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¿Por qué calla su encuentro con Josep Borrell?
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El periodismo no puede subírsele a México
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Regresan al pueblo sus empresas del Estado
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Pobre parlamentarismo hoy es una vecindad
Javier Rodríguez Lozano
CIUDAD DE MÉXICO,viernes 11 octubre 2024.- ¿Por qué calla la presidenta Claudia Sheinbaum, su encuentro con el representante de la Unión Europea (la cuna del neoliberalismo) Josep Borrell, señalado de haber ordenado al rey de España no responder a la solicitud de perdón del presidente Andrés Manuel López Obrador?
A pesar de las discretas, pero espectaculares acciones en el combate del Estado Mexicano al crimen organizado, con recorridos a pie de Omar Harfuch en Culiacán y Guanajuato (Aguascalientes lo buscó ante que lo invitaran), de recordar las pausas con Estados Unidos y España y del histórico regreso al pueblo de las empresas robadas por el neoliberalismo, surge una inconsistencia en la Mañanera, pero comprensible.
La Presidenta Sheinbaum no informó sobre su encuentro con el enviado de la presidenta de la madre del neoliberalismo, la Unión Europea, Úrsula von der Leyen, el alto comisionado para asuntos exteriores y de seguridad, Josep Borrell, mejor conocido como “el jefe de la diplomacia europea”, quien aconsejó al presidente ibérico Pedro Sánchez y al Rey Felipe VI no contestar la carta del presidente mexicano, López Obrador.
En un apunte relámpago, recordemos que el neoliberalismo surgió en los 70’s, con el libre mercado, la privatización, la desregulación y la exención fiscal a las grandes fortunas -en la que duerme un Ricardo Salinas Pliego sin querer despertar- y que abriera al mundo con Margaret Thatcher (1979-1990) en el Reino Unido y Ronald Reagan (1981-1989) en Estados Unidos, y en México en 1982 con Miguel de la Madrid y se encumbrara en 1988 con Carlos Salinas de Gortari.
“Pero eso ya se acabó”, proclamaron al unísono y en coro, la diputación de Morena en su sesión de ayer en el Palacio de San Lázaro, donde la oposición conformada por el PRI, el PAN y Movimiento Ciudadano, lo único que pudo hacer fue el ridículo, convencidos a ciegas de que el pueblo sigue chupándose el dedo.
Por supuesto que hubo esa reunión entre Sheinbaum y Borrell, pero también por supuesto que reservar su contenido es una prerrogativa del Estado Mexicano, cuando su soberanía está en juego, como suponemos que ocurrió.
Porque resulta que con la visita a México de Borrell, se cumplió también este 1 de octubre el 24 aniversario de la firma del Acuerdo Global Unión Europea-México, que regula los flujos comerciales entre las partes y donde los 27 países que conforman al Viejo Mundo representan al tercer socio más importante de México, después de Estados Unidos y Canadá, además de ser el segundo inversionista en nuestro país.
Por supuesto que con las credenciales de Borrell y con su representación, la Unión Europea es, con Estados Unidos, la mayor afectada, no solo con las reformas al Poder Judicial de la Federación, sino con las modificaciones a los artículos 25, 26 y 27 de la Constitución, que ayer se debatieron en la Cámara de Diputados, con las que desaparece el concepto de “Empresas privadas” y surge el de “Empresas púbicas del Estado” y la Comisión Federal de Electricidad y Petróleos Mexicanos regresan a ser del pueblo.
La diputada Gabriela Valdepeña González, de Morena, recordó en el pleno de la Cámara Baja, que entre el mes de junio de 1991 y el de julio de 1992, fueron entregados al sector privado 18 instituciones de crédito (bancos) y a diciembre del último año citado el Gobierno de México se había desposeído de 251 empresas importantes, como Telmex, Sicartsa, ingenios, minas de oro, entre muchas otras.
Naturalmente que Borrell debe haber reclamado todo el proceso mexicano de “desneoliberalismo”, que impedirá que sigan fluyendo a las arcas europeas y estadunidenses incontenibles caudales de riqueza, como ha ocurrido no solo en los 36 años de neoliberalismo, sino prácticamente desde su fundación en 1821, cuyos 200 años se cumplen en los próximos días y Sheinbaum rendirá homenaje a Guadalupe Victoria.
En la Mañanera el reportero no se identificó. Diría:
– Hola, buenos días, presidenta. Quería puntualizar un tema que comentaba el compañero: usted se reunió con Josep Borrell y le dio la bienvenida a México la semana pasada; hoy es el alto representante de la Unión Europea para el Exterior. Y él la semana pasada reconoció que fue él y Pedro Sánchez los que decidieron no contestar la famosa carta. ¿Le comentó algo sobre el tema?
– Presidenta Sheinbaum: No.
– ¿Nada?
– Presidenta Sheinbaum: Lo conozco, igual que tú, por los medios.
– Pero sí se reunió con él el otro día, hay una foto juntos.-
-Presidenta Sheinbaum: Sí.
– Okey.
El reportero, con mucha habilidad, cambió el tema cuando advirtió empedrado el camino:
“Otro tema que quería preguntar y que creo que es fundamental para el país: usted que comentó…”
Y la Presidenta Sheinbaum lo interrumpió para aclarar:
“Pero, a ver: ¿cuál foto juntos?”
-Reportero: No, nada más que si le había comentado algo sobre la carta, porque él fue el que dijo que no se iba a contestar la carta en declaraciones a medios españoles la semana pasada…
-Presidenta: No, lo único que tuve, y lo manifesté en su momento, fue una llamada del presidente de España y nada más, previo a la toma de posesión. Y todo lo demás relacionado con esa carta, todo ha sido declaración de representantes del gobierno de España ante los medios de comunicación de España, pero no ha habido una comunicación formal al Gobierno de México.
-Reportero: Okey.
LA COSA ES QUE…
El que calle Sheinbaum su conversación con el poder económico global, no es de ningún modo violatorio de la libertad de expresión; antes bien, es un tema de seguridad nacional que no deberá perderse de vista, y en él la comunicación masiva tiene muy poco qué ver.
El periodismo sabe que no puede estar por encima de los más altos intereses nacionales; no puede subírsele a ningún país, menos a México.
Esa la fue la razón por la que la Unión Europea y Estados Unidos persiguieran a Julián Assange hasta destrozarle la vida, porque si se observa en detalle, prácticamente a raíz de las primeras publicaciones de WikiLeakes, aquel 12 de julio de 2007 con un video del ataque aéreo en Bagdad, y hasta sus cables publicados en el periódico mexicano La Jornada en 2011, en el que desnuda a la clase política mexicana, prácticamente Estados Unidos entraría en un dramático proceso de decadencia mundial sin retorno.
Cierto, el actual es lo que le preguntó nuestro amigo Carlos Pozos: “¿México es otro régimen?”
Sí, diría Claudia.
Qué tal.