Dinero contante y sonante

Manuel Arroyo Rodríguez, presidente y director general de El Financiero, periódico transnacional -no mexicano- afiliado al Grupo Lauman.

A PERIÓDICOS HUÉRFANOS

  • Como El Financiero, enojado porque AMLO no le da

Javier Rodríguez Lozano

Para LORD MOLÉCULA OFICIAL

 

 

CIUDAD DE MÉXICO, martes 9 noviembre 2021.- Cuando los lectores de los grandes periódicos y auditorios de medios de comunicación nacionales descubran a qué intereses sirven las fuentes de su saber, la verdad histórica de México  será otra.

Federico Nietzsche se preguntaba, al igual que Edmund Burke, por la dosis o la capacidad de soportar la verdad del ser humano:

¿Qué dosis de verdad puede soportar un hombre?, se preguntaba el del Anticristo o Así hablaba Zaratustra; mientras que el filósofo alemán Rüdiger Safranski reduce la cuestión a solo: ¿Cuánta verdad necesita el hombre?

Y es que la verdad que defienden y promueven los grandes medios de comunicación nacionales no es tal, porque solo es su verdad, no es la verdad de la gente, ni mucho menos la de las grandes mayorías; o lo que es peor, tampoco es la verdad de la realidad que vivimos.

Entonces, ¿de quién es la verdad de los grandes medios?

El lituano Daniel Estulin y la española Cristina Martín Jiménez han documentado profusamente, en muchísimos libros, esa “otra verdad”, es decir, la que no dicen los grandes medios, no solo los mexicanos, sino los de todo el mundo; los verdaderos amos del poder.

Tienen 130 jefas y jefes, las personas más ricas del mundo, que durante los meses de mayo de todos los años, desde su creación como Club Bilderberg en 1954 en Oosterbeck, Holanda, les dicen a los grandes medios de comunicación de México y el mundo, qué es lo que tienen que decir.

Y no solo eso, sino también, quién debe gobernar cualquiera de los 200 países afiliados a la ONU, en especial, Estados Unidos, inmerso hoy en la peor decadencia democrática de su historia.

Dícese que para muestra basta un botón, y vamos a él:

El periódico El Financiero -fundado por el mexicano Rogelio Cárdenas en 1983 y vendido por su viuda al transnacional Manuel Arroyo Rodríguez en 2012- publicó ayer que “Lord Molécula y otros youtubers de la 4T cobran en el Congreso”.

¿Desde cuándo el trabajo de los verdaderos periodistas es un escarnio?

“Así consta en los gastos de publicidad oficial que se han hecho públicos en la Plataforma Nacional de Transparencia, del Inai, de diciembre de 2018 a lo que va de noviembre de 2021”.

Y con algunas cifras, inmensamente inferiores del dinero contante y sonante, en dimensiones escandalosas, cobrado por los grandes medios de comunicación en el sexenio de Enrique Peña Nieto, intentan balconear a periodistas que les arrebataran la hegemonía de la credibilidad.

Argumentó el citado periódico: “De acuerdo con una revisión hecha por EL FINANCIERO de los medios catalogados como redes sociales en el rol de acceso a las conferencias, establecido por la Presidencia”.

Y se refirió a dos cintillos en este portal de LORD MOLÉCULA OFICIAL, de la Cámara de Diputados que importaron 46 mil 400 pesos; y otros 34 mil 800 pesos por tres banners del Senado.

Para que el enunciado no se quede en singular lo pluralizan con otra youtuber, Nancy Rodríguez del portal Oro Sólido -con registro como Rossana Guadalupe Díaz Avendaño- por casi un millón de pesos -967 mil 319 pesos-.

Vaya, El Financiero quiere balconear a dos comunicadores que han comercializado espacios en dependencias oficiales con un costo que no llega siquiera al millón 100 mil pesos, cuando ese periódico dirigido por Arroyo Rodríguez recibiera de la administración de Enrique Peña Nieto en su sexenio, nada menos que 377 millones 769 mil 332 pesos, según datos del INAI.

Este reportero ha solicitado al Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales, información detallada sobre los montos económicos que por publicidad recibiera el periódico El Financiero, no solo los últimos tres años de la pasada administración, sino de lo que va del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, con el número de folio: 331012421000009.

Mientras es respondida nuestra solicitud echémosles un ojo a los ríos de dinero contante y sonante que pasados gobiernos, como el de Peña Nieto, entregaban a los grandes medios de comunicación, no solo para tenerlos contentos, sino para sustentar en ellos el control que el viejo sistema político tenía sobre la población, a través de esos medios, como El Financiero, periódico huérfano, porque no tiene antecedentes de maternidad alguna; ni mexicano es, sino 100% transnacional.

El 7 de junio de 2019, el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales daría a conocer un listado completo de las cuatro mil 21 personas físicas y morales que recibieran contratos para el pago de publicidad oficial durante el sexenio de Enrique Peña Nieto (2012-2018).

El listado difundido por el consejero del INAI, Oscar Guerra Ford, fue encabezado por Televisa (8,155 millones 912,522 pesos), Estudios Azteca (6, 295 millones 168 mil pesos) y El Universal (mil 519 millones 523 mil 324 pesos), como las tres grandes empresas de medios que más dinero recibieran, desde 2012 y hasta 2019.

Pero en aquel enlistado, ranking de 10 grandes medios, no se halló a El Financiero, o el Grupo Lauman, su transnacional propietaria, el último de los cuales sería el Sistema Público de Radiodifusión del Estado mexicano (antes OPMA) con 868 millones 661 mil 687 pesos.

Pero sí se encontró a El Financiero dentro de un grupo de “segundo nivel”, integrado por: La Jornada (582 millones 481,198 pesos), Milenio (495 millones 698,161 pesos), La Crónica (356 millones 032,473 pesos), El Financiero (377 millones 769,332 pesos) y El Norte de Grupo Reforma (350 millones 760,560 pesos).

Antes, el 17 de abril de citado 2019, el Presidente López Obrador había presentado su política de comunicación social, en la que se contemplaba una reducción de hasta el 50% en el gasto gubernamental en publicidad.

Se comprometía no rebasar en ningún ejercicio fiscal el 0.1% del Presupuesto aprobado, en este caso cinco mil 800 millones de pesos.

En el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) de aquel año se autorizaron para pagar publicidad cuatro mil 711 millones de pesos, tres mil millones de pesos menos que lo ejercido durante el último año del gobierno de Enrique Peña Nieto.

Aquellas cifras eran dinero contante y sonante en escandalosas cantidades, nada comparadas con las del menos de millón 100 mil pesos autorizados a los youtubers citados, Lord Molécula y Nancy Rodríguez.

Sin embargo, reiteramos y concluimos en esta primera entrega de este tema, estos comunicadores arrebataron a los periódicos huérfanos como El Financiero, a los grandes medios, el invaluable privilegio de la credibilidad.

Porque la verdad nos hace libres.

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