El director de El Universal, Juan Francisco Ealy Ortiz, durante la misa realizada en el recinto del Tepeyac por el 80 aniversario de ese medio informativo. Foto: Ernesto Ramírez / La Jornada.
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Javier Rodríguez Lozano
AGUASCALIENTES, Ags., jueves 4 junio 2020.- El presidente Andrés Manuel López Obrador no se cansa de decir que la ciudadanía está cada vez más politizada, porque la mayoría votó por él en 2018, poco más de 30 millones de mexicanas y mexicanos que se la jugaron porque sabían que iban a ganar, y el resto de 89 millones 123 mil 355 empadronadas y empadronados, de los que solo votó el 62%, sufragó por las opciones fallidas: Ricardo Anaya (12.6 millones), José Antonio Meade (9.3 millones) y demás fauna. Sin embargo, con todo respeto, eso no quiere decir que realmente la raza de bronce esté muy politizada, en sus raíces lleva centurias de pasividad e indiferencia. Mas bien ha sido aguantadora desde Hernán Cortés y hasta las transformaciones anteriores a ésta, la de AMLO, porque casi siempre ha votado por sus verdugos, y no ha tenido el valor de encarcelarlos, como lo hicieran Venezuela con Carlos Andrés Pérez, Perú con Alán García, los Fujimori y Ollanta Humala; o Brasil con Lula da Silvia y Michel Temer, Panamá con Ricardo Marinelli, Guatemala con Otto Pérez Molina, El Salvador con Francisco Flores (aquel que con Ernesto Zedillo se pusiera al brinco contra Fidel Castro en la Iberoamericana de Panamá del 2000 y a ambos los barriera el antillano a puros garnuchazos), y muchísimos otros expresidentes latinoamericanos más… Nunca México ha encarcelado a ningún expresidente de la República y creemos que ya llegó el momento, ocurrirá en el curso de los próximos cinco años y serán tres, Echeverría, Salinas y Peña. Veremos… Pero insistimos, la politización de la sociedad mexicana solo está en los medios de comunicación del sector privado, como profesionales de campañas mediáticas al servicio del poder económico, y no en la población. Lo que vemos de movilizaciones sociales no son más que “campañas” ordenadas por algún tipo de poder, ya político como Ayotzinapa, por ejemplo, ya económico como la Coparmex, raramente auténticamente social, como en 1968… La raza de bronce siempre votaba por sus verdugos. Así lo hizo después de los regímenes estabilizadores hasta Gustavo Díaz Ordaz, lo que siguió fue puro desastre, y aquella “politizada” sociedad no hizo nada; antes, al contrario, premió al villano mayor, Luis Echeverría, hacedor de una generación de políticos que se comieron al país en gajos, con José López Porpillo, Miguel de la Madrid y la joya de la corona de la corrupción y la impunidad, Carlos Salinas de Gortari… Si a este servidor, al que el Infonavit no le quiere regresar como pensionado, los ahorros de su Subcuenta de Vivienda, unos 130 mil pesos, le indigna que le metan la mano a su bolsillo, imagínese Usted, amable Lector, ¿qué estará pasando por la mente de los medios de comunicación del sector privado enfrentados con López Obrador, a los que les ha quitado hasta ahora, más de ocho mil millones de pesos, en convenios de publicidad que tenían con el gobierno de Enrique Peña Nieto? “Es natural / que mi cariño / huérfano de besos / busque dónde estar / Es natural”, decía María Luis Landín en un pasado romántico muy remoto… López Porpillo lamentaba pagar para que le pegaran, pero no le quedaba de otra. Hoy, en la 4T, los periódicos del sector privado le pegan todos los días al Presidente López Obrador y él sí paga, aunque le peguen. Según el reportero César Martínez, de Reforma (se recomienda verificar la información, como advertía Víctor Payán en sus boletines de la jefatura de Policía de El Negro Durazo, “bella personita”), el Gobierno federal concentró en 2019 en tres medios la tercera parte de su gasto de publicidad: TV Azteca 10.87% (168 millones 557 mil 915.63 pesos); Televisa 10.84% (167 millones 988 mil 63.93 pesos); y el periódico La Jornada 8.03% (124 millones 446 mil 398.84 pesos)… Esto no sorprende, Ricardo Salinas Pliego es amigo del Presidente, nefasto, pero amigo; Televisa, con Azcárraga o sin él, es Televisa, y La Jornada, bueno, si AMLO hubiera perdido 2018 habría desaparecido. El Universal y Milenio tuvieron 3.17% y 2.17% de publicidad oficial, mientras que Reforma llegó apenas al 1.93%. Aunque cualquiera de ellos sobrevive solo con la publicidad de la iniciativa privada, como con Proceso, por decir lo menos… Más allá de esta danza de los números, que explican la forma y el fondo de la guerra de los seis años entre el Presidente y los medios, está el hecho de que algunos periódicos como El Universal, tienen enorme capacidad de adaptación ante las peores crisis que pudieran enfrentar.
LA COSA ES QUE…
Así ocurrió en su edición de ayer donde Hugo López Gatell, con poses de la revista Vogue, prácticamente se llevó la primera plana, sólido indicio de que por ahí podría surgir una inteligente tregua, muy diferente de aquella mala decisión de 1997, cuando el embajador estadunidense Negroponte le negara asilo político a Juan Francisco Ealy Ortiz, a quien no le quedó más remedio que pagar los impuestos que le exigía Tomás Ruiz, por encargo del presidente Ernesto Zedillo, que así se desquitaba porque le pegaban un día sí y otro también, a pesar de que “pagaba para que no le pegaran”; qué tal.
