernador, por su presencia; licenciado Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores, gracias por estar aquí con nosotros esta mañana.

Licenciado Alejandro Gertz Manero, fiscal General de la República; licenciado Julio Scherer Ibarra, consejero jurídico del Ejecutivo, muchas gracias por su presencia; de la diputada Isabela Rosales Herrera, presidenta del Congreso de Ciudad de México.

Saludo también la presencia de compañeras, compañeros presidentes de los tribunales superiores de las distintas entidades del país, magistradas, magistrados, jueces, juezas, consejeros, consejeros de la judicatura mexiquense también, muchas gracias por su presencia.

Señores legisladores, señoras, señores académicos, investigadores, invitados especiales, todos, congresistas que también nos siguen de manera remota desde diversas sedes, representantes de los medios de comunicación.

Señoras y señores.

Es un honor contar la presencia del presidente de México, el licenciado Andrés Manuel López Obrador, como invitado distinguido en la inauguración de este Cuadragésimo Segundo Congreso Nacional de Tribunales Superiores de Justicia.

Señor presidente:

Somos conscientes de la agenda tan ocupada que tiene y por eso valoramos profundamente que nos acompañe esta mañana.

A nombre de la Comisión Nacional de Tribunales Superiores de Justicia le extendemos un reconocimiento y una felicitación por el primer informe de gobierno que llevó a cabo hace unos días en Palacio Nacional y en el que puntualmente dio cuenta de las acciones que está realizando para el bienestar de nuestro país.

Muchas felicidades.

Quiero destacar que en materia de justicia local, el pasado mes de julio, una reunión que tuvimos los presidentes de los tribunales con la secretaria de Gobernación, nuestra muy estimada aliada, la ministra doctora Olga Sánchez Cordero, propuso a nombre del Ejecutivo Federal un decálogo de acciones encaminadas a fortalecer el sistema de justicia del que destaco particularmente tres puntos:

Primero. Trabajar de forma coordinada.

Segundo. Crear un código de ética nacional fomentando la cultura de la legalidad.

Tercero. Garantizar la autonomía presupuestaria de los Poderes Judiciales locales.

En la Conatrib valoramos su interés para abordar estos temas y tenga la certeza del buen ánimo y disposición que existe desde los tribunales locales para que trabajemos juntos en la construcción y consolidación de un México más justo para todos, pues como expresó en su momento el presidente Benito Juárez, en política la línea recta es siempre la más corta.

Nuevamente, gracias por su presidencia, señor presidente.

Quiero hacer un especial reconocimiento a nuestro compañero y amigo, el magistrado Rafael Guerra Álvarez, presidente del Tribunal Superior de Justicia de Ciudad de México por la organización de este congreso, así como de nuestra Tercera Asamblea Plenaria Ordinaria.

Tengo la seguridad de que cada uno de los eventos que se han preparado en estos días será por supuesto de gran éxito, gracias a la intervención y organización del señor presidente de Ciudad de México.

A mis compañeras y compañeros presidentes de los Tribunales Superiores y Supremos Tribunales de Justicia que integran y hacen fuerte a la Conatrib les expreso mi reconocimiento por su interés, por su participación siempre comprometida para ampliar los alcances de la justicia local.

Agradezco también la presencia de don Julio Menchaca Salazar, presidente de la Comisión de Justicia; de Paulina Téllez Martínez, titular de la unidad de apoyo, pero también de magistrados, jueces, congresistas, invitados especiales y conferencistas de las diversas entidades del país.

Para ellos toda mi gratitud y reconocimiento por el esfuerzo que han realizado para acudir a este congreso que tiene como objetivo abordar temas de interés principal para el fortalecimiento de la impartición de la justicia local.

Señoras y señores presidentes que integran Conatrib.

Señor presidente de México:

Hace poco, hace poco más de un año la voluntad ciudadana decidió dar un cambio de rumbo a la conducción del país. Con ello se inició una nueva página en nuestra historia con la visión política que tiene como eje de su gobierno el empoderamiento del poder público y de la sociedad.

