-
Nos volvieron a saquear con el petróleo
-
Expropiación Petrolera borrada en 2013
-
18 años de burla del legado de Cárdenas
-
Fox, Calderón y Peña deben ir a la cárcel
Javier Rodríguez Lozano
CIUDAD DE MÉXICO, jueves 13 febrero 2025.- Dicen los antiguos que, “tanto peca quien mata a la vaca, como quien le detiene la pata”.
¿Dónde estaban esos patriotas enrolados en los partidos políticos, en la Gran Prensa y en todo tipo de liderazgos de opinión, eclesiásticos, clérigos y laicos, como los que hoy, un día y otro también, denostan al nuevo sistema político mexicano llamado Cuarta Transformación, durante los 18 años entre Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña, en que la Expropiación Petrolera de 1938 con Lázaro Cárdenas fuera borrada de la historia y saqueado México hasta el hartazgo?
La debacle petrolera empezaría en 2000, cuando Ernesto Zedillo se hiciera a un lado y entregara el poder al PAN de Fox Quesada, la profundizara el Señor del Narco Estado, Calderón Hinojosa en 2006 y la culminara Peña Nieto con la fallida Reforma Energética de 2013.
Pero la pregunta es: ¿Dónde estaba toda esa gente que hoy se desgañita contra Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum Pardo, nomás por la osadía de poner a tantos malos mexicanos en su lugar?
La Mañanera del Pueblo sigue agigantándose cada vez más, como una auténtica “caja de Pandora”, y ayer lo tocó el rescate de la Expropiación Petrolera, al anunciar la presidenta Sheinbaum Pardo la ReExpropiación Petrolera, que tan encorajinada tiene a la clase política del vecino país del norte, al que una vez más se le recordó que México no permitirá ninguna injerencia militar, ni civil, como la de la DEA.
La secretaría de Energía, Luz Elena Gonzáles Escobar, recordó que, al igual que pasó con el sector eléctrico, el sector hidrocarburos fue abandonado y debilitado durante el periodo neoliberal.
La mal llamada reforma energética de 2013, que fue un fracaso completo para el Estado mexicano, en el caso de los hidrocarburos, prometió que la apertura indiscriminada, a través de las famosas “rondas del sector”, atraerían grandes inversiones; “se dijo que era el paso decisivo rumbo a la modernización del sector, lo cual no ocurrió”.
Y algo muy, muy importante, añadió: “Pemex pasó en tan solo cinco años, entre 2013 y 2018, a ser la petrolera más endeudada del mundo; su deuda creció más del 100%. En muy pocos años casi destruyen el legado del General Cárdenas”.
Esto está sustentado en datos duros, ya que se incrementó en más de 100% la deuda financiera de Pemex, la inversión decayó en 55%; la perforación de pozos se redujo en 87%, la producción de petróleo cayó en 28% y la de gas en 22%; la producción de gasolinas se contrajo en 51% y la de diésel en 61%, tan solo entre 2013 y 2018.
Es decir, puntualizó la funcionaria, “todo lo que se hizo para incrementar vía inversión privada solo disminuyó la capacidad de producción del Estado mexicano y puso en riesgo nuestra soberanía”.
Y resumiría: “Ya no serán entregadas más áreas petroleras al sector privado”.
La presidenta Sheinbaum anunció que se regresó a la Constitución el que Pemex y CFE sean empresas no “productivas del Estado”, sino “empresas públicas”, que es muy distinto; no porque no queremos que sean productivas y no queremos que sean eficientes, sino porque antes su objetivo era privatizarlas, no era mantenerlas como empresas públicas.
¿Cuántos lugares han explotado? Solo 6% representa de la producción; o sea, lo utilizaron para especular, quizá para aumentar sus medidas en las Bolsa de Valores, pero nunca invirtieron.
Dejó en claro que quienes no inviertan deberán regresar sus contratos a la Nación.
De soslayo, la Presidenta Sheinbaum mencionó que no le conviene a Estados Unidos poner aranceles al aluminio y al acero, porque exportan más; y de paso calificó de “hipócritas” a los prianistas, que en campaña dicen apoyar a los programas sociales, pero en los hechos los rechazan.
A la pregunta sobre el nuevo director de la DEA, Terry Cole, a quien la Gran Prensa promociona como el verdugo de los cárteles mexicanos de la droga, la Presidenta Sheinbaum reiteró:
“Nosotros nunca vamos a permitir el injerencismo ni violaciones a la soberanía”.
Y volvió al saqueo petrolero del neoliberalismo y los presidentes corruptos del PAN y el PRI:
“Durante mucho tiempo funcionaron las seis refinerías y en los últimos 12 años, de Calderón a Peña, dejaron ir cayendo las refinerías poco a poco, sin inversión. De tal manera, que en el 2018 se importaba alrededor del 60% de la gasolina o más, casi 80% de la gasolina que consumía México”.
Exclamaría:
“Imagínense: país que era petrolero, con seis refinerías, importando y exportando petróleo. Es como un absurdo, ¿no?”
Detalló que el objetivo ahora, sigue siendo el mismo: producir un límite de barriles de petróleo, que es —y de gas— que es la principal función de Pemex. No más, ¿por qué?, porque no queremos contaminar más y no queremos seguir exportando, sino que el petróleo que tenemos —que el petróleo se acaba, es un recurso no renovable— se mantenga para las actuales y futuras generaciones. Entonces, se limita a 1.8”.
Hay seis refinerías que existían, que es el Sistema de Refinación Nacional, y ahora hay dos refinerías más: una completa, que es la que está en Texas, que es Deer Park; y la otra, que es Dos Bocas. Entonces, estas ocho refinerías ahora que son completamente del Estado mexicano, de Pemex, entonces van a permitir que se cumpla con esa demanda de combustibles, mencionó.
“¿Eso qué significa? Pemex para la soberanía nacional”, subrayó.
La deuda de Pemex llegó —¿a qué?— 114 mil millones de dólares.
Así la reciben en 2018, y la bajan a 97 mil millones, dijo.
“Entonces, uno se pregunta: ¿qué hicieron durante, por lo menos, 12 años, por lo menos? Digo, porque en el sexenio de Fox —ya dejemos los ‘90 atrás—, pero en el sexenio de Fox, primero, ahí, como hemos dicho, llegan a producir 3.4 millones barriles diarios; la producción más alta que ha tenido, todo para exportación a los Estados Unidos, porque desde ahí empiezan a caer las refinerías. El barril de petróleo, a 90 dólares el barril”.
Ahí está la deuda: O sea, con Calderón pasó de 68.9 a 82.8; y con Peña, de 86.7 a 132.3; y AMLO, la baja a 99.4.
Se cuestionó: “¿Cómo puede explicarse que la recaudación se duplicó casi del ´18 al ´24 sin una reforma fiscal? Se acabaron los privilegios, se acabó la corrupción, todavía hay espacios ahí donde todavía podemos seguir rescatando recursos. Pero hubo un avance muy importante”.
LA COSA ES QUE…
Nos volvieron a saquear y ni quién dijera nada.
Por eso ahora, remataría la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo: “Nos toca seguir apretando las tuercas ahí”.
Qué tal.