federal 2017-2018 dejó nuevos retos para las autoridades electorales
locales y federales
- El proceso electoral 2017-2018 puso a prueba a las autoridades electorales administrativas y jurisdiccionales: Valle Aguilasocho
- El INE cumplió con su función primordial de organizar elecciones: Zavala Pérez
- El balance de la elección más compleja de la historia es positivo: Sánchez Gutiérrez
- Hay que volver a la naturaleza esencial del proceso electoral: “un ciudadano, un voto”: Alcocer Villanueva
CIUDAD DE MÉXICO, lunes 29 octubre 2018.- En el marco del seminario La institucionalidad democrática y el proceso electoral de 2018, realizado en la Escuela Libre de Derecho, se presentó la mesa “Autoridades e instituciones electorales en México. Balance y perspectivas”, donde las y los participantes analizaron la actuación de las autoridades electorales en el proceso electoral 2017-2018 e identificaron los retos que dejó está elección.
La magistrada presidenta de la Sala Regional Monterrey del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), Claudia Valle Aguilasocho, destacó que el proceso electoral 2017-2018 puso a prueba a las autoridades electorales administrativas y jurisdiccionales con la celebración de elecciones en todo el país, con una participación sin precedentes y, en muchos casos, con la aplicación de leyes de reciente aprobación.
Al referirse al tema de la reelección y la elección consecutiva, la magistrada Valle dijo que no fueron pocos los casos en los que la figura de la reelección implicó para las y los candidatos que compitieron una cancha no pareja, o alguna ventaja por parte de quienes, estando en funciones, no se tenían que separar del cargo para hacer campaña, lo que podría llevar a una competencia desigual.
En el tema de las candidaturas independientes, la magistrada regional indicó que estas enfrentan retos para lograr reglas claras que garanticen, de mejor manera, campañas en igualdad de condiciones, mayor financiamiento, así como espacios más equitativos en radio y televisión, para lograr, junto con el tema de la reelección, un desarrollo exponencial más alto.
La consejera electoral del Instituto Nacional Electoral (INE), Beatriz Claudia Zavala Pérez, destacó que, a pesar de lo complejo del pasado proceso electoral, el Instituto cumplió con su función primordial de organizar elecciones. Se contó con un padrón electoral actualizado, se realizó un arduo proceso de credencialización, se capacitó a casi 12 millones de personas para la integración de las más 155 mil casillas que se instalaron para recibir los votos el 1 de julio, se logró el voto desde el extranjero, se dieron resultados confiables, se fiscalizaron más de 57 mil informes de campaña, se registraron misiones de observadores electorales y candidaturas y se organizaron debates.
Zavala Pérez propuso una nueva reflexión sobre el modelo fiscalización, las candidaturas independientes, el financiamiento a partidos políticos y el modelo de casilla única, todo ello encaminado a mejorar las condiciones de las elecciones para llegar, a nivel nacional, al perfeccionamiento del sistema electoral.
En su intervención, el académico del Tecnológico de Monterrey y exconsejero del INE, Arturo Sánchez Gutiérrez, indicó que, a pesar de algunos retos técnicos, el balance de la “elección más compleja de la historia” es positivo.
Entre los retos técnicos, el académico ubicó, entre otros, el tema de las casillas únicas, la definición de competencias entre los organismos públicos locales (Oples) y el INE, así como las competencias entre los tribunales locales y las salas regionales del TEPJF, cuestiones que deberán someterse a revisión para mejorarlas y, además, buscar que la ley sea más precisa. Entre los temas que, en su opinión, podrían ser considerados en prospectiva de reforma en cuanto a diseño institucional, están: revocación de mandato, duración de campañas, justicia electoral, autonomía presupuestal, candidaturas independientes, reelección, entre otros.
Por su parte, el director de la revista Voz y Voto, Jorge Alcocer Villanueva, subrayó que hay que volver a lo básico, a la naturaleza esencial del proceso electoral: “un ciudadano, un voto”. En su concepto, existe el gran desafío de formar ciudadanía, una ciudadanía que reciba la información y la educación básica para el ejercicio de sus derechos y para participar de manera informada en la consolidación de la democracia en nuestro país.