En este camino, señor presidente ¿Cuál es la importancia de la Conatrib y de los tribunales de cada estado para el éxito de México?

Desde 1995 los poderes que integramos la Comisión Nacional de Tribunales Superiores de Justicia de los Estados Unidos Mexicanos contribuimos a alcanzar logros importantes y a propiciar grandes transformaciones para el país.

Muestra de ello fue el Sistema Penal Acusatorio impulsado por los tribunales estatales, quienes llevaron el liderazgo, brindaron capacitación, desarrollaron los códigos modelo e iniciaron su operación.

Pero además en nuestras manos están procesos judiciales locales que actualmente son de naturaleza muy diversa: penal, civil, mercantil, familiar, justicia terapéutica, conocidos como tribunales TTA, justicia para adolescentes, mediación y justicia restaurativa, entre otros.

Y nos estamos preparando para asumir en los próximos tres años a la justicia laboral que representa un retro nuevo, que sin duda vamos a sacar adelante con gran convicción y de la mano de la Secretaría del Trabajo, de la maestra Luisa María Alcalde Luján y por supuesto de la Suprema Corte de Justicia, representada hoy aquí por el ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá, a quien le agradezco su presencia.

Sumado a lo anterior, contamos con el modelo de carrera judicial, que al paso de las décadas ha permitido a los tribunales contar con más de 65 mil mujeres y hombres de gran valía y calidad en todo el país.

Los poderes judiciales locales no tenemos privilegios, ni algos emolumentos, pero sí tenemos un gran compromiso de trabajo que enfrenta enormes cargas laborales y muchas responsabilidades. Siete de cada 10 juicios que se promueven en el país se resuelven por los tribunales locales, es decir, 69 por ciento de los asuntos que se judicializan en todo el territorio nacional.

Como pueden ver, desde la impartición de la justicia local los 32 poderes judiciales tenemos bien puesta la camiseta por México. Desde las sentencias que dictan nuestros juzgadores contribuimos a la construcción de una mejor ciudadanía, alentar la inversión productiva, a transformar la vida de millones de mexicanos; y todo se hace con gran lealtad al país, consolidando al Estado de derecho.

Sin embargo, mientras que a nivel internacional existe en promedio 16 jueces por cada 100 mil habitantes, esta cifra es considerablemente más baja en nuestro país, donde apenas contamos con 3.5 jueces para igual número de personas; es decir, cuatro veces menos que el promedio mundial.

Ante este panorama es muy importante mencionar que en materia presupuestal existe un déficit considerable con el que los poderes judiciales locales debemos de trabajar.

En 2018 el promedio del porcentaje que representaron los tribunales en los presupuestos de los estados fue de apenas 1.7 por ciento, en la inversión per cápita asignada a la impartición de justicia local en el país era de apenas 321 pesos, asumiendo además crecientes responsabilidades.

En ese sentido, quiero agradecer de manera especial a la ministra, a la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, por la cercanía, por la sensibilidad que ha demostrado frente a estos retos. Prueba de ello son las diversas reuniones que ha sostenido con la Conatrib en búsqueda de mejorar la mejor impartición de justicia en todo el territorio nacional; entre ellos, uno que los tribunales consideramos de vital importancia para dar viabilidad a nuestra misión, me refiero a la reforma al artículo 116 constitucional, que fue presentada en el Senado de la República con el respaldo de los distintos legisladores de Morena y la cual contempla el fortalecimiento en distintas vertientes, como son:

Uno. Otorgar mayores atribuciones a los plenos de los tribunales.

También, homologar el periodo de los magistrados.

Asimismo, consolidar la carrera judicial mediante el concurso público de oposición para ser magistrado y reconocer en la Constitución la garantía de autonomía y piso presupuestal, que permitiría a los poderes judiciales locales contar por primera vez en la historia con condiciones más propicias para realizar de mejor forma nuestra labor institucional y fortalecernos en favor de la sociedad.

