El objetivo del TEPJF garantizar y propicia un diseño institucional que asegure que las preferencias del electorado estén debidamente representadas: Rodríguez Mondragón                

  • El magistrado de la Sala Superior señaló que el TEPJF debe asegurarse que los procesos de redistritación responde a parámetros técnicos y generan confianza y legitimidad en el sistema electoral
  • El sistema democrático debe contener mecanismos que anticipen un grado de autocorrección para que los partidos políticos no utilicen los procesos de redistritación para beneficio de alguna opción política

CIUDAD DE MÉXICO, miércoles 16 de mayo de 2018.- Durante su intervención en el Seminario Internacional de Distritación Electoral, organizado por el Instituto Nacional Electoral (INE) y el Colegio de México (Colmex), el magistrado del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), Reyes Rodríguez Mondragón, explicó que la calidad de la democracia se centra en la libertad, la igualdad y los procedimientos institucionales, y que para evaluarlos generalmente se utilizan tres dimensiones: la primera es la calidad en términos de resultados, esto es que el régimen está ampliamente legitimado y satisface por completo al electorado.

 

La segunda, es la calidad en términos de contenidos, que se refiere al régimen democrático en el que los ciudadanos, asociaciones y comunidades gozan de libertad e igualdad; y la tercera se refiere a la calidad en términos de procedimientos, es decir, es el régimen en el que los propios ciudadanos tienen el poder de verificar y evaluar si su gobierno persigue los objetivos de libertad e igualdad dentro de las reglas del Estado de derecho.

 

El proceso de redistritación, detalló el magistrado, está relacionado con la primera dimensión de resultados, en tanto que es un mecanismo que puede garantizar que cada voto tenga el mismo peso y solo indirectamente con la segunda dimensión de contenidos. Respecto de la tercera dimensión de la calidad en términos de procedimientos, se asocia con la distritación, pues delimita el espacio físico de la representación política, esto es, el lugar en el que se van a vincular los representantes y los representados.

 

Por lo anterior, comentó Rodríguez Mondragón, “es importante comprender que la forma en cómo se regula y entiende la distritación afecta la calidad de la democracia, ya que las decisiones sobre la redistribución de los votos electorales en los distintos distritos tienen un efecto directo en la naturaleza de la competencia electoral y en la eficacia de la representación”.

 

Ante este escenario y con el objetivo de contribuir a la calidad democrática, la Sala Superior garantiza y propicia un diseño institucional que asegure que las preferencias del electorado están debidamente representadas, incluyendo las de los sectores menos favorecidos, a fin de proteger la competencia electoral y la relación entre representantes y representados, señaló el Magistrado al participar en en la mesa 1, “El papel de las distritaciones electorales en la calidad de la democracia”, que se llevó a cabo en la Sala Alfonso Reyes del Colegio de México.

 

Así mismo, Reyes Rodríguez señaló que, sin un mínimo de restricciones, “los partidos podrían intentar maximizar sus ganancias en escaños al manipular la cartografía distrital, por ejemplo, al dividir a los estados en distritos con márgenes de voto mínimo, incluso si eso significa alterar los distritos que se consideren bastiones o que los partidos contabilizan como votos seguros”.

“Es por este fenómeno que es de suma relevancia todo el proceso [de distritación] que tiene a cargo el Instituto Nacional Electoral y, para elevar la calidad de la democracia, es nuestro deber velar por la expresión efectiva de las preferencias de los ciudadanos, y que los procesos de redistritación respondan a cuestiones poblacionales y a los otros parámetros técnicos que ha definido el Instituto Nacional Electoral para abonar a esta efectiva representación”, aseveró.

 

“El sistema democrático”, continuó, “debe contener mecanismos que anticipen un grado de autocorrección para que los partidos políticos no utilicen los procesos de redistritación de tal forma que beneficie a alguna opción política, y es en este contexto en el que les corresponde tanto al INE como a la Sala Superior del TEPJF, cuando revisan impugnaciones en esta materia, hacer ajustes a la aplicación o al conjunto de reglas del sistema electoral que inciden en los resultados de la competencia”.

 

En la mesa estuvieron presentes, el director del Centro de Estudios Demográficos Urbanos y Ambientales del Colegio de México, Luis Jaime Sobrino Figueroa, como moderador; el director de la División de Asistencia Electoral del Departamento de Asuntos Políticos de la Organización de las Naciones Unidas, Craig Jenness, y del Comité Técnico para la Distritación, Juan Manuel Herrero Álvarez y Rodrigo Morales Manzanares.

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