COSA DE PRENSA / Una historia sombría

  • Cómo fue el fraude electoral EEUU
  • “El color del cristal con que se mira”
  • Gran prensa como vocera del poder
  • Querían ‘restaurar el alma nacional’
  • “En cierto modo Trump tenía razón”

Javier Rodríguez Lozano

Lunes 8 febrero 2021.- Decía Ramón de Campoamor: En este mundo traidor / Nada es verdad ni es mentira / Todo es según el color / Del cristal con que se mira.

De un padrón de casi 232 millones se presume sin comprobarlo que votaron 81 millones 281 mil 888 electores por Joe Biden y 74 millones 223 mil 251 por Donald Trump.

De acuerdo al cómputo oficialmente, más pragmáticamente no reconocido, en total sufragaron 155 millones  505 mil 139 de los 328 millones de personas que habitan los 50 estados de la Unión Americana.

Es decir, se estuvo a una décima porcentual de lograr una participación del triple seis, que habla por sí mismo, con el 66.7% del padrón electoral, que para los teólogos no es ninguna sorpresa; antes al contrario, lo explica todo, pero esa es otra cuestión.

Más de 81 millones de personas en 26 estados miran con el cristal azul y creyeron que uniéndose por primera vez el agua y el aceite que representan los sindicatos y los patrones (el poder económico), “restaurarían el alma de la nación” como era su aparente propósito.

Y otras más de 74 millones de 24 estados que miraron con el cristal rojo y donde se documentó desde el 12 de septiembre de 2018 el fraude electoral demócrata, creen que no perdió Trump, sino la moral política y el alma nacional del hasta el 3 de noviembre, país más poderoso del mundo.

La Revista TIMES

En su edición del 7 de noviembre de 2020 la revista Times utilizó tres mil 277 palabras escritas por Charlotte Alter para informar “Cómo ganó Biden la Casa Blanca”.

Y el 4 de febrero de 2021 en su portal ese magazine adelanta el reportaje de Molly Ball de su edición del 15 de febrero siguiente, que utiliza siete mil 697 palabras para justificar un triunfo fincado en misteriosas complicidades.

Se titula: “La historia secreta de la campaña en la sombra que salvó las elecciones de 2020”, que deja ver la intención de documentar ampliamente cómo obreros, empresarios y demócratas, impidieron el triunfo de Trump, pero lo que en realidad surge es el detallado entramado de un gran fraude electoral que no “salvó” nada y antes al contrario, precipitó el declive.

Del mismo modo que “los dueños del mundo” urden sus planes “en las sombras” y comisionan al periódico español El País como redactor del boletín oficial -por ejemplo, el de la OMS cuando finalmente reconoce hasta el 11 de marzo de 2020 la pandemia surgida en diciembre de 2019-, así también la revista Times hoy es la elegida para que la gran prensa mundial argumente que robaron las elecciones para “salvar a Estados Unidos”, cuando fue lo contrario.

Promesa de decencia

El 7 de noviembre de 2020, en Times la reportera Charlotte Alter tituló su artículo “Cómo Joe Biden ganó la Casa Blanca” y en su primer párrafo asienta sin tapujos:

“Lo único más poderoso que un dragón es un asesino de dragones. Durante cuatro años, la inclinación de Donald Trump por la división y el caos fue la fuerza dominante en la vida estadounidense. Al final, después de una batalla larga e insoportable, fue vencido por la promesa de decencia, unidad y sanación nacional de Joe Biden”.

Una campaña secreta

Este 4 de febrero, en la misma revista Times, Molly encabeza su reportaje: “La historia secreta de la campaña en la sombra que salvó las elecciones de 2020”, y postula:

“Todo fue muy, muy extraño’, dijo Trump el 2 de diciembre. ‘A los pocos días de las elecciones, fuimos testigos de un esfuerzo orquestado para ungir al ganador, incluso cuando todavía se estaban contando muchos estados clave’.

“En cierto modo, Trump tenía razón.

“Se estaba desarrollando una conspiración detrás de escena, una que redujo las protestas y coordinó la resistencia de los directores ejecutivos. Ambas sorpresas fueron el resultado de una alianza informal entre activistas de izquierda y titanes empresariales. El pacto se formalizó en una declaración conjunta concisa y poco notoria de la Cámara de Comercio de Estados Unidos y la AFL-CIO publicada el día de las elecciones”.