Solucionar grandes problemas genera grandes oportunidades, y así trabajamos desde la Conatrib en alianza con los gobiernos locales y federales, con el Poder Judicial federal, con los legisladores locales y federales, porque cuando se trata de fortalecer a México, la división de poderes no significa divergencia, sino convergencia en los afanes comunes.

Desde cada tribunal del país asumimos el compromiso de demostrar que estamos a la altura de la justicia que exige la ciudadanía y un México de esperanza y de grandeza que todos anhelamos.

Para finalizar, quiero recordar las palabras pronunciadas hace casi 200 años por el célebre poeta José María Heredia: ‘Jamás olvidemos que la justicia es la base de la libertad, que sin justicia no puede haber paz, que sin paz no puede haber confianza ni prosperidad ni ventura’.

Muchas gracias.

MODERADOR: A continuación, solicitamos respetuosamente al presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, licenciado Andrés Manuel López Obrador, nos dirija unas palabras e inaugure los trabajos del Cuadragésimo Segundo Congreso Nacional de Tribunales, Conatrib 2019.

PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: Amigas, amigos me da mucho gusto estar con ustedes.

Integrantes de los tribunales de justicia de las entidades federativas, de los estados, de la Ciudad de México, servidores públicos:

Hace un momento conversé con los presidentes, con las presidentas de los tribunales de justicia en los estados. Y les hablaba de la importancia de mejorar la imagen de nuestro país, tanto en lo interno como en el exterior y que se fortaleciera esa imagen demostrando que se están llevando a cabo cambios verdaderos, que se está llevando a cabo una transformación en la vida pública de México.

Les comentaba que hemos avanzado en ese propósito, que hay más confianza de los ciudadanos de sus autoridades, de las instituciones. Se ha ido avanzando en este terreno.

Podría poner ejemplos, pero creo que todos lo podemos constatar, de cómo hay más respeto y confianza en las autoridades de los tres poderes y de las instituciones independientes, autónomas de nuestro país.

Y también hemos ido ganando terreno en la imagen de México en el extranjero, antes había una muy mala imagen que tenía que ver con la violencia y con la corrupción. El extranjero sabía más de nuestro país por la violencia, por lo que hacían las bandas del crimen organizado, sus jefes, sus dirigentes, había toda esa leyenda -que resultaba interesante en el extranjero- para saber sobre la vida de los capos y de lo que sucedía en esta materia en el país.

Ahora, aunque sigue habiendo esa percepción en el mundo, ha bajado. En eso no se ha avanzado lo suficiente, porque no se trata de una campaña de propaganda, de publicidad; para cambiar las percepciones, pues hay que cambiar las realidades.

Y no hemos podido avanzar como quisiéramos en reducir, disminuir la incidencia delictiva, aunque estamos todos los días trabajando sobre esto, preocupados y ocupados sobre esto, que es la asignatura pendiente, que es nuestro reto, nuestro principal desafío.

Les comentaba a los presidentes de los tribunales que todos los días, de lunes a viernes de seis a siete de la mañana se reúne el Gabinete de Seguridad. Está la licenciada Olga Sánchez Cordero desde muy temprano, está el secretario de la Defensa, el secretario de Marina, el secretario de Seguridad Pública y el consejero jurídico.

Y nosotros recibimos el informe, el reporte, el parte de lo acontecido en las últimas 24 horas.

Les puedo decir que, de acuerdo al reporte de ayer, se registraron desgraciadamente 63 homicidios en todo el país, y así diario: robos de vehículos, robos a casa habitación, secuestros, todo lo que sucede. Y estamos trabajando de manera coordinada, de manera conjunta, por eso tenemos confianza que vamos a poder entregar buenos resultados y vamos a ir serenando al país, y va a cambiar la imagen por completo de México en esta materia en el extranjero en este asunto.

