SENADO

 

  • El dictamen fue aprobado con 22 votos a favor y seis abstenciones.

 

CIUDAD DE MÉXICO, miércoles 19 febrero 2025.- Las comisiones unidas de Puntos Constitucionales y Estudios Legislativos aprobaron, con 22 votos a favor y seis abstenciones, la reforma constitucional en materia de no reelección y nepotismo electoral, iniciativa enviada por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.

 

Los grupos parlamentarios de Morena, PT, PVEM, MC avalaron el dictamen en lo general y particular, mientras que Acción Nacional se abstuvo; además, las y los senadores del PRI se ausentaron de la reunión.

 

A nombre del presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, Óscar Cantón Zetina, el senador Saúl Monreal Ávila hizo un pronunciamiento donde externó que la reforma contribuirá a la vida democrática del país, por lo que confía en que la discusión estará a la altura de las circunstancias y que prevalecerá el interés superior de México.

 

El senador Luis Donaldo Colosio Riojas, de MC, señaló que, si bien limitar la no reelección inmediata y negar el nepotismo electoral son pasos esenciales para tener procesos democráticos justos, esta reforma, así como está, no es suficiente, pues se requiere de una reforma electoral más profunda.

 

Agregó que sólo el tema del nepotismo electoral está incompleto, pues no se extiende en toda la administración pública, sino que sólo se limita a lo electoral; y sin estar a favor de la reelección, es indispensable profesionalizar el trabajo de los ayuntamientos.

 

Por el PT, Alejandro González Yáñez, indicó que esta reforma los convoca a ser leales con la historia y a continuar por el camino democrático, pues el nepotismo electoral se puede considerar “tráfico de influencias y corrupción electoral”, ya que encubre “nacientes dinastías o dinastías confesas”, por lo que la práctica dinástica es precapitalista.

 

Añadió que la reforma dejará una huella en el desarrollo de la democracia nacional, y es por eso, que su grupo parlamentario votará a favor de la reforma que impulsa la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.

 

Waldo Fernández González, del PVEM, sostuvo que esta reforma es “incómoda”, de acuerdo a las circunstancias de cada senador o senadora, pues con la reelección se desequilibró la contienda electoral y se “envileció” la política por repetir en cargos sin procesos de transparencia e inequidad.

 

Comentó que esta reforma es una gran oportunidad para regresar a la rendición de cuentas, y que el paso por cargos públicos es para aportar a la sociedad y al país, y no como si fuera una “canonjía” repetir cargos.

 

Ricardo Anaya Cortés, del PAN, afirmó que las grandes reformas electorales que se han llevado a cabo se lograron con el diálogo y el acuerdo de todas las fuerzas políticas, debido a que cambia el juego electoral, además de ser reformas integrales.

 

La reforma, agregó, está incompleta al haber dejado afuera la sobrerrepresentación, al no incluir que el nepotismo se destierre en el Poder Ejecutivo, en el Judicial, en los organismos constitucionales autónomos y en los partidos políticos, a fin de todos los que llegan a los cargos lo hagan con legitimidad.

 

Por Morena, Julieta Ramírez Padilla, señaló que con la no reelección se elimina el enquistamiento de una élite, ya que la reelección rompe con la equidad de la contienda, deja en desventaja a algunos y monopoliza la toma de decisiones, por lo que con esta reforma se recuperará el principio democrático de no reelección.

 

En cuanto al nepotismo electoral, refirió que con éste se prohibirá la sucesión familiar en los cargos de elección electoral, pues el nepotismo es la defensa del estatus quo, del poder por herencia y el mecanismo “más arcaico y burdo de corrupción”.

 

El dictamen establece que la no reelección aplicará para las personas que hayan obtenido un cargo de elección popular, por lo que no podrán contender para el mismo cargo que están ejerciendo en un periodo inmediato posterior.

 

La prohibición de reelección de las personas servidoras públicas, será aplicable a partir de los procesos electorales, tanto federales como locales, a celebrarse en 2030.

 

En cuanto al nepotismo electoral, se propone como un requisito de idoneidad que las personas que busquen participar para un cargo de elección popular no tengan o hayan tenido en los últimos tres años anteriores al día de la elección, un vínculo de matrimonio, concubinato o relación de pareja.

 

Así como parentesco consanguíneo o civil en la línea recta sin limitación de grado, y en la línea colateral hasta el cuarto grado, o de afinidad hasta el segundo grado, con la persona que ocupa el cargo por el cual participarán. Dichas disposiciones serán aplicables a partir de los procesos electorales, tanto federales como locales a celebrarse en 2027.

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