COSA DE PRENSA / ¿Qué debo leer?

Al mundo le duele lo mismo: La mala prensa

 

 

  • ¿Mala prensa / Buena prensa?
  • “Tú difama, que algo queda”
  • “Palo dado, ni Dios lo quita”

 

 

Javier Rodríguez Lozano

 

 

Viernes 26 febrero 2021.- Al mundo le duele lo mismo: La mala prensa.

 

Ha ocurrido en los acontecimientos que lo han marcado para siempre, desde las dos guerras mundiales y hasta las pasadas elecciones estadunidenses.

 

Fue la prensa la que dio su versión del palpitar mundial y mujeres y hombres creyeron lo mismo, porque periódicos y revistas decían lo mismo para los mil 700 millones de habitantes de 1918, igual que para las siete mil 684 millones de personas que estamos hoy aquí, en este 2021.

 

Por ejemplo, en 1962 la prensa nos dijo que Los Beatles eran “lo máximo”, ocultando que los habían sacado de un oscuro pub de los barrios bajos de Liverpool, para que con su música nos impusieron la droga y el libertinaje sexual, por encargo del londinense Instituto Tavistock de la Conducta Humana, nacido en 1947, igual que la ONU en 1948, bajo el control del poder económico mundial.

 

En 2021 nos dicen que “lo máximo” es Tik Tok y que Estados Unidos ya no es el rey, sino China; “y háganle como quieran”, como advirtiera Xi Jinping a Estados Unidos desde el Foro Económico Mundial, unos días después de que Joe Biden fuera investido presidente.

 

También nos dicen que el virus de Vuham “es lo peor” y que nos matará si no nos vacunamos, con el único pretexto de hacer ganar a sus farmacéuticas mucho dinero y empezar a influir ellos, los chinos, en las inversiones y las finanzas globales, como lo hace desde 1948 el Tío Sam, luego de la Conferencia Bretton Woods que le otorgara ese liderazgo.

 

En otras palabras, “somos lo que leemos”. Y lo que leemos en periódicos y revistas, y escuchamos en la radio o vemos en la tele, no es la realidad del mundo, sino lo que ellos -los poderosos- quieren que sepamos; lo demás lo ocultan; y además, con todo cinismo, nos cobran por engañarnos. ¡Y nosotros les pagamos!

 

Entonces, la controversia se aclara: Mientras no aprendamos a leer seguiremos ignorando la realidad del mundo.

 

¿Cómo nos manipula el poder?

 

En México hemos tenido muchos episodios de manipulación mundial, pero nos pasan de noche porque nadie nos informa de ellas.

 

Ayer, Andrés Manuel López Obrador -que ya lo registra la historia como el primero y único presidente mexicano que declara la guerra a la corrupción y la impunidad, llegada a Aztlán igual que Quetzalcóatl, hace mucho tiempo, de Ultramar- ofreció una cátedra de uno de esos vergonzantes episodios.

 

Platicó en su mañanera de la carta enviada a la Cámara de Diputados, de la cual dependen la Auditoría Superior de la Federación, donde un “chapulín”, priista-panista-vividor, David Colmenares Páramo, le operó un ensayo hacia la segunda campaña: “AMLO es un peligro para México”.

 

El Mandatario pide una investigación sobre un informe falso:

 

“Tal instancia difundió en los medios de información, en los medios informativos, que el costo de no construir el aeropuerto de Texcoco ascendía a 331 mil 991 millones de pesos, cuando en realidad la cifra fue de 110 807 millones de pesos, es decir, una tercera parte menos de lo publicado.

 

“Tampoco consideró que terminar dicha obra significaba destinar cuando menos otros 300 mil millones de pesos y cancelar el actual aeropuerto de la Ciudad de México y la base aérea de Santa Lucía, mientras que el nuevo que estamos construyendo, además de hacerse en tierra firme y no en un lago, implicará una inversión de 75 mil millones de pesos, o sea, se tendrá un ahorro de 225 mii millones de pesos, lo cual demuestra que la decisión que se tomó fue la correcta y en completo beneficio de la hacienda pública”.

 

El Presidente aclaró que aunque los responsables de la Auditoría Superior de la Federación se han retractado “ante tamaño absurdo, esgrimiendo que aplicaron mal sus métodos de proyección”, consideró que una actitud de este tipo no sólo obedece a una deficiencia técnica, sino también a una intencionalidad política.

 

Y relató cómo ésa y otras falsedades han sido aprovechadas por la oposición y la mala prensa, “que defiende al antiguo régimen corrupto, para tratar de dañar la imagen de rectitud y honestidad de nuestro gobierno”, lamentó AMLO.