En lo que sí hemos avanzado bastante, que nos reconocen mucho en el extranjero, es en el combate a la corrupción, en eso hay un gran reconocimiento mundial, nos tienen mucha confianza en eso, que es otro de los grandes y graves problemas nacionales, si no es que el principal problema de México: la corrupción.

Porque nada ha dañado más a nuestro país que la deshonestidad de los gobernantes, eso es lo que ha dado al traste con todo, esa es la causa principal de la desigualdad social, de la desigualdad económica; y también por la corrupción se desató la inseguridad y la violencia.

Entonces, eso está dando ya resultados, eso me tiene más tranquilo, más optimista, porque le comentaba yo a los presidentes de los tribunales de justicia de los estados que eso depende más del presidente y de las autoridades de arriba.

La corrupción no es como se llegó a pensar de manera irresponsable y absurda, no es parte de la cultura de nuestro pueblo. La corrupción no se da de abajo hacia arriba, se da de arriba para abajo. Así ha sido siempre.

Al contrario, en nuestras familias, en nuestras comunidades, en nuestros pueblos hay una gran reserva de valores culturales, morales, espirituales para regenerar la vida pública de México.

Por eso estoy optimista y sé que vamos a poder desterrar la corrupción por completo, porque depende de arriba. Si el presidente es corrupto, los gobernadores van a ser corruptos o van a tener esa tentación; y lo mismo los presidentes municipales. Si hay honestidad de arriba, esto permea y se gobierna con el ejemplo.

En eso vamos muy bien, pero tenemos que avanzar, repito, en el terreno de la impartición de justicia y de conseguir la paz, de enfrentar el flagelo de la violencia, que es un tema complejo, porque no depende del todo, sólo del presidente o de las autoridades superiores o de los tres poderes, intervienen una serie de factores.

Tiene que ver con la política que se ha venido imponiendo, se abandonó al pueblo, que convirtió al gobierno en un facilitador para el saqueo y el gobierno dejó de atender las demandas sociales, se desatendió de la justicia social, incluso se llegó al absurdo de plantear de que el Estado no tenía por qué promover el desarrollo, ni ocuparse de la justicia, que todo esto lo podía hacer el mercado, porque si había crecimiento económico, si le iba bien a los de arriba, si llovía fuerte arriba iba a gotear abajo, como si la riqueza fuese contagiosa, permeable, y que no hacía falta la intervención del Estado.

Claro, de manera muy hipócrita toda esta concepción, porque no querían la intervención del Estado cuando se trataba de atender las demandas sociales, pero sí utilizaban al Estado para rescatar las instituciones financieras en quiebra.

Entonces, sí fue una política que produjo el abandono, la marginación, la pobreza y la inseguridad, la violencia. Y esto se hizo acompañar de pérdida de valores, porque aún -como ya lo dije- con toda la reserva de valores que tiene nuestro pueblo, se afectó mucho la creación de estos principios o el mantener estos principios, estos preceptos, estos valores.

Se produjo -y eso no se ha medido bien- mucha desintegración en las familias en todo este periodo, y la familia en México es fundamental, es la institución más importante de seguridad social que tenemos en el país.

Podemos medir que no hubo crecimiento económico o que hubo muy poco crecimiento económico, podemos medir que creció la delincuencia, el consumo de la droga, podemos medir que creció la corrupción, pero, ¿cómo medimos los efectos que tuvo la política neoliberal en la desintegración de las familias?

Y eso afectó mucho, incluso el mismo fenómeno migratorio. Ahora tenemos la paradoja de que nuestros paisanos migrantes nos están ayudando mucho, ya las remesas, lo que envían nuestros paisanos a sus familiares tiene montos récord, este año se calcula que van a llegar las remesas a 35 mil millones de dólares, como nunca, es la principal fuente de ingresos que tiene nuestro país y es una derrama económica a los pueblos que permite el ingreso, el bienestar para millones de mexicanos, reactiva abajo, en las regiones, la economía.

