COSA DE PRENSA / Sucesión Presidencial 4

 

 

 

Todos los presidentes de Estados Unidos, desde John F. Kennedy en 1961 y hasta Joe Biden en 2020, fueron decididos por el Club Bilderberg… Bueno, hasta la celebridad de Los Beatles, asi al mismo tiempo que palomeaban a Kennedy y su atentado dos años más tarde.

 

  • El País de España y sus candidatos Ricardos
  • Ahora entra también al juego Estados Unidos
  • Por felicitación demorada y aeropuerto fallido
  • Apretones de tuerca para el Presidente AMLO
  • Único Presidente no alineado al Club Bilderberg

 

 

 

 

Javier Rodríguez Lozano

 

 

 

Lunes 24 mayo 2021.- Lo que sucede en la geopolítica de estos días para México no deja de ser una gran vacilada, como si el mundo no lo tomara en serio:

 

-El periódico El País de España destapa a sus candidatos y Estados Unidos le entra el juego desquitándose de una felicitación tardía, lo del fallido aeropuerto y la protesta lopezobradorista sobre su financiamiento a empresarios ultraconservadores que buscan el hundimiento de México, igual que en 1857.

 

De risa, simplemente de risa y carcajada a mandíbula batiente, es la percepción que tiene de México el Nuevo Orden Mundial, empoderado por su fresca venganza electoral en Estados Unidos, su pandemia y su gran negocio de las vacunas de quién sabe qué.

 

Geopolíticamente hablando, en estricto rigor -como decía Zedillo- el México de hoy no es amigo del Nuevo Orden Mundial, que reúne todos los meses de mayo de todos los años en algún apartado y lujoso lugar del mundo, a las y los 130 mujeres y hombres más ricos del orbe, donde no hay acceso a reporteros, aunque sí a deshonestos propietarios de medios de comunicación, que deciden por encima de los gobiernos.

 

Ahí se han tomado, desde su primera reunión el 29 de mayo de 1954, las principales decisiones del mundo, que acatan y cumplen y hacen cumplir los monarcas, los presidentes y los jefes de Estado de más de 200 países del mundo.

 

Así lo hicieron los presidentes de México desde 1983: Miguel de la Madrid, Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.

 

Y lo que está ocurriendo ahorita en México es que el mundo no sabe que su presidente, Andrés Manuel López Obrador, es el único presidente del planeta tierra que no se alinea al Gobierno Global impuesto por las y los 130 mujeres y hombres más ricos del mundo.

 

Henri de Castries es presidente del Club Bilderberg desde 2011, según dato actualizado de Wikipedia el pasado 22 de mayo.

 

Para atender mejor ese cargo, el empresario francés renunciaría a la gerencia de AXA, compañía de seguros fundada en el 1982 por Claude Bébéar, también galo y quien mantuviera en relativo secreto su presidencia del Club Bilderberg hasta que lo reemplazara su discípulo Henri de Castries.

 

A ellas y ellos del Club Bilderberg, se les atribuye -no nos alcanza el espacio para citar las fuentes y su extensa bibliografía, pero recomendamos leer a Daniel Estulin y al Instituto Tavistock de la Conducta Humana de Londres, Cristina Martínez Jiménez, Esteban Cabal y Alden Hatch, entre algunos otros, la paternidad del neoliberalismo y la extrema pobreza mundial.

 

La prensa mundial, incluida la mexicana, nunca va a describir en detalle lo que ocurre en las reuniones anuales del Club Bilderberg -excepto las canceladas de 1976 porque el príncipe Bernardo de Holanda fue cachado corrompiéndose en la venta de armas y la de 2020, por la pandemia- pero lo que menos sucede es que en esas reuniones se decide quién debe ser presidente de Estados Unidos y qué país debe liderar al mundo.

 

(Hoy el nuevo país líder mundial es China y muy pocos los saben).

 

Todos los presidentes de Estados Unidos, desde John F. Kennedy en 1961 y hasta Joe Biden en 2020, fueron decididos por el Club Bilderberg como candidatos presidenciales, salvo en 2016 cuando candidata Hillary Clinton fuera derrotada por Donald Trump y se le decretara la guerra que derivó en 2019 con la aparición del virus creado en los laboratorios militares de Wuhan, cuyo combate debilitaría al mundo lo suficiente como para no protestar el magno fraude electoral de 2020 con que derrotarían al candidato republicano.

 

Bueno, hasta la celebridad de Los Beatles fue decidida por ellos, casi al mismo tiempo que palomeaban a Kennedy y su posterior atentado dos años más tarde.

 

A pocas horas del aquel infausto  3 de noviembre de 2020, casi todos los monarcas, presidentes y jefes de Estado del mundo se apresuraron a felicitar un triunfo electoral que aún no estaba decidido en favor de Biden y López Obrador, con deficiente información geopolítica, pero asombrosa sensibilidad política, se abstendría de felicitar al candidato demócrata.

 

Aquella fue la primera “pedrada” que el presidente estadunidense recibiría de su homólogo mexicano; por eso le manda a la golpeadora vicepresidenta Kamala Harris, para buscar que López Obrador revierta su política antineoliberal, lo que significaría el fracaso no solo de la 4T, sino de toda aspiración de México por el crecimiento.

 

Para la geopolítica no es Biden sino Harris, la artífice del fraude electoral que encumbrara a su administración, la que gobierna un país que ha sido desplazado del liderazgo mundial por el Dragón Rojo, dueño del virus.

 

LA COSA ES QUE…

 

Es difícil bailar danzón en un ladrillo y más un tango en piso mojado, y así también lo es abordar temas tan complejos, pero tan necesarios, en unas cuentas líneas que pronto se agotan…

 

Sin embargo, agotaremos todo lo anunciado en el sumario, en este serie La Sucesión Presidencial, que nos hará más útiles que el comentar otras cuestiones políticas superficiales que pasan desapercibidas.

 

Por lo pronto, la calificación de Estados Unidos en relación con la aviación comercial mexicana no es más que desquite del presidente Joe Biden a todas las “descortesías” de Andrés Manuel López Obrador, lo que abrirá un nuevo frente de confrontación que solo existiera cuando el vecino país del norte le arrebatara a México la mitad de su territorio, entre 1836 y 1847.

 

Va a ser muy interesante observar el papel que jugarán las y los antilopezobradoristas en esta jugada del ajedrez geopolítico, aunque podemos anticipar que hoy más que nunca, cuando más se necesita, el nacionalismo no distinguirá a muchas personas, se convertirá en un eslabón perdido.

 

No tardará en surgir el candidato del Tío Sam, que no será diferente de los de El País de España que ya detallaremos: Ricardo Anaya y Ricardo Salinas Pliego, “haga Usted el refabrón cabor”, decía el comediante.

 

Qué tal.

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