La apuesta de Biden

Charlotte habría dicho: “La victoria de Biden fue a la vez ampliamente esperada y obstinadamente dudada. Llegó después de días de recuento de votos que era predecible y angustioso. No fue el deslizamiento de tierra fácil que muchos demócratas esperaban: Trump fue derrotado, pero el trumpismo parece más arraigado que nunca en el Partido Republica. Los republicanos obtuvieron escaños en la Cámara y pareciera más probable que no mantuvieran el control del Senado, a la espera de dos reelecciones del Senado en Georgia. Pero todo el tiempo, Biden había apostado a que lento y constante ganaría la carrera, y el sábado esa apuesta finalmente dio sus frutos”.

Una elección calamitosa

Molly: “El escenario que los activistas en la sombra estaban desesperados por detener no era una victoria de Trump. Fue una elección tan calamitosa que no se pudo discernir ningún resultado.

“Su trabajo tocó todos los aspectos de la elección. Consiguieron que los estados cambiaran los sistemas de votación y las leyes y ayudaron a asegurar cientos de millones en fondos públicos y privados. Se defendieron de las demandas por supresión de votantes, reclutaron ejércitos de trabajadores electorales y consiguieron que millones de personas votaran por correo por primera vez.

“Presionaron con éxito a las empresas de redes sociales para que adoptaran una línea más dura contra la desinformación y utilizaron estrategias basadas en datos para combatir las difamaciones virales. Ejecutaron campañas nacionales de concienciación pública que ayudaron a los estadounidenses a comprender cómo se desarrollaría el recuento de votos durante días o semanas, evitando que las teorías de conspiración de Trump y las falsas afirmaciones de victoria obtengan más tracción. Después del día de las elecciones, monitorearon cada punto de presión para asegurarse de que Trump no pudiera anular el resultado”.

Restaurar el alma nacional

Charlotte: “A lo largo de una polémica primaria demócrata y una elección general trastocada por una pandemia, Biden mantuvo el mismo mensaje que había tenido desde que anunció su campaña en 2019: una promesa de gobernar con empatía, de brindar experiencia en tiempos de crisis, de ‘restaurar la alma de la nación‘. Al principio, el mensaje parecía fuera de sintonía con los tiempos, ya que los principales oponentes de Biden se apresuraron a abrazar el manto de la revolución progresista. Pero luego, muy rápidamente, los tiempos cambiaron: COVID-19 hizo que la nación añorara un líder con competencia y empatía. Al final, los contrastes entre los candidatos se rompieron a su favor: un estadista experimentado frente a un presidente incompetente, un líder que consoló a las familias afectadas por el COVID frente a una celebridad que se burló del virus, un candidato que se comprometió a sanar una nación frente a un titular que casi se había destrozado”.

Nación cercana al desastre

Molly: “Esta es la historia interna de la conspiración para salvar las elecciones de 2020, basada en el acceso al funcionamiento interno del grupo, documentos nunca antes vistos y entrevistas con docenas de personas involucradas de todo el espectro político.

“Es la historia de una campaña creativa, decidida y sin precedentes cuyo éxito también revela lo cerca que estuvo la nación del desastre”.

Las 94 de las siete mil 697 palabras de Molly en Times que mejor describen el fraude, son éstas:

“Es por eso que los participantes quieren que se cuente la historia secreta de las elecciones de 2020, aunque suene como un sueño febril paranoico: una camarilla bien financiada de personas poderosas, que abarcan industrias e ideologías, que trabajan juntas detrás de escena para influir en las percepciones y cambiar las reglas y leyes, dirigen la cobertura de los medios y controlan el flujo de información.

“No estaban manipulando las elecciones; la estaban fortaleciendo. Y creen que el público debe comprender la fragilidad del sistema para garantizar que la democracia en Estados Unidos perdure”.

LA COSA ES QUE…

“Nada es lo que parece”.

Pareciera ser -pero no lo es- la una frase del “filósofo  dormido” del Siglo VI AC, Epidémides, cretense que decía que “todos los cretenses son mentirosos”.

Más bien se parece a la de El Principito, de Antoine de Saint Exupéry, de aquello que dice que: “Solo el corazón ve, lo esencial es invisible a los ojos”, que nos quiere decir que nada de lo que vemos es verdad.

Los reportajes de Times quieren acreditar algo que ya no existe, como dijera Xi Jinping al Foro Económico Mundial 2021 después de la investidura de Joe Biden: “Ya nada en este mundo volverá a ser igual”.

Qué tal.

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