Pero no queremos eso como modelo, eso se presentó en una circunstancia especial, cuando se abandonó por completo el campo, cuando se dejó sin oportunidades a la gente y muchos mexicanos se vieron obligados a abandonar sus comunidades, sus pueblos, para irse a buscar la vida del otro lado de la frontera.

Nosotros lo que queremos es que el mexicano pueda trabajar y ser feliz donde nació, donde están sus familiares, sus costumbres, sus culturas. Que la migración sea opcional, no forzada, que el que quiera irse lo haga por gusto, no por necesidad. Ese es nuestro ideal que queremos convertir en realidad.

Ayer hablaba yo con un dirigente obrero estadounidense y le decía: Ustedes se preocupan por lo del muro, porque es un dirigente obrero progresista, a nosotros también no nos gustaría que existieran muros; pero nosotros estamos seguros que en muy poco tiempo ya no van a ir los mexicanos a trabajar a Estados Unidos, y ya tienen que ir pensando cómo le van a hacer ustedes.

Porque ese es el modelo que queremos, que la gente tenga trabajo. Y les puedo poner ejemplos de lo que se está haciendo. Por ejemplo, en Chiapas hoy están trabajando 80 mil productores, campesinos, 80 mil, con empleos permanentes, no empleo temporal; 80 mil que están sembrando, sólo en Chiapas, 200 mil hectáreas de árboles maderables y frutales, y en otros estados del sureste se están sembrando más de 500 mil hectáreas con empleos para 200 mil.

Si se promueve y se trae -y hay que seguirlo haciendo- una planta para producir automóviles de la industria automotriz muy grande, muy grande como están muy desarrolladas tecnológicamente, pueden generar 50 mil empleos; pero nosotros estamos, nada más en ese programa que se llama Sembrando Vida, creando actualmente 200 mil empleos, el año próximo otros 200 mil, porque tenemos la tierra, porque tenemos el agua y sobre todo tenemos la sabiduría, el conocimiento de los campesinos de cómo cultivar la tierra.

Queremos nosotros con toda esta política ir creando las condiciones para que no se vea el pueblo, la gente en la necesidad de tomar el camino de las conductas antisociales, sobre todo los jóvenes, que tengan opciones, que tengan alternativas.

Eso es otro programa importantísimo: Jóvenes Construyendo el Futuro. Hay 900 mil jóvenes trabajando como aprendices en talleres, en empresas, en comercios, en despachos de abogados, de contadores, que tienen tutores que puede ser el maestro mecánico, puede ser un maestro electricista, un comerciante, puede ser un abogado, puede ser un contador que es el tutor de uno, de dos, de tres, de cinco, de 10, de 20 jóvenes; y lo está formando en el oficio, en la profesión y se le paga a esos jóvenes un sueldo mientras se capacitan de tres mil 600 pesos mensuales. El propósito es que todos los jóvenes tengan garantizado el derecho al estudio y al trabajo.

¿Qué hicieron las anteriores administraciones, los anteriores gobiernos, por los jóvenes?

Sólo etiquetarlos como ninis, que ni estudian ni trabajan, como si fuese de ellos la culpa, la responsabilidad. Ahora se está atendiendo a los jóvenes, porque si no lo hacemos, pues ¿cómo vamos a garantizar la paz y la tranquilidad?

Tenemos que competir con las organizaciones del crimen, quitarles a los jóvenes, quitarle el agua al pez, todo ese ejército de jóvenes sin opciones, sin alternativas, que les han permitido engrosar las filas de la delincuencia. Y es además algo que hacemos con mucha satisfacción, con mucho orgullo, porque es algo muy humano.

Duele mucho el que se abandone a los jóvenes y que cuando el joven toma el camino de las conductas antisociales se le reprime, se la masacra; las cárceles están llenas de jóvenes, los que pierden la vida, los homicidios, la violencia, la mayoría jóvenes.

