El Papa Francisco coloca sus manos sobre las sienes de Ángel y murmura una oración y se escuchan rugidos y extraños lamentos que salen de la boca del mexicano Ángel…
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A Adriana Elisabet hasta la Argentina
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Legalizar el aborto soltó a los demonios
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En la CDMX 4 espíritus tomarían a Ángel
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Roma ordenaría Magno Exorcismo fallido
Javier Rodríguez Lozano
CIUDAD DE MÉXICO, lunes 21 abril 2025.- Si me permites, Adriana Elisabet, te compartiré un recuerdo muy grato -aunque ingrato para mi país- de los tantos que pudiéramos tener sobre el Papa Francisco, primer latinoamericano y más concretamente argentino, en ocupar la Silla de Pedro, que en 2015 ordenara el primer Magno Exorcismo a un país, México, pero que lamentablemente fracasaría y que sería uno de sus momentos más grandes en su purpurado.
México ha sido el único país del mundo en que se practicara un Macro Exorcismo. No existe otro antecedente semejante, salvo el relato sobre cómo San Francisco de Asís (1181-1226) -de quien la ciudad del Golden Gate en Estados Unidos y el Papa tomarían el nombre- exorcizara exitosamente al pueblo italiano de Arezzo, azolado por los demonios surgidos de sus sangrientas guerras.
En parte, eso explica porque en mi país, de una tradición prehispánica inimaginable en su grandeza histórica, la Gran Tenochtitlan, aún hoy en día sufra con los demonios sueltos a través de la brujería sin control, del crimen organizado y de los aranceles de la mala vecindad en nuestra querida Norteamérica.
(Recordamos en estos días la invasión de Estados Unidos a México en 1914, que amenazara repetirse en este 2025, pero a diferencia de aquellos años hoy la Armada y el pueblo mexicanos estamos preparados para rechazar toda injerencia estadunidense, de acuerdo al anunció del Gobierno de México y al sentir de la gente. A propósito, ojalá algún día Las Malvinas vuelvan al pueblo argentino).
En 2013, el Papa Francisco investigó la desbordada violencia en México y encontró que la Virgen de las Américas, la Guadalupana, había abandonado a su pueblo, molesta porque años atrás, en 2007, se legalizaría el aborto.
Al menos, esta fue la versión que el padre Gabriele Amorth, el exorcista oficial del Vaticano, ofreciera al Sumo Pontífice, luego de recibir los informes del mexicano cardenal de Guadalajara, Juan Sandoval Íñiguez, acerca de un michoacano que había sido poseído por los espíritus, a bordo de un transporte público en la Ciudad de México, por aquellos años.
La Iglesia mexicana no tiene exorcistas calificados y no pudo exorcizar a Ángel, como se llamara el poseído, de 43 años de edad, hasta que el Santo Padre pidiera que se lo llevaran a Roma.
Antes de continuar, te comento Adriana Elisabet, que desde entonces y en este mismo espacio, he abordado en diversas ocasiones el tema, sin embargo, hoy quiero rendir tributo a un Papa excepcional, inigualable entre todos sus antecesores, con un poder sobrenatural también inimaginable, que solo los expertos pudieron percibir, como el padre Gabriele Amorth, cuando detectara cómo Francisco, en sus primeros 10 discursos papales, llamara “excelencia” a un ángel caído.
Sin duda, como lo veremos más adelante, muy probablemente se trataba de El Príncipe de la Oscuridad, que identifica Paulo Coelho en su lucha cotidiana contra el Príncipe de la Luz y cuyas batallas se desarrollan en cada uno de los seres humanos, un día y el otro también, desde el amanecer de los tiempos.
A unos meses de iniciar su Papado, el domingo 19 de mayo de 2013, después de la misa de Pentecostés, el Papa Francisco se dirigiría a los enfermos, alineados en sillas de ruedas en la Plaza de San Pedro; uno a uno los saludaba algunos instantes, antes de los 14 segundos que permanecería frente a Ángel, una vez que aclarara con el prelado que conducía al poseído que sí, que efectivamente, se trataba del mexicano poseído a causa de la legalización del aborto en México seis años atrás.
