- En 1969 se lanzó la primera candidata presidencial
- Otra vez cuando el PAN se abstuvo en el año 1976
- Burda maniobra operativa del Presidente Echeverría
- Ni Valentin Campa, JLP y Wikipedia, reconocieron a Mariana
Javier Rodríguez Lozano
CIUDAD DE MÉXICO, lunes 11 marzo 2024.- Después de la manifestación del Día Internacional de la Mujer, de tantos o más estropicios que en otras manifestaciones populares, quedó demostrado que la mujer de hoy viene por todo; no es nada descabellado que en un próximo sexenio de mujeres sea una fémina la que contienda contra la Cuarta Transformación.
Decía Sirácides en las Sagradas Escrituras que “no hay nada nuevo bajo el sol”, y el feminismo tampoco lo es, más allá de sus primeras luchas en la Gran Bretaña -donde se inventaron los partidos políticos y los partidos de futbol, nada más para dividir y vencer, como enseñaron desde el imperio romano- arriba a esta tercera década del tercer milenio con los bríos de siempre.
La cosa política no ha estado ajena a las mujeres como lo recuerda una entrevistado que el reportero de La Prensa, Juan Nieto Martínez, publicara el 25 de febrero de 1976, con la candidata del Partido Femenino Mexicano (PFM, en formación que nunca se consolidó, decimos nosotros) la abogada Marina González de Boy.
Un poquito si se quiere, porque así lo entenderán los iniciados, esta dama vino a ser lo que en este 2024 es el candidato presidencial del Movimiento Ciudadano, Jorge Álvarez Máynez, propietario del periódico LJA, antes La Jornada Aguascalientes, donde quedó a deber el importe de la franquicia que sigue usufructuando en la red, es decir, un “bombero” con misión de echarle agua al fuego de la candidata Xóchitl Gálvez.
En aquella entrevista con nuestro amigo Juanito Nieto, Marina González se lanzó contra los partidos políticos el PPS, el PARM y el PAN, por no postularon candidatos que se opusieran al Señor de la Colina del Perro, es decir, a José López Portillo.
Diría la mujer: “No pensábamos intervenir en esta campaña porque creíamos que los partidos registrados iban a cumplir con su deber de postular candidatos a la presidencia, pero tanto el PPS como el PARM y el PAN se conformaron con pedir el subsidio que seguramente ya les echaron en la valenciana”.
La profesionista dijo que estas es la segunda ocasión que el PFM la postula como su candidata presidencial, la primera vez fue en 1969, indicó que se advierte una creciente apatía política en el pueblo porque siempre gana el PRI y la gente ya se cansó de esos triunfos. No hay más que una sola opción.
Lamentaría González de Boy la maniobra ausentista del PAN con la no postulación de candidato presidencial, lo que en su opinión va más allá de los problemas internos, reales o artificiales, “ya que está sostenido por grupos de empresarios, retrógradas y fascistoides”.
Era de esperarse, la mujer elogió la política internacional del presidente Luis Echeverría, “quien se ha esforzado en defender los derechos económicos de los países latinoamericanos, pero qué grupos políticos nacionales han tratado de bloquear dicha política”.
Marina González de Boy afirmó que “los gobiernos de hombres no se han ocupados de nada ni siquiera de qué el país produzca, por lo que es necesario la participación de la mujer para depurar a la burocracia acabar con los líderes Charros y los funcionarios sinvergüenzas”.
Reconoció que no triunfará en la campaña política que iniciaría, “ya que, aunque lo logrará no llegaría pero vamos a recorrer la República para hablar al pueblo con la verdad”.
Condenó lo que llamó, “las constantes secreciones que el país sufre de extranjero, principalmente en sus vecinos, el norte que al través de sus agencias de inteligencia se infiltran en los asuntos internos de los países latinoamericanos para luego agredir”.
Pero la mujer iría más allá, lamentaría: “Es muy triste que el pueblo no sepa quien lo atacó como ese 2 de octubre y el jueves de Corpus”.
En otro escenario, y aunque no fecha su nota publicada en La Jornada Veracruz, Wenceslao Vargas Márquez, sugiere que se le haga justicia a Mariana González de Boy, quien al igual que Valentín Campa, hiciera campaña presidencial en 1976, lo que quiere decir que José López Portillo no fue el candidato único.
Pero no solo nuestro compañero Juanito Nieto Martínez equivocó el nombre correcto de la candidata presidencial del PFM, sino hasta Wikipedia, que de plano ni siquiera la menciona en sus apuntes sobre aquellas elecciones presidenciales.
Escribió Vargas Márquez: “La historia ha olvidado a una mujer que también compitió sin registro y sin oportunidad de triunfo. Fue Mariana González del Boy, postulada por el fugaz Partido Femenino. El nombre de Mariana debe estar unido, y en un lugar muy especial, al de Rosario Ibarra de Piedra, a Cecilia Soto, a Patricia Mercado, Josefina Vázquez Mota, Margarita Zavala y María de Jesús Patricio Martínez”.
Coincidentemente, ni Valentin Campa, ni JLP, que escribieron crónicas de aquella campaña presidencial, tomaron en cuenta el nombre de Mariana González de Boy. Diría Wenceslao:
“Por su lado, López Portillo tampoco citó a Mariana González en ninguno de los dos tomos de su autobiográfico Mis Tiempos, de manera tal que no aparece en el índice onomástico y de instituciones donde de 10 personas apellidadas González ninguna es Mariana. López Portillo y Campa olvidaron a Mariana González del Boy e igualmente la han olvidado los mexicanos en general y las feministas en particular”.
LA COSA ES QUE…
El año de 1976 era el último de la primera mitad, de la primera “Decena Trágica” que viviera México (la segunda vendría de 2000 a 2012 con Vicente Fox y Felipe Calderón), y es fácil observar, como en radiografía, el inocultable echeverrismo de esta candidata presidencial, Marina o Mariana González de Boy.
Juan Nieto Martínez, quien cubriría la fuente presidencial a partir de diciembre de aquel citado 1976, sería el encargado de realizar una entrevista sugerida por Mauro Jiménez Lazcano, el jefe de prensa de JLP.
Y en su discurso, la candidata presidencial arremete contra los enemigos de Luis Echeverría y se apresura a descargarle de toda responsabilidad en sus principales crímenes históricos, como la matanza de Tlatelolco y el Jueves de Corpus.
Fue, muy lamentablemente, una maniobra politiquera de Luis Echeverría, sin duda.
Sin embargo, la mujer de aquellos años nada tiene que ver con la actual, aunque la política, política, lamentablemente, sigue siendo la misma, sino es que peor; mejor hubiera sido que igual que en aquel año, Claudia Sheinbaum se fuera sola, porque “más vale sola que mal acompañada”).
Ya se impone la fundación del Partido Femenista Mexicano, ¿o no?
Veremos.
Qué tal.