Acaba de pasar esta tragedia tremenda en Coatzacoalcos, uno de los que roció la gasolina, un joven de 15 años. Entonces, tenemos que atender a los jóvenes.

Esto es lo que más lleva trabajo, es lo más complejo, pero yo tengo confianza de que, como se están atendiendo las causas que originan la inseguridad y la violencia, y como estamos trabajando de manera coordinada todos, como se logró la creación de la Guardia Nacional, que eso fue algo extraordinario porque se reformó la Constitución, tuvimos el apoyo unánime de legisladores de todos los partidos, los gobernadores, todos apoyando para que se cuenten con el apoyo de las Fuerzas Armadas, de la Secretaría de la Defensa, de la Secretaría de Marina, que no podían hacer labores de seguridad pública.

Imagínense, el gobierno federal contaba sólo 10 mil efectivos de la Policía Federal para atender la demanda de seguridad pública. En el caso de las policías… ahora también lo comentaba yo, ayer estuve con los empresarios de Yucatán y hablamos del tema de seguridad, y los felicité, y felicito a las autoridades de Yucatán porque han mantenido la paz, la tranquilidad en Yucatán, es un ejemplo a seguir.

Pero entre otras cosas tienen, -en Yucatán, con dos millones de habitantes, nueve mil policías. En el Estado de México, no es ningún reproche, porque quiero también decir que estamos trabajando de manera coordinada con el gobierno del Estado de México, y ha actuado muy bien el gobernador del Estado de México, estamos trabajando de manera conjunta con Alfredo del Mazo, pero la realidad es que son 17 millones de habitantes y hay 16 mil policías.

Entonces, con la Guardia Nacional ahora podemos contar con el apoyo, como está sucediendo, porque tenemos esas dos instituciones que son fundamentales: la Secretaría de la Defensa y la Secretaría de Marina. Por algo -porque el pueblo es sabio- cada vez que se hace una encuesta sobre las instituciones, son las que salen mejor calificadas de todas las instituciones: Marina y Defensa.

Bueno, contamos con el apoyo de ellos, antes no se podía, y son 230 mil soldados y 65 mil marinos. Ahora con la reforma a la Constitución vamos a poder contar con el apoyo de estas dos instituciones y eso también es un avance importante.

Claro, tenemos que cuidar que estas instituciones nos ayuden en la tarea de seguridad garantizando los derechos humanos y con el uso regulado de la fuerza, pero ese es un proceso que se puede llevar a cabo, que ya incluso se había iniciado en estas dos instituciones.

Y hasta ahora estamos trabajando muy bien. Lo dije en el informe, el soldado es pueblo uniformado, es el pueblo protegiendo al pueblo. Eso es lo que se está haciendo con lo de la Guardia Nacional.

En todo esto también tengo confianza de contar con los poderes Legislativo y Judicial, tanto en el ámbito de los estados como en lo federal. Estamos, acabo de decirlo, siendo apoyados por diputados, por senadores de todos los partidos en las reformas a la Constitución que requieren no sólo de mayoría simple, sino de mayoría absoluta, es decir, dos terceras partes, que no se alcanzaría con un solo partido, con dos, con tres y se están llevando estas reformas para ajustar el marco legal.

Y lo mismo en el caso del Poder Judicial. Les puedo decir que hay muy buena relación con el Poder Judicial de la Federación.

Le tengo mucha confianza, respeto, al presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Y tengo también confianza en los ministros y en los magistrados, en los jueces.

Está la polémica sobre la actuación del Poder Judicial en la impartición de justicia, lo que tiene que ver con amparos, lo que tiene que ver con las libertades a presuntos delincuentes.

Yo soy partidario de que esto se vaya corrigiendo con respecto a la autonomía, a la independencia de poderes; y que surja de cada uno de los poderes, que no haya ningún tipo de propuesta externa.

