- Todo cambia, menos el cambio
- Amenaza la inteligencia artificial
- Viene el periodismo espiritual
- Paso el frente de Santiago Creel
Javier Rodríguez Lozano
CIUDAD DE MÉXICO, lunes 22 mayo 2023.- Hoy vamos a escribir sin escribir, a argumentar sin ponderar, a postular sin explicar… Un poco, pero solo muy poco, como decía Sócrates, al manifestar que él sólo sabía que no sabía nada.
Porque ocurre que vivimos una época y un país donde los usos y costumbres cambiaron radicalmente, vienen cambiando espectacularmente desde 2009 en que se iniciara lo que algunos privilegiados llaman la transición hacia la 5ª Dimensión. Muchos ya perecieron y otros tantos sobreviven y es denominador común que ya nada los engaña.
¿Por qué ya nada los engaña?
Muy simple, porque pasan del espacio, que es la tercera dimensión, al tiempo, que es la cuarta dimensión; y lo que sigue es la conciencia. Y conciencia es saber más que antes, muchísimo más.
En México y el mundo todo se está reinventando, hay generaciones de cuatro, cinco o seis décadas que ha preferido tirar la toalla; y otras, de siete y más, que se sienten como pez en el agua. Aquellas generaciones, tan perdidas como la nuestra, están apostando a un tipo de ser humano, que fuera de la inteligencia artificial, no enorgullezca a nadie.
En 2030, tan solo dentro de siete años, la mitad de las mujeres del planeta serán madres solteras, porque alguien les lavó el cerebro con la tiranía masculina.
De aquí a entonces, lo intuimos quienes tenemos experiencia en el arte de vivir, porque sabemos que solo son “una bocanada de aire”, es decir, inhalamos para cargar energías y exhalamos para descargar no solo el óxido de carbono acumulado por los malos hábitos alimentos, sino también todas las tristezas del alma, y en una de esas nos encontramos con que el destino nos alcanzó.
La guerra de sexos, atizada por el poder real, que jamás será el político, acuñó hace algunas décadas un feminismo que está devastando a la humanidad, sin que ésta sospeche siquiera la dimensión de su drama existencial.
En pocas palabras, ya no somos lo que fuimos en 2019, todo cambió, nos cambió y lo cambiamos, por supuesto, no para bien. En lo que le falta al milenio jamás se volverán a escribir historias de amor como las de Romeo y Julieta, Napoleón y Josefina, Marco Antonio y Cleopatra, París y Elena la de Troya; vaya, ni siquiera la del Chapulín Colorado con Florinda Meza… ¿Por qué?
Por la guerra de sexos.
Cada vez hay más mujeres que le apuestan a vivir sin el hombre; y hombres, que han descubierto lo que hay más allá de sus anatomías, que también prefieren otro tipo de compañía, que las malas compañías. Hay una revolución callada entre los jóvenes de hoy, que a nadie le da el valor de hablar de ella; pero negarla no la descalifica, existe y aquí está, y no favorece a la convivencia humana.
Y si en materia de convivencia humana, más allá de las almas gemelas, las llamas gemelas y las almas kármicas, qué bueno que solo tenemos cuatro de esas oportunidades en cada vida, y hay vidas en que no aparecen para nada, y qué bueno, también toda actividad humana se está reinventando, para no desaparecer en la lista negra de las ajusticiadas por la inteligencia artificial, que viene a sustituir a la humanidad, porque según el poder que la patrocina, que nunca será el político, no hay con qué alimentar a más de ocho mil millones de bocas que habitamos desde el pasado 15 de noviembre en el planeta Tierra.
Entonces, en ese contexto, también el periodismo se reinventa, porque el que existe tradicionalmente conocido, impreso y digital, pero con códigos de ética en desuso, ya no satisface a nadie, porque nadie lo cree.
Y lo que queremos hacer pronto es periodismo espiritual, que nada tendrá que ver en absoluto con ninguna creencia religiosa, todas ellas respetables en extremo, pero sin nada que hacer con los desafíos de la nueva humanidad.
O, dicho de otro modo, tanto las enseñanzas hindúes de seis mil años, como las judaicas, musulmanas y cristianas de dos mil años, están siendo sensiblemente rebasadas por los mercurios del tercer milenio, esto es, los nuevos mensajeros de Dios, que nos dicen algo parecido a lo que sigue.
En Veracruz, México, podríamos decir que, “¿para qué tanto brinco, estando el suelo tan parejo?”
Haremos periodismo espiritual y del mismo modo que lo hiciéramos desde hace 58 años con el periodismo policiaco y el periodismo político, dejaremos con la boca abierta a más de muchísimas personas.
¿Por qué?
Porque las cosas no son lo que parecen, las fuerzas de la oscuridad predominan ampliamente en el acontecer humano y ya nos acostumbramos a ellas, a un costo muy elevado; en México, ni siquiera el Papa Francisco ha podido con ellas, sin embargo, algo tendremos que hacer, sin que nos importe un cacahuate tropezar en el intento cuantas veces sea necesario.
Relataremos con todo detalle cómo las fuerzas de la oscuridad destruyen matrimonios y familias enteras, en lo más conservador de la provincia mexicana, en su centro, solo porque les gana la tentación de la carne, que por otro lado, es hija del mismo Padre de la bondad, que Paulo Coelho llama los príncipes.
Pronto lo haremos, porque todo cambia, menos el cambio.
LA COSA ES QUE…
La Coordinación de Comunicación Social de la Cámara de Diputados invitó a los medios de comunicación a la conferencia de prensa que ofrecerá el diputado Santiago Creel Miranda, presidente de la Mesa Directiva, hoy lunes 22 de mayo, a las 13:00 horas.
La cita es en la sala de conferencias “Miguel Reyes Razo”, del Palacio Legislativo de San Lázaro, ubicada en la planta principal del Edificio A.
Naturalmente, además de abordar los grandes temas nacionales, Creel Miranda dará otro paso el frente en materia de Sucesión Presidencial.
Allá estaremos.
Qué tal.