- México país de desigualdad
- Perversos partidos políticos
- ¿La pandemia enseñó algo?
Javier Rodríguez Lozano
AGUASCALIENTES, Ags., martes 9 junio 2020.- Ya se vienen las elecciones el próxima año y de la misma manera que no hay Escuela para Padres, ni Instituto Antisuicidio, ni Universidad de la Claridad, que nos enseñe desde nuestros primeros pasos por la vida que algún día podemos ser papás y la enorme e ilimitada responsabilidad que ello implica; que como seres humanos somos lo más valioso que habita el planeta tierra y por ello la vida es bella y no tenemos ningún derecho de atentar contra ella; y que nos marque la existencia con el verdadero significado del color blanco y del negro, estrellas de luz refulgente y horizontes insondables de oscuridad, que todas y todos nosotros elegimos para transitar por el mundo, unos para hacer el bien y otros para hacer el mal. Tenemos Ciencias Políticas en las casas de educación superior -como en la que estudió Andrés Manuel López Obrador y muchos protagonistas de la historia contemporánea- que hablan a sus educandos de los partidos políticos y sus alcances en el sistema político. Pero no les han dicho con toda claridad a sus egresados que un partido político de izquierda representa y defiende a los pobres, mientras que un partido político de derecha, representa y defiende sus intereses personales, particulares y de grupo, nunca los de la población en su conjunto, en México y en todos los países del mundo; la historia es la misma. El sistema educativo mexicano ha fallado en no enseñar con la suficiente claridad las funciones de los partidos políticos. No ha dicho, por ejemplo, que, en la Independencia, la Reforma y la Revolución, las luchas intestinas no solo fueron contra la colonización española, los privilegios del fuero o la reforma agraria, sino primordialmente contra la explotación de los ricos sobre los pobres. Aquellas cifras de Alejandro de Humboldt descritas en su Ensayo político sobre el reino de la Nueva España 1811, no son diferentes 209 años después. El Barón, en su propósito de hacer una estadística de “uno de los países más ricos del continente: La Nueva España”, entre 1799 y 1804 recorrería -además de México- Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Cuba y Estados Unidos, y resumiría: “México es el país de la desigualdad. Acaso en ninguna parte la hay más espantosa en la distribución de la fortuna, civilización, cultivo de la tierra y población”… Unos 205 años después de Humboldt, los académicos Jonathan Ortiz Galindo, Juan Marroquín Arreola y Humberto Ríos Bolívar, investigan los Factores macroeconómicos vinculados a la pobreza en México, y publican su ensayo en la Revista de Análisis Económico (2016) de la Universidad Autónoma Metropolitana y concluyen: “En base con los elementos abordados, es posible comprender por qué a pesar de los altos gastos efectuados por los distintos gobiernos, la población mexicana en situación de pobreza no ha disminuido, incluso, ha incrementado en algunos periodos, para prácticamente mantenerse intacta”… Estas reflexiones deberían preocuparnos y ocuparnos más de lo aparente. En esas líneas, que dicen que, “a pesar de los altos gastos efectuados por los distintos gobiernos”, está la clave de la pobreza en México: Sus partidos políticos y sus políticos en el gobierno, porque de acuerdo con el Presidente López Obrador, “ellos se han robado todo”. Postula el ensayo de la UAM: “Históricamente, en México han existido diversos escenarios, unos de éxito económico y otros de malos resultados, éste es el caso de las últimas tres décadas en que el estancamiento económico es patente, pues México solamente ha crecido 1.15% anualmente, cuando el crecimiento económico durante la época del desarrollo estabilizador era del orden del 4% anual… El crecimiento del PIB en México ha sido mucho menor, no solo en la tasa de crecimiento en el periodo antes descritos, sino que también ha sido menor que en las economías más grandes de América Latina”… ¿Por qué las escuelas de México no enseñan a sus alumnos la perversidad de los partidos políticos? ¿Nos han traído la ruina desde el amanecer de nuestra historia moderna y seguimos votando por ellos? …Además de los medios de comunicación tradicionales en México, responsables también de ocultar la más amarga de las realidades nacionales, que es la pobreza, los partidos políticos deben ser evaluados por la población en estas próximas elecciones y que haya quien explique a los electores el verdadero significado de su voto.
LA COSA ES QUE…
Al menos esto se espera de las catarsis de la pandemia, que lo mismo nos enriquece nuestro amor al planeta, como nuestra misión en la vida, que es luchar por lo humanamente correcto para nosotros y para nuestros semejantes; qué tal.