En una ocasión se promovió una iniciativa del Poder Ejecutivo para modificar la Constitución, cambiar la composición en el Poder Judicial. Nosotros no vamos a llevar a cabo ninguna iniciativa con esas características, vamos a respetar, vamos a ser respetuosos de la autonomía, de la independencia, del Poder Judicial Federal.

Y en el caso de los tribunales de justicia en los estados, el Poder Judicial en los estados, pues lo mismo.

Nos da mucho gusto el poder platicar con ustedes, conversar con ustedes, dialogar con ustedes. Yo tengo una muy buena experiencia de cuando fui jefe de gobierno en la Ciudad de México, se las puedo compartir, llegué ser jefe de gobierno y ya me encontré que se había logrado una elección libre del presidente del Tribunal de Justicia de la Ciudad de México, por primera vez los magistrados eligieron, es decir, no hubo injerencia, no hubo línea, como se dice coloquialmente.

Aquí está el ministro ahora, Juan Luis González Alcántara, él fue el primero que fue producto de una elección de los magistrados; y aquí está el segundo también, presidente igual.

Y no sólo eso. Los jueces que pasaban a ser magistrados, hay un procedimiento en donde -en ese entonces, no sé cómo esté ahora- el jefe de gobierno mandaba la terna al Congreso, en este caso a la Asamblea, y yo recibía la terna del Tribunal de Justicia, yo no nombraba, yo recibía la terna y lo que hacía era enviarla a la Asamblea, y así jueces que se convirtieron en magistrados.

Eso me llena de orgullo porque no se puede hablar de injerencias. Para despistar les voy a decir que después, no les voy a decir cuándo, me dice un presidente del Tribunal de Justicia de la Ciudad de México -yo ya no estaba de jefe de gobierno, estaba yo en la oposición- y quería platicar conmigo, y acepté por gestiones de un abogado que quiero mucho, el maestro Batiz, y acepté y no sé si aquí o en otro lugar del Tribunal de Justicia de la Ciudad de México, me invitó a desayunar, y me dice: ‘Antes de nada, quiero agradecerle porque yo estoy aquí por usted’.

No, le digo, se equivocó, para empezar, yo no tuve nada que ver en su nombramiento, yo ya no era el jefe de gobierno.

‘No, es que yo estoy aquí por usted porque usted dejó establecido el método, y si no se hubiese llevado a cabo la elección de magistrados a lo mejor no, estaría aquí’; o sea, él ganó o fue presidente porque hubo una elección al interior del Poder Judicial en la Ciudad de México.

Ah -le digo- así sí, así sí. Así ya te entendí de qué se trata.

Esa tradición pues qué bueno que se mantiene aquí en la Ciudad de México. Y vamos a actuar con un poco de provocación en buenos términos, cariñosa, afectuosa. Hay que hacer lo mismo en todos los estados, porque sería extraordinario que se terminaran las intervenciones excesivas del Poder Ejecutivo.

Que el Poder Ejecutivo deje de ser el poder de los poderes, porque esa es una mala práctica que se estableció en los tiempos del autoritarismo, cuando se respetaba la Constitución en la forma y se violaba en el fondo, y había mucha simulación.

En la época de Porfirio Díaz nunca se dejó de hacer una elección, siempre se cumplía con el procedimiento, con la ley, pero de antemano ya se sabía quién iba a ser senador o diputado. Entonces, ya tenemos que terminar eso.

Que los poderes ejecutivos no intervengan en la vida de los poderes legislativo y judicial, que haya auténtica independencia, es cuando ha sido mejor la vida pública.

Fíjense que sólo un periodo recuerdo así o he leído que fue de esa manera: la época de la República Restaurada, 10 años del gobierno de Juárez y de Lerdo nada más, donde el Poder Judicial era completamente libre y jueces, magistrados, ministros tenían esa arrogancia de sentirse libres y al mismo presidente Juárez en el congreso, como en el Poder Judicial, sus propuestas. Pero, imagínense, eran ministros de la Corte, presidentes de la Corte. José María Iglesias, que a él se le atribuye el principio de que al margen de la ley nada y por encima de la ley nadie. Incorruptibles.

