*PIB, inflación, tasas de interés, tipo de cambio, productividad, competitividad y empleos, sin mejoría.
*Duarte y Yarrington no excusan distración del gobierno en los focos rojos de la economía.
CIUDAD DE MÉXICO, lunes 24 de abril de 2017.- El senador aguascalentense Fernando Herrera Ávila afirmó que la caída en el crecimiento económico del país debe ser tan preocupante como el incremento en la corrupción gubernamental porque ambas afectan el nivel de vida de los mexicanos.
Para la inmensa mayoría de los mexicanos cada día es más difícil comprar los productos básicos, salir a la calle o viajar en transporte público sin temor a ser asaltados; para muchos, el riesgo es quedar en medio de un enfrentamiento a tiros, agregó el coordinador de los senadores panistas.
El también presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República afirmó que somos todos los mexicanos quienes pagamos el costo de las malas decisiones del gobierno porque todas tienen un efecto en la vida diaria. “Los aguascalentenses no vivimos fuera del México real”, dijo.
Herrera Ávila indicó que las detenciones de los ex gobernadores priistas Javier Duarte y Tomás Yarrington no deben ser motivo para que el gobierno federal distraiga la atención de los focos rojos que muestra la economía nacional.
Debemos tener presente, explicó, que la economía mexicana manifiesta signos de debilidad, ya que los principales indicadores macroeconómicos como el PIB, inflación, tasas de interés, tipo de cambio, productividad, competitividad y empleos bien remunerados, no presentan mejoría alguna, precisó.
Recordó que a pesar de las reformas estructurales, las tasas de crecimiento económico durante los últimos cuatro años han sido decepcionantes y no han estado a la altura de las necesidades del país para generar empleo y bienestar suficientes, y muy por debajo de economías del mundo con perfiles y potencial comparables, expuso.
Pese al optimismo y al señalamiento presidencial de que la crisis está en la mente, el mediocre crecimiento económico y el incontrolable aumento de la deuda pública, han orillado en varias ocasiones a las principales calificadoras –Moody’s, Fitch y Standard & Poors– a colocar a México en perspectiva negativa en los aspectos crediticio, de deuda y gobierno.
Herrera Ávila mencionó que el gobierno de Peña Nieto recibió de la administración panista una economía con un crecimiento de 4.02 por ciento y desde su primer año empezó a descender hasta situarse en 2.30 en 2016, cerrará 2017 en 1.49 y se pronostica sea de 2.09 en 2018, en el mejor de los casos.
Esto contradice la promesa del Presidente, hecha en 2012, de triplicar el crecimiento económico, cuando al final de ese año la tasa fue del 1.36 por ciento.
Advirtió que de continuar esta tendencia –como lo constatan algunas Informaciones– al final del sexenio del presidente Peña Nieto la economía habrá crecido en promedio 2.1 por ciento anual, que sería el desempeño más bajo de los últimos 30 años
Para mal de los mexicanos, dijo, en 2017 se repetirá la película de menos crecimiento y mayor inflación, variable que ha dejado de ser la que mejor desempeño registraba al situarse en 5.35 por ciento en marzo pasado, que es la más alta del sexenio.
Mostró su preocupación porque en apenas cuatro años uno de los principales fundamentos económicos que recibió este gobierno, la estabilidad económica, se desmorona.
Hoy vemos, indicó, a un gobierno distraído, preocupado por su futuro político inmediato y el de su partido, en lugar de concentrarse en su función, atender los asuntos de manera puntual y ocuparse por concluir en las mejores condiciones para el país y los mexicanos lo que resta del sexenio.