 

Un reportero de los medios conservadores pertenecientes a la mala prensa pidió al Presidente señalara de dónde cree que venga ese ataque: ¿Directamente del auditor Colmenares?”

 

El Presidente rechazó señalar a alguien, pero aceptó que ese documento del aeropuerto fue filtrado, y todo periodista sabe que una filtración de ese tamaño siempre es bendecida por el principal responsable.

 

Por ejemplo, las filtraciones que autorizaban los presidentes para sus columnistas favoritos, con la doble intención de posicionarlos y de golpear a sus adversarios.

 

AMLO solo dijo: “Vean cómo lo manejó la prensa vendida, o alquilada; los medios de información que están en contra nuestra, porque antes se beneficiaban, cuando el antiguo régimen.

 

“Vean el escándalo que hicieron, hasta intelectuales orgánicos: Elizondo, Héctor Aguilar Camín. O sea, los mismos, todos ellos del antiguo régimen, escritores, intelectuales orgánicos… Son muy corruptos. El conservadurismo es sinónimo de autoritarismo y de corrupción, y la historia así lo demuestra. Entonces hacen daño”.

 

Un columnista, un periodista, un servidor público -enfatizó el Presidente- tiene que hablar con la verdad y respetar al pueblo, independientemente de sus consideraciones, o de sus preferencias políticas; ideológicas.

 

“Si se escribe, si es servidor público, por razones éticas se tiene que decir la verdad, no manipular, no engañar.

 

“Entonces eso es lo que queremos que no suceda. No es un asunto personal contra nadie de este organismo, es que en la Cámara de Diputados investiguen sobre este caso y sobre el comportamiento de esta institución”.

 

Advirtió el Presidente que no va a dejar pasar estos casos que signifiquen engañar a la gente: “La verdad nos hará libres”.

 

Calificó de incongruencia de diputados del partido de Adolfo López Mateos, que votan a favor de la destrucción de la Comisión Federal de Electricidad:

 

“Es un desconocimiento de la historia, es no tener convicciones ni tener principios, es buscar el cargo por el cargo, la lucha del poder por el poder. ¿Dónde están los ideales?, ¿dónde están los principios?, ¿dónde está el compromiso de defender los intereses del pueblo?”

 

Y fue más allá el Mandatario:

 

“Acuérdense de lo que nos hicieron en el 2006, fue la cúpula del poder económico la que participó en el fraude electoral, las cámaras, el Consejo Coordinador Empresarial, la Coparmex, los directivos; ellos fueron los que pagaron la guerra sucia, la campaña en contra nuestra en los medios de comunicación. No estoy diciendo mentiras, ahí están las evidencias de los mensajes que pagaban en las televisoras en contra nuestra, estando prohibido”.

 

LA COSA ES QUE…

 

La filtración de ese documento es responsabilidad de su directivo, David Colmenares Páramos, cuya historia habla por sí mismo y justifica su activismo político a través de ese organismo del Congreso de la Unión.

 

Hace muchos años fue presidente del Colegio Nacional de Economistas, de 2000 a 2002, y secretario Finanzas del gobernador de Oaxaca, Heladio Ramírez López (1982-1992).

 

En 1998-99, representante del gobierno de Oaxaca en el DF, en 1988 con Diódoro Carrasco Altamirano, quien con Elba Esther Gordillo operó la derrota de Francisco Labastida y el arribo de Vicente Fox; y luego con José Murat Casab, en 1999.

 

De ahí regresó a Oaxaca como delegado del Banobras, hasta el 2000, cuando se va a presidir el Colegio Nacional de Economista, donde simultáneamente es miembro de la Junta de Gobierno del SAT de Fox, como premio a su trabajo de dos años atrás.

 

En otra palabras, David Colmenares Páramo es un grillo prianista, que baila al son que le tocan.

 

Sabe bien aquello de: “Tú difama, algo queda”, por eso se retractó, porque el daño ya estaba hecho: “Palo dado, ni Dios lo quita”.

 

Por tanto, es mucho lo que tenemos que aprender a leer, para saber con claridad quién y qué nos dice la verdad; pero esa verdad, de ninguna manera, nunca va a estar en los medios de comunicación tradicionales.

 

Vivir engañados o ser ilustrado por la buena prensa, será la gran la diferencia de la generación post pandemia.

 

Decía Héctor Suárez: “Por eso estamos como estamos”.

 

Qué tal.

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