Cuando Porfirio Díaz expulsa a los hombres de letras, abogados, con un golpe de Estado, no vuelve Iglesias a ocupar ningún cargo. Y da un ejemplo de dignidad extraordinario, porque tampoco Lerdo se rinde, se va al extranjero, que era otro abogado extraordinario, y muere en el extranjero; pero como ya estaba en su apogeo el porfirismo o el porfiriato traen su cuerpo y lo utilizan políticamente.

Iglesias, que estaba retirado, se da cuenta y les dice a los hijos: ‘Cuando yo me muera no quiero eso. Tengo unos ahorros para mis funerales y los quiero así. Y van a venir a buscar mi cuerpo para hacerle todos los homenajes y no quiero que me manipulen’.

Y se enfermó, cayó en el hueco de un elevador. Se muere. Y en efecto, van por él, porque era una eminencia, un hombre extraordinario, un abogado de primera y había estado de presidente de la Suprema Corte en aquellos tiempos.

Y dicen los hijos: ‘No, porque ya mi papá nos aconsejó cómo quería su funeral y no permite, ni muerto, que lo manipularan’.

Bueno, esos hombres, que parecían gigantes, fueron los que demostraron que se podía cumplir con la Constitución y hacer realidad la división y el equilibrio de los poderes.

Entonces, nosotros tenemos que seguir ese ejemplo, nosotros vamos a garantizar la plena libertad a ministerios públicos, a jueces, a magistrados y desde luego a ministro.

Ahora un cambio importantísimo de estos tiempos fue la autonomía de la Fiscalía General, lo que era la procuraduría. Y lo mismo. Estoy muy satisfechos porque el fiscal es una persona íntegra, Alejandro Gertz Manero, independiente, nos hemos visto tres veces en nueve meses y eso en actos como este.

No le he hablado por teléfono ni he mandado recados, no tengo palomas mensajeras, ni halcones para mandar recados. La fiscalía es independiente, es autónoma.

¿Cómo era antes?

El procurador dependía del presidente y recibía línea, y se fabricaban delitos a opositores y había consigna. ‘Y a este me lo aprietas’. Eso ya se terminó, ya no hay eso. Alejandro actúa con independencia, con autonomía y además felizmente. Es un hombre íntegro y me da toda la confianza y yo creo que le da toda la confianza al pueblo de México el nuevo fiscal de la República.

Y es la forma de ir limpiando las instituciones, pero, repito, que lo hagan los mismos poderes, nosotros no vamos a imponer absolutamente nada. Queremos que haya justicia, y la mejor definición de justicia es la de -creo yo, con respeto, lo sostengo- la de Morelos, que la escribió un abogado, Andrés Quintana Roo, pero la dictó Morelos. Y le decía Morelos a Andrés Quintana Roo: ‘Usted, señor abogado, usted que es un letrado ponga ahí en los Sentimientos de la Nación que se modere la indigencia y la opulencia; ponga, licenciado que se eleve el salario del peón. Licenciado, ponga usted ahí en ese documento, creo yo, usted sabrá escribirlo de la mejor forma posible que se eduque al hijo del campesino igual que al hijo del más rico hacendado y ponga usted que haya tribunales que protejan al débil de los abusos que comete el fuerte’.

Ese Morelos y ese era Quintana Roo, y esa es la justicia.

Muchas gracias a todas, a todos ustedes.

Siendo las 11 horas con 46 minutos del día 5 de septiembre del 2019, declaro formalmente inaugurados los trabajos de este Congreso Nacional de Tribunales de Justicia de los estados de la República, deseándoles el mejor de los éxitos.

Y felicidades. Enhorabuena.

Muchas gracias.

 

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