El Sumo Pontífice coloca sus manos sobre las sienes de Ángel y murmura una oración y se escuchan rugidos y extraños lamentos que salen de la boca de Ángel, quien se hunde en su silla de ruedas y poco después se reincorporaría azorado, asustado, sorprendido y curado. Habían sido expulsados de su ser los demonios que llevara por más de un lustro.
La oración con que el Papa Francisco exorcizara a Ángel no era parte de los cánones latinos o gregorianos, como los que atesora en su biblioteca el obispo español, José Antonio Fortea, quien sucedería Amorth en el liderazgo exorcista del Vaticano, a su muerte el 17 de septiembre de 2016, que por su enfermedad no pudiera venir a México.
El 20 de mayo de 2015, el cardenal Sandoval Íñiguez, el obispo Carlos Cabrero y el demonólogo español, Fortea, acompañados de numerosos prelados mexicanos, practicaron el Magno Exorcismo a puerta cerrada en la Catedral de San Luis Potosí.
Cuando este reportero entrevistara años después al único periodista religioso asistente a ese evento, Bernardo Barranco, se negaría a comentar el fallido exorcismo.
El 22 de mayo de 2013, días después del exorcismo del Papa Francisco al mexicano Ángel en la Plaza de San Pedro, especialistas como ACI Prensa, medio de comunicación religioso más importante del Vaticano, entrevistaría al padre Gabriele Amorth y relataría aquel suceso:
“El Papa de buena voluntad se acercó y le hizo el exorcismo bajo la forma de una oración de liberación, no como en el exorcismo clásico que se hace con el libro… El mexicano es realmente un alma de Dios, de la cual el Señor se sirve para reprochar a México por la legalización del aborto… Estoy informado bien sobre aquel joven. Un joven bueno, de oro, demuestra menos años de los que parece, tiene 43 años, casado, con tres hijos”.
En los 27 años de prelatura, de sus 88 de edad Amorth había practicado alrededor de 70 mil exorcismos y era considerado como “El verdugo del demonio”.
La noche del aquel domingo 19 de mayo de 2013 se había desatado una polémica mundial cuando la prensa hablara de un exorcismo papal, el jefe de Prensa del Vaticano, Federico Lombardi, desmentiría oficialmente que se hubiera tratado de un exorcismo del Santo Padre.
Por aquellos días la Fundación La Casa de Lepanto invitaría al padre Amorth a platicar sobre sus libros que narraban sus últimas batallas contra el demonio, ahí diría el acreditado prelado:
“No sé por qué existen jerarcas del Vaticano que han dicho que no fue un exorcismo. Este este es un buen joven, golpeado por este sufrimiento por el cual tiene dentro de sí a cuatro demonios”,
Amorth intentaría también exorcizar a Ángel y tampoco había podido con él, admitiría y luego subrayaría:
“Podemos decir que (el Papa) le hizo un exorcismo, porque un exorcismo es aquello que uno hace poniendo las manos sobre la cabeza de la persona y rezando, sin necesidad de recurrir a fórmulas secretara… La posesión es una venganza del demonio contra los obispos mexicanos, porque ellos no se opusieron al aborto como debían. Este joven será liberado sólo cuando estos obispos mexicanos se arrepientan, hagan penitencia por no haber intervenido”.
LA COSA ES QUE…
Gabriele Amorth diría que la gente no cree en la existencia del demonio, “existen pocos exorcistas, no hay casi exorcistas y esto ocurre por culpa de los obispos. Cuando un obispo no provee comete pecado mortal”.
Luego aseguraría haber visto cómo en sus primeros 10 discursos el Papa Francisco desde el 17 de marzo de 2013, calificara de “excelencia” al diablo.
Saludo cordial, Adriana Elisabet.
Qué tal.