Los Lavaderos / ENSEÑANZAS DE UNA ELECCIÓN

Carlos Ferreyra Carrasco

CIUDAD DE MÉXICO, miércoles 7 de junio de 2017.- ¿En verdad podemos afirmar que las elecciones en el Estado de México fueron un referéndum para Enrique Peña Nieto, una muestra del repudio de los mexicanos al partido tricolor o la muestra cabal del repudio a las sucesiones familiares, a las herencias entre amigos y al acaparamiento de cargos entre cuates, cómplices o simplemente sirvientes?
Queda constancia de que el primo del mandatario llegó a donde quería el presidente que llegara. Con relativos agobios, muchos ataques ridículos por infundados unos, malintencionados otros, y mentirosos la mayoría.
Patético papel de los periodistas profesionales que se colocaron la consabida venda sobre los ojos, tomaron su “arroba” (juego de palabras porque así era conocida la báscula de dos platillos) y comenzaron a tirar mandobles con la espada justiciera. No intentaron, seamos justos, desmenuzar el fenómeno que en cierta forma fue inédito, sólo buscaron hacerlo picadillo.
Se limitaron a soltar versiones, recoger la basura que proponen y con la que inundan las redes el interminable cúmulo de anencefálicos; fue evidente el interés de quedar bien, de actuar dentro de la popularísima corrección política y de no arriesgarse a ser marginados o condenados por la voz popular.
Así se dio el caso de un amigo cercano, reportero de larga data y columnista de igualmente mucho tiempo, que suprimió a Del Mazo para no anticipar la posible derrota de Delfina.
Simultáneamente otra periodista, cabeza de un grupo de mujeres que han luchado a brazo partido por el reconocimiento de igualdad, denostada, agredida porque recordó que Morena está en favor de las leyes conservadoras, decimonónicas, las mismas que hasta al PAN se avergonzaría de defender.
Nuevamente y esto es una lección que no hemos aprendido, las encuestadoras manejaron los datos en forma irresponsable, según las conveniencias del cliente en turno. Contribuyeron, con mucho, a crear un ambiente de incertidumbre que, era esperado, servirá de caldo de cultivo a protestas y desorden callejero, aparte de las impugnaciones legales que, sin importar qué concluyan, no serán aceptadas por el ciudadano común.
El PRI está allí y no se morirá por mucho que así lo decreten o deseen sus enemigos. Las herencias políticas están allí y seguirán a pesar de quienes no alcanzan hueso y las impugnan. Buen ejemplo, la apropiación de los más importantes municipios por la familia de Yunes, quizá el candidato a gobernador más criticado antes de su elección.
No fueron bastantes las denuncias abiertas en los medios, ni las actas levantadas ante las autoridades penales, Yunes llegó con el respaldo del PAN y detrás sus dos hijos que también son albiazules y munícipes mayores, además del sobrino al que, por si las moscas, mantienen haciendo escoleta en las filas tricolores.
Afirmaciones irresponsables a todo vapor: el PRI compraba votos a 5,000 pesos; Morena lo hacía con tarifa mucho menor mientras la inocente de Josefina, qué no lo es tanto, siempre sale beneficiada, su último día de campaña se trepó a un triciclo y repartió bolsitas de PAN.
Acusaciones, señalamientos sin prueba, pero bastaba con que alguien así lo afirmara para que se recogiera la especie como cierta: los tricolores usarán tres mil millones para adquirir votantes; los morenos, Monreal al frente (del que se puede creer cualquier cosa) con vehículo en el que llevan dinero para comprar votos) y en Saltillo dos personas capturadas con TRES MIL PESOS dispuestos para corromper votantes. Si, tres mil pesos y eran panistas.
Una feria de falacias, de lo que hoy los jóvenes cultos llaman “fake news” o, en cristiano, mentiras, que se transmiten vía “hashtags”, la señal para repetir sandeces impulsadas por los “boots” o repetidores automáticos, rebotados por una computadora programada.
La conclusión, de acuerdo con lo que leo, condena al PRI a la extinción total, la recuperación del PRD, el surgimiento del poder real Morena, y el progresivo hundimiento del PAN, el nuevo partido de las tribus en sustitución de los amarillos.
Lo único que parece una carta cantada, es la sustitución de Ochoa Reza, a quien lo acomodarán en alguna senaduría de partido, mientras ocupa su sitial la sobrina, Claudia Ruiz Massieu, a quien han llevado, paso a paso en su experiencia de gobierno.
Secretaria de Turismo, titular de Relaciones Exteriores, hoy secretaria general del partidazo o lo que era el partidazo, y de allí… al infinito y más allá, dice el tío que no olvida la promesa a su padre Raúl: gobernaremos 25 años. Lo escuchamos muchos, se rieron pocos.
carlos_ferreyra_carrasco@hotmail.com

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