La Gran Depresión de 1929
- “Palo dado ni Dios lo quita”
- Crimen, el error en política
- Salir con un ‘pleno empleo’
Javier Rodríguez Lozano
AGUASCALIENTES, Ags., martes 26 mayo 2020.- “¿Quieren hablar mal del gobierno? Vayan a El Universal y se ganan unas ocho columnas; o al Reforma”, diría ayer en la mañanera el presidente Andrés Manuel López Obrador. Con relativa experiencia política, o con una mínima conciencia ciudadana, cualquiera sabe que en materia de comunicación, “palo dado ni Dios lo quita”, y si el modelo de crecimiento en México está pasando del neoliberal -aquel que dictan a todos los países del mundo los organismos financieros como el FMI, el Banco Mundial y las agencias calificadoras- al modelo de crecimiento económico con justicia social de la 4T,¿por qué no, tarde que temprano, también cambien las fuentes de información de la vida nacional, que por tantas décadas fueron los grandes medios de comunicación y ahora sea la prensa independiente la más creíble, porque “palo dado ni Dios lo quita?” Por supuesto, las fuentes de financiamiento de las dos prensas, la tradicional y la libre, son muy distintas: a la primera las sostienen los grandes capitales del viejo modelo neoliberal, los capitanes de la banca, la industria y el comercio, mientras que la segunda, sobrevivirá exitosa solo si sus contenidos les ganan donantes que les permitan gastos de operación e ingreso familiar. Aquí es muy difícil “moderar opulencia frente a indigencia”. A la gran prensa la sostienen 90 millones de mexicanos que no dieron su voto en las urnas al actual gobierno, en tanto que solo 30 millones están dispuestos a donar una moneda o un pequeño billete a la prensa libre; libre incluso, del propio gobierno. Otro de los cambios sociales que se vienen es que muchos grandes amigos están siendo separados por las ideas: las de quien piensa en el bienestar de los demás y quien piensa solo en su propio bienestar. Se ahonda la beligerancia entre materialismo e idealismo. Algo tan difícil de explicar como lo es el enorme potencial humano a nivel individual, es que ya se vienen las elecciones y la pregunta es, si se repite el que 90 millones de mexicanas y de mexicanos, la enorme mayoría de ellos -quizás el 99%- que son pobres, y solo una mínima parte es rica e inmensamente rica, vuelven a votar a favor del viejo modelo. ¿Cómo es posible que los pobres voten por los ricos, que los empobrecen más? A esas preguntas ingenuas, inspiradas en las notas de Reforma o El Universal, es decir, sesgadas, el Presidente les responde que para las próximas elecciones, “la gente debe saber que se van a renovar casi la mitad de los gobiernos estatales en junio del año próximo, entonces ya están desatados y por eso son denuncias en la procuraduría, de un partido para hacer quedar mal a los otros partidos o al gobierno”… Otra vez Sonora, pero esta vez un reportero, comparó al Roosevelt de 1929 con las pretensiones del AMLO de la 4T. El Presidente explicó algo del New Deal mexicano, luego de calificar al citado presidente estadunidense que enfrentó el Crack, la Gran Depresión, “con empleo pleno: todos a trabajar”, dijo: “Estableció un mecanismo en donde se pagaba un salario mínimo a todos para llevar a cabo distintas actividades, y con esa estrategia sacó adelante la economía de Estados Unidos y logró la felicidad, el bienestar de su pueblo. Un gran Presidente, como Lincoln, Franklin Delano Roosevelt”. Entonces, agregó López Obrador,” sí es algo parecido, no igual; este es un modelo mexicano”. Estimó que uno de los errores más grandes del modelo neoliberal, “y los errores en política son como crímenes”, fue el imponer un modelo a tabla rasa para todo el mundo sin tomar en cuenta las característica propias de cada país, la realidad de cada país, los problemas de cada país, la idiosincrasia de los pueblos… Más adelante, al ratificar que México crecerá al 6%, López Obrador dijo que ahora hay dos indicadores de crecimiento económico: el del Producto Interno Bruto y el que mide los niveles de bienestar del pueblo. Es decir, una declaración de muerte definitiva del neoliberalismo en México. “Porque no quiere decir si hay crecimiento hay bienestar. Eso está probado, no siempre es así. Crecer es que se acumule riqueza, pero no implica que esa riqueza se distribuya con equidad, con justicia. Les ponía yo el ejemplo del gobierno de Salinas, hubo crecimiento, pero fue cuando se registró también la mayor desigualdad económica y social en el país”.
LA COSA ES QUE…
México mantendrá sus relaciones con el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, con las mismas mediciones sobre el PIB, “pero eso no impide que tengamos nosotros una manera distinta de evaluar”; qué tal.