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Se entregan Ismael El Mayo Zambada
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Y Joaquín Guzmán López, el Chapo Jr
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El Mayo y sus 6 mujeres en el monte
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Podría suicidarse en prisión, según él
Javier Rodríguez Lozano
AGUASCALIENTES, Ags., miércoles 26 julio 2024.- Desde The New York Times hasta El Universal, la prensa difundió ayer la aprehensión de Ismael El Mayo Zambada y de Joaquín Guzmán López, el hijo del Chapo.
Los reporteros del periódico neoyorkino Alan Feuer, Natalie Kitroeff y Adam Goldman (allá también se firman los boletines de prensa; nunca, en El Universal, como el comunicado de Telmex que en diciembre de 1987 anunciaba aumento de tarifas y se iba de cintillo, mi primera nota en ese periódico), informaron que los detenidos, “dirigen el Cártel de Sinaloa, uno de los grupos delictivos más dominantes de México”.
Y añaden:
“Se han entregado a las autoridades de EE.UU. y se encuentran en custodia del país, según cuatro personas familiarizadas con el asunto que no tenían autorización de hacer declaraciones en público”.
Explicaron que, los operadores Ismael Zambada García y Joaquín Guzmán López, son los narcotraficantes más poderosos de México y dirigen enormes negocios trasnacionales de cocaína y fentanilo, que distribuyen a Estados Unidos, Europa y el resto del mundo.
Sin embargo, ninguno de los tres periodistas del NYT citados -Feuer, Kitroeff y Goldman, citaron fuente; únicamente a “cuatro personas familiarizadas con el asunto”.
Por su parte, Guadalupe Galván, en El Universal, cita al Departamento de Justicia de Estados Unidos, que confirmó el arresto de El Mayo y el junior del Chapo, de acuerdo a un comunicado del fiscal general Merrick Garland, relativo a la custodia de los presuntos líderes del Cártel de Sinaloa, “una de las organizaciones de narcotraficantes más violentas y poderosas del mundo”.
¿Quién es El Mayo Zambada?
Con El Chapo, editó Wikipedia ayer mismo, son los principales líderes del Cártel de Sinaloa.
Indica que Zambada García (nacido en 1948), iniciaría su trayectoria en el narcotráfico en los 70s, en el Cártel de Guadalajara, dirigido por Miguel Ángel Félix Gallardo, Ernesato Fonseca Carrillo y Rafael Caro Quintero.
También estuvo en el Cartel de Juárez de Amado Carrilo, “El Señor de los Cielos’, en el cual ascendió hasta asumir su liderazgo tras la supuesta muerte de Carrillo. En contraste con otros narcotraficantes, Zambada siempre ha procurado mantener un perfil bajo, lo cual le ha permitido permanecer prácticamente intocable frente a las autoridades mexicanas y estadounidenses durante más de cinco décadas”.
En 2010 el periodista Julio Scherer García entrevistaría a El Mayo, el lunes de enero de 2019, la revista Proceso conmemoraría el cuarto aniversario luctuoso al recordar aquel encuentro, único de un periodista con un capo del cartel de las drogas de México.
Naturalmente, es un texto que no se puede ignorar, con muchas claves, pero por respeto al espacio digital, nos referiremos a solo dos: La primera, cuando Scherer preguntó a El Mayo sobre su hijo Vicentillo, en prisión en Estados Unidos. Diría Ismael:
“Es mi primogénito, el primero de cinco. Le digo ‘mijo’. También es mi compadre.”
Confió El Mayo a Scherer que aún llora por él y le pidió no hablar más sobre ese tema.
-Y continuando la entrevista agregó: “Tengo a mi esposa, cinco mujeres, quince nietos y un bisnieto. Ellas, las seis, están aquí, en los ranchos, son hijas del monte como yo. El monte es mi casa, mi familia, mi protección, mi tierra, el agua que bebo. La tierra siempre es buena; el cielo no.”
Y el otro comentario hipotético de El Mayo a Scherer, que hoy resulta una suerte de profecía:
“Un día decido entregarme al gobierno para que me ‘fusile’. Mi caso debe ser ejemplar, un escarmiento para todos. Me fusilan y estalla la euforia. Pero al cabo de los días vamos sabiendo que nada cambió.” […] “El problema del narco envuelve a millones. ¿Cómo dominarlos? En cuanto a los capos encerrados, muertos o extraditados, sus reemplazos ya andan por ahí.” […] “El narco está en la sociedad, arraigado, como la corrupción.”[…]
LA COSA ES QUE…
El mensaje de Ismael El Mayo Zambada es que, en caso de caer en prisión, “no pasará nada, otros hacen lo mismo”.
Millones y millones de “otros”, a todos los niveles.
La gran incógnita es: ¿Por qué se entregaron?
Por supuesto, sabido es que la ley estadunidense ubica el entregarse y declararse culpable, en lo más alto de la consideración administradora de justicia; casi los libera.
Pero, ¿con quién quiere quedar bien Estados Unidos?
¿O es que deveras, tropas estadunidenses perseguirían al narcotráfico en suelo mexicano, como amenaza Trump; cosa que México y otras naciones amigas, como Rusia y China, han declarado no permitir?
Qué tal.
