El 13 de septiembre de 1996 Juan Francisco Ealy Ortiz permaneció detenido unas 10 horas en el Reclusorio Norte. Reporteros lo esperaban a su salida.
- AMLO a la prensa: otra actitud
- Scherer, G. Valseca, Santaella
- Como Presidente está obligado
Javier Rodríguez Lozano
AGUASCALIENTES, Ags., miércoles 27 mayo 2020.- Las cosas de prensa se están poniendo muy calientes en la mañanera, en que el presidente Andrés Manuel López Obrador ejerce su derecho de réplica, pero sin enviar desmentido por escrito a los periódicos, algo que sería más definitivo y contundente en comparación con solo un enunciado discursivo como éste, el de ayer, en que a punto estuvo el Primer Magistrado de la Nación de perder la calma. Diría: “No quiero estar señalando siempre a El Universal y que, al Reforma, ojalá… Y los convoco a que depongan esa actitud, porque si no, sí me veo obligado…” ¿A qué?, seguramente nos preguntaríamos en esos instantes millones de expectantes televidentes. Y aclaró el Ejecutivo federal: “…No es que les tenga yo mala fe o los vea con malos ojos. Yo no tengo enemigos ni quiero tenerlos, pero como Presidente de México tengo la obligación de… informarle al pueblo. Existe el derecho del pueblo a la información”… Creemos que por la mente del Presidente pasó otra cosa, más descabellada -como la de Ernesto Zedillo en 1996 contra uno de esos dos periódicos- pero como no es un hombre común, sino especial -por algo será- reaccionó a tiempo para evitar que se le saliera algún inoportuno exabrupto. Sin embargo, muchos pudimos “leer” el drama en su compungido rostro… Esto nos trae a la memoria los berrinches de Luis Echeverría Álvarez, remedo de estadista infinitamente inferior a AMLO, con Julio Scherer (Excélsior), el coronel José García Valseca (los Soles) y Mario Santaella (La Prensa). Estos tres escenarios configuran solo algunas de las más trágicas páginas en la historia del presidencialismo y la prensa en México… Nos gustaría describir con todo detalle, pero no lo vamos a hacer, cómo fue la persecución de Ernesto Zedillo contra Juan Francisco Ealy Ortiz (El Universal) en septiembre de 1996, cuando cinco averiguaciones previas por defraudación fiscal lo llevaran unas horas al Reclusorio Norte. Lo defendería el único abogado en México que no ha perdido nunca un juicio: Juan Velázquez, hijo de don Víctor Velázquez, abogado de Porfirio Díaz Ortega, hijo a su vez, de don Porfirio. Pero el conflicto no lo dirimiría aquella vez el célebre jurista, sino el “indulto” presidencial zedillista, con la obligación del editor coahuilense a pagar un cuantioso adeudo fiscal muy superior a los 28 millones de pesos exigidos en las primeras dos de las cinco averiguaciones previas, y que apenas el año pasado de 2019 se terminó de pagar, justo cuando Ealy Ortiz cumpliera los 50 años al frente de El Gran Diario de México, estipulados por el consejo de administración en su toma de posesión de octubre de 1969. Como dijimos, nos gustaría detallar más este triste episodio, porque lo vivimos en primera fila… Ayer, todo empezó con otra pregunta ingenua, tomada de las ocho columnas de Reforma: “Buenos días, presidente. Yo nada más le quiero preguntar: México es el país con mayor tasa de letalidad en América Latina y quería saber, ¿a qué se debe esto?” …Otro escenario también inexacto es que, no es cierto que el subsecretario Hugo López Gatel sea un gran comunicador, como muchos periódicos afirman, con el fin de “crecerlo” artificialmente para que involuntariamente, divida al gabinete. El Presidente le pasó la respuesta y el funcionario solo atinó a aclarar que, “la vigilancia epidemiológica es mucho más que contar y que tener números”. Y lo mejor que dijera después sería esto: “Estamos sobreestimando la letalidad en México, cosa de lo que estamos conscientes y mientras mantengamos métodos consistentes podemos monitorear si la letalidad cambia o no cambia a pesar de que sabemos que el número por sí mismo no es comparable técnicamente con ningún otro país”… Como no hubiera respuesta clara el Presidente la retomó: “Acerca de la primera pregunta es muy importante, además de la explicación técnica, puntual, de Hugo, decir que esta es una noticia del periódico Reforma, que está compitiendo con El Universal para ver cuál es más amarillista. Desde luego que no es cierto lo que ellos sostienen y hay manera de demostrarlo. Es más, lo dejamos de tarea, porque son odiosas las comparaciones, más cuando se trata de pérdidas de vidas humanas. Sin embargo, son muy insensatos, confunden las diferencias que tenemos de carácter político, ideológico, con estos asuntos que tienen que ver con la salud de nuestro pueblo; además, con los sentimientos de la gente, con las emociones. Entonces, están empeñados en crear alarmas, en dar ese tipo de noticias falsas. Decir que México es el primer lugar en letalidad en América Latina es una falsedad y nada más, lo único que recomendaría es que con datos de la Organización Mundial de la Salud se revisara cuántas defunciones ha habido en los países de América Latina y cuál es la población de cada uno de los países de América Latina, es una fórmula relativamente sencilla. Ojalá y cambien de parecer porque, la verdad, es diario, un día sí y el otro también con esas notas, sin apego a la verdad. Y todo es por su enojo, porque les molesta la transformación. Quisieran mantener el mismo régimen de corrupción, de injusticias, de privilegios, pero se debe de entender que estamos aquí porque así la decidió la mayoría de los mexicanos y estamos llevando a cabo una transformación que se anunció desde la campaña. Dijimos: ‘Se acaba la corrupción, se destierra la corrupción, se acaban los privilegios y todos a portarnos bien’. Miren lo que se produjo ayer, una buena noticia, ofrezco disculpas porque me estoy alargando y saliendo del tema, pero ayuda mucho que la gente tenga información amplia”. Se referiría luego al pago del adeudo por ocho mil millones de pesos de una tienda departamental estadunidense, para regresar al tema con más ahínco: “No quiero estar señalando siempre a El Universal y que, al Reforma, ojalá y los convoco a que depongan esa actitud, porque si no, sí me veo obligado… No es que les tenga yo mala fe o los vea con malos ojos, yo no tengo enemigos ni quiero tenerlos, pero como Presidente de México tengo la obligación de… informarle al pueblo, existe el derecho del pueblo a la información”.
LA COSA ES QUE…
Dijo que, si él deja pasar una noticia falsa, y luego otra y otra, “pues es vivir en la confusión, en un mundo enrarecido. Esto no es bueno, ya de por sí es fuerte lo que sucede cuando hay una pandemia como ésta, los miedos, los temores que se producen para estar alentando más miedos, más temores, además, mintiendo. Ojalá y haya un cambio de actitud”; qué tal.
