SENADO

 

Reconocen en Muro de Honor del salón de plenos a Pueblos Indígenas y Afromexicanos

 

  • Se trata de un homenaje a la lucha que han dado durante cinco siglos, afirma la senadora Ana Lilia Rivera

 

CIUDAD DE MÉXICO, viernes 5 julio 2024.- En el Senado de la República se llevó a cabo una ceremonia solemne en la que se develó, en el Muro de Honor de esta Cámara, la leyenda “A 500 Años de los Pueblos Indígenas y Afromexicanos, son el Sustento Pluricultural de la Nación”.

 

La presidenta de la Mesa Directiva, Ana Lilia Rivera Rivera, afirmó que, este homenaje a las comunidades indígenas y a los pueblos originarios es merecido, pues representa un reconocimiento a su lucha durante cinco siglos.

 

Señaló que, a pesar de las luchas en las que los pueblos indígenas han sido protagonistas, estos continúan en situación de pobreza y desigualdad, ya que, sufren los embates de empresarios que buscan apropiarse de sus recursos.

 

La senadora recordó que la resistencia de los pueblos indígenas tiene su origen hace 500 años, desde los primeros momentos de la Conquista, donde la guerra y las enfermedades importadas por los europeos ocasionaron la muerte de alrededor de ocho millones de personas.

 

Es a raíz este periodo, agregó, que inició un proceso de dominación colonial, la cual impulsó la exclusión y la homogeneización, en donde los más perjudicados fueron los pueblos originarios.

 

La legisladora expresó que, las comunidades indígenas resistieron y se opusieron a las distintas formas de dominación que se les impusieron, primero en la Conquista y la Colonia, después tras culminar la Independencia, y posteriormente en la Revolución Mexicana.

 

En su oportunidad, la presidenta de la Comisión de Cultura, Susana Harp Iturribarría aseguró que desde el Senado se impulsaron leyes secundarias para establecer bases y crear políticas que posibiliten la verdadera inclusión de las comunidades indígenas y afrodescendientes, “porque México no es comprensible sin sus pueblos indígenas y afromexicanos”.

 

Manifestó que, las letras doradas en el Muro de Honor se reservan para las personas que en grado significativo han entregado a la nación una aportación relevante al legado nacional, y este es el caso de este sector de la sociedad.

 

“A través de los siglos le han conferido al país un profundo sentido de identidad, no sólo a través de sus magnánimas culturas, sino también por su resistencia ante los embates que han sufrido en diferentes épocas y siglos”, concluyó.

 

El senador de Morena, José Narro Céspedes, dijo que, es fundamental aprobar la reforma al Poder Judicial, para terminar con la corrupción, impunidad y nepotismo que se ha adueñado de esa parte del Estado mexicano, la cual nunca ha hecho justicia a favor de los pueblos indígenas y afrodescendientes.

 

Es necesario legislar para acabar con el agravio a los pueblos indígenas y afrodescendientes; se debe modificar la Constitución Política para reconocer la propiedad de sus tierras, del medio ambiente y el agua.

 

La senadora de Acción Nacional, Xóchitl Gálvez Ruiz, expresó que existe una enorme deuda con los pueblos indígenas, la cual se debe resarcir con mayor presupuesto que permita resolver los rezagos que padecen las comunidades originarias en materia de infraestructura, educación y salud.

 

Dijo que, es necesario llevar a cabo un diálogo que permita lograr los consensos necesarios para sacar adelante las reformas y los temas que se encuentran pendientes a favor de los pueblos indígenas y afromexicanos.

 

El representante de los pueblos indígenas, Pedro Moctezuma Barragán, apuntó que es necesario que se construya una ley de aguas que respete la tierra, los derechos ancestrales, los pueblos, los sistemas comunitarios y los núcleos agrarios; que impulse la planeación consensuada para restaurar cuencas y acuíferos; que acabe con la compra-venta de derechos; y garantice un acceso prioritario y universal para el uso doméstico.

 

Consideró que, debe haber justicia hídrica frente a “la impunidad flagrante y la corrupción” que hay en la gestión del agua, pues, advirtió que, “la criminal conducta de autoridades racistas, clasistas y proimperialistas”, han provocado problemas de escasez en al país y sus comunidades.

 

La representante de los pueblos indígenas, Silvia de Jesús Maya, dijo que la nueva Legislatura debe trabajar para hacer valer los derechos de los pueblos y comunidades originarios, porque en muchas ocasiones les son negados.

 

Es muy importante que los nuevos legisladores reflexionen y garanticen que seamos reconocidos como sujetos de derechos y no como sujetos de interés público; además deben asegurar las consultas libres e informadas en las comunidades, puntualizó.

 

La representante de los pueblos afromexicanos, Rosa María Castro Salinas, indicó que, si bien sus derechos están reconocidos en la Constitución Política, entre los desafíos que aún tienen está el combate al racismo sistémico, garantizar más espacios en lugares de toma de decisión, mayor acceso a educación, salud, vivienda digna y a la participación política.

 

Si no es así, aseveró, no habrá justicia, ni desarrollo y las comunidades continuarán marginadas, sumidas en la pobreza, invisibilizadas, discriminadas, reducidas al mínimo; y no se puede concebir a México sin sus pueblos y comunidades indígenas y afrodescendientes.

 

En tanto, Amalia Rosas Salas, representante del movimiento Defensa del Agua en Xochimilco, hizo un llamado a cuidar el agua, la tierra y el maíz, pues estos elementos representan la vida. En ese sentido, pidió a las y los senadores defender la salud del pueblo frente a los intereses de las grandes corporaciones.

 

A su vez, el especialista en derecho público, José Samuel Aguilera, agradeció a las y los legisladores actuales por todas las reformas que impulsaron para reconocer los derechos de las comunidades indígenas y promover su desarrollo integral; “esta Legislatura ha cumplido bien, pero falta mucho por hacer”.

 

Finalmente, a solicitud de Pedro Moctezuma Barragán, las y los legisladores, así como representantes de las comunidades indígenas y afrodescendientes, guardaron un minuto de silencio “por 500 años de dolor profundo, trauma colectivo, pero también de celebración de vida y de preguntarnos, dónde dentro de nosotros está nuestro poder, la fuerza para levantarnos y continuar y culminar la construcción de un México transformado”.

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