Los Ávila: Arturo Ávila y Ricardo Monreal Ávila.
- Incompresible la matemática política
- AMLO+Monreal+CLT = Arturo Ávila
- Arturo Ávila, pariente de Ricardo Monreal
Javier Rodríguez Lozano
Viernes 9 abril 2021.- La clase política aguascalentense, aun la que busca hacer periodismo, se pasa de ingenua; su matemática no le da para entender la ecuación: AMLO + Monreal + Carlos Lozano – Blanca Rivera Río = Arturo Ávila -Morena local + urnas = al triunfo de Leo Montañez y Tere Jiménez; y qué bueno.
Es lo mejor para Aguascalientes, creemos nosotros, porque si analizamos palmo a palmo, con microscopio y sin él, cada una de las historias políticas individuales de los factores implicados en esta ecuación, se vería con toda claridad por qué un empresario fuereño de siniestras actividades y dudosa procedencia, se haya apoderado de Morena, tan fácilmente como arrebatarle un dulce a un niño.
Ensayemos los escenarios.
Todo empezó cuando después de su primera legislatura como diputado federal como priista desde 1975 (la LIV 1988-1991), en la que “nadaría de muertito” porque no haría absolutamente nada, Ricardo Monreal Ávila descubriera que los negocios de la política eran lo suyo.
Se aventaría otros dos periodos como diputado y dos más como senador, y cuando en 2006 quiso y el PRI no lo apoyó para gobernar Zacatecas, él se metió al PRD y gobernó su entidad.
El 21 de mayo de 2016, Verónica Espinosa escribiría en Proceso:
“El expresidente Felipe Calderón Hinojosa acusó a los hermanos Ricardo y David Monreal Ávila, de tener vínculos con el narcotráfico: ‘Me consta (sic) es que mi gobierno, un día, en uno de los ranchos propiedad de Monreal, en una empacadora de chiles, pero de chiles de mariguana, el Ejército encontró 14 toneladas de esta droga’, dijo el panista al recordar el aseguramiento efectuado por el Ejército en enero de 2009 en una deshidratadora propiedad de Cándido Monreal en Fresnillo”.
En aquel año Ricardo Monreal era influyente senador y no pasaría nada; era obvio, la PGR de Eduardo Medina Mora no vio ni oyó nada…
Y es que después de Salinas y Fox, cualquiera cree que puede llegar.
El problema está en que, de la misma manera que AMLO apoya a verdaderos pillos -como Ricardo Salinas Pliego, el guerrerense Félix Salgado Macedonio, Manuel Bartlett, Mario Delgado, el coahuilense Armando Guadiana, Marcelo Ebrard y muchas otras finísimas personas más- también está obligado a apoyar a Ricardo Monreal por los pactos políticos.
Es decir, candidaturas de Morena en todo el país este 2021 a cambio de apoyo parlamentario, pero no otorgadas personalmente por López Obrador, sino por quienes manejan Morena, que creen leerle el pensamiento al Presidente y pagan facturas sin que se las cobren.
Una de ellas es la de su pariente Arturo Ávila Anaya en Aguascalientes (¿o a poco no habían notado que llevan el mismo apellido?), para la alcaldía de Aguascalientes, quien se ha dado el lujo de hacer a un lado al Comité Ejecutivo Estatal y al morenismo local, e inventar su propio partido Morena y hacer campaña con él; aunque, obvio, no llegará, claro.
Carlos Lozano, exempleado de Monreal en Zacatecas, es su “corresponsal” o “cónsul” en Aguascalientes, quien le ha puesto a la entidad a sus órdenes desde hace mucho tiempo, trayéndonos a candidatos que son verdaderos pillos, como Arturo Ávila.
Primero, Lozano hizo candidata a su esposa Blanquita Rivera Rio, una excelente persona, para luego retirarla abruptamente argumentando traiciones y generar quemazón para el PRI; más de lo que ya está, por supuesto, y abrirle las puertas a Arturo Ávila, que con publicidad a un par de portales locales cree que ya la hizo.
Pero al aguascalentense, que a diferencia del periodismo político, ya no se chupa el dedo, sí sabe por dónde va la jugada y no permitirá que los pillos fuereños los sigan gobernando.
El desaseo en los que antes eran los principales partidos políticos -independientemente del desprestigio del sistema electoral que ya prepara cómo robarle la elección presidencial a Morena en 2022- ha fortalecido enormemente a los perfiles individuales, muy por encima de los colores partidistas.
Es decir, muchas y muchos electorales se han dado cuenta que en materia de partidos políticos, tan malo es el pinto como colorado, y ninguno vale la pena, porque ninguno ha demostrado la honestidad y la eficiencia que exigen los nuevos tiempos, los post pandémicos, los que nos ponen a todas y todos frente a la hora de la verdad .
Los desencuentros AMLO/Monreal vienen desde 2018 cuando el zacatecano se topara con el tabasqueño en la competencia por la Presidencia de la República; en 2022 ocurrirá lo mismo porque el lopezobradorismo no lo dejará llegar, además, porque se engaña a sí mismo sintiéndose presidenciable.
Ignora el refrán que dice: “El poder político obnubila a los inteligentes y enloquece a los pen… itentes”.
LA COSA ES QUE…
Son los perfiles personales los que ganarán las elecciones de junio próximo en Aguascalientes y en todo el país.
Para el caso doméstico, ni Leonardo Montañez Castro ni Tere Jiménez Esquivel tienen candidaturas adversarias que les lleguen a los talones.
La materia no es si Leo y Tere hayan o no hecho un buen trabajo en su trabajo político reciente.
El punto es que a pesar de ser muy, muy jóvenes, poseen ya una vieja experiencia que les permite navegar sin obstáculos en el proceloso mar de la política.
Y su partido sale sobrando, son ella y él, como personas, los que valen.
Qué tal.
