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Sheinbaum responde a bravuconadas de Trump
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A un arancel vendrá otro por respuesta, advierte
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Fin de T-MEC por BRICS, Franja y Ruta de la Seda
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“Pero yo sé que nos vamos a poner de acuerdo”
Javier Rodríguez Lozano
AGUASCALIENTES, Ags., miércoles 27 noviembre 2024.- Después de Porfirio Díaz, que le negara a William Taff instalar una base naval en Ensenada en 1909, ningún presidente mexicano había tenido la firmeza como Claudia Sheinbaum Pardo de rechazar bravuconadas, como los aranceles de Donald Trump.
Al dictador oaxaqueño le costaría que la Revolución Mexicana borrara su legado que venía desde la Batalla de Puebla contra los franceses en 1862, cuando al frente de unos cuantos jinetes, con ramas de árbol atadas a las colas de sus caballos, descendiera de las colinas envuelto en una espesa cortina de polvo, que hiciera huir despavoridas a los invasores napoleónicos.
Para Sheinbaum el efecto de su manotazo presidencial contra Estados Unidos y Canadá significará que México, libre y soberano, ascenderá por vez primera en su historia al lugar que ya le corresponde en el primer mundo, como un país próspero, humanista y justo.
No cabe duda que, “no solo sabe más el diablo por viejo…”, sino que ahora una dama, la primera Presidenta de México en toda su historia, demuestra que, “más sabe una mujer serena y sensata, que un hombre altisonante e insensato”, tan solo porque China está superando su liderazgo y creciendo en América Latina, y no hallan cómo impedirlo.
La Presidenta Sheinbaum sabe muy bien que las bravuconadas de Trump fueron su mejor arma para ganar las elecciones, no solo en 2024, en que venciera doblemente a la mujer que cuatro años atrás le robara la elección a favor de Joe Biden, Kamala Harris, porque en aquellas tres campañas de Donald su eje retórico fue el mismo: Frenar las migraciones latinas a su país, a través de un muro y ahora de deportaciones.
Hace un año, el 18 de julio, la Unión Europea intentó frenar a China, según declaración de su presidenta Úrsula von der Leyen, en el marco de la cumbre con la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) en Bruselas, donde se anunciaría la inversión europea a América Latina por 50 mil 600 millones de dólares durante los próximos cuatro años, como parte del Global Gateway, en salud, educación y tecnología.
El Global Gateway es una repuesta europea de solo 337 mil millones de dólares al crecimiento exponencial de China en 140 países de Latinoamérica, Asia y África, con su proyecto de inversión conocido como “La Nueva Ruta de la Seda”, en el que el País del Dragón ha invertido en la última década entre 890 mil millones y un billón de dólares en proyectos de infraestructura, particularmente en transporte ferroviario, carreteras y puertos.
Preocupada, como todo Occidente (los 27 países europeos y Estados Unidos) Úrsula ha dado prioridad a las relaciones comerciales con América Latina, principalmente con Brasil, Argentina, Chile y México, que visitara el año pasado, pero al terminar su gira en tierras aztecas en junio pasado, habría lacónico comunicado conjunto; sin declaraciones a la prensa y el presidente Andrés Manuel López Obrador la recibiría en Palacio Nacional, pero sin acuerdos de importancia recíproca.
Entre las fricciones que ha habido entre México y la UE durante la administración de López Obrador, destacan las políticas de transición energética, la postura frente a la invasión rusa de Ucrania y la protección de los periodistas.
A unos días de tomar posesión, 240 empresarios de Estados Unidos y México acudirían a Palacio Nacional a “tomarle el pulso económico global” a la Presidenta Sheinbaum, y acordarían invertir en los próximos años 20 mil millones de dólares; destacaron América Móvil, Amazon en México, Royal Caribbean, Mexico Pacífic y Tenaris Tamsa.
Más adelante, el 6 de noviembre, la Presidenta Sheinbaum recibiría en Palacio Nacional a un grupo de empresarios encabezados por Larry Fink, de BlackRock, destacado miembro del selecto directorio de los 130 personajes más ricos del mundo, agrupados en el Club Bilderberg, fundado en 1954 por, entre otros, Henry Kissinger.
Ante el entonces inminente retorno de Donald Trump a la Casa Blanca, no deseado tampoco por ese poder económico global, Fink y Adebayo Ogunlesi, CEO de Global Infraestructure Partners, hablaron con la Presidenta de México sobre el T-MEC y la economía mundial.
La neuralgia estadunidense anti-china es todavía más compleja, en opinión de los académicos de la Universidad Autónoma de Chiapas, Jorge Alberto López Arévalo y Emmanuel Arrasola Ovando, en su estudio difundido por Economía UNAM 22 diciembre de 2020, Las relaciones comerciales (intra e interindustriales de China y Rusia con América Latina y el Caribe:
“La irrupción de China y Rusia en América Latina y el Caribe en el siglo XXI tiene como telón de fondo el ascenso de los gobiernos llamados progresistas en el subcontinente, como los de Venezuela (1999), Brasil (2003), Argentina (2003), Uruguay (2005), Bolivia (2005), Ecuador (2007), etcétera. Gobiernos que identificaban en China y Rusia a grandes aliados geopolíticos e, incluso, parecía que esos gobiernos consideraban como herederos de los movimientos revolucionarios que se dieron en la URSS en 1917 y China en 1949 y no como países capitalistas de nuevo cuño”.
Escenarios sobresalientes son estos:
“Si se comparan los datos del comercio de China sumando en general las exportaciones e importaciones en la región de América Latina para el periodo 2000-2017, encontramos que 32% del comercio se concentra en Brasil, 16% en México, 13% Chile, 7% Argentina, 6% Perú y Venezuela (respectivamente), 5% Panamá y un 4% Colombia. Es decir, un total de 89% del comercio se concentra en estos países de América Latina”.
Este martes 26 de noviembre, la Gran Prensa publicaría como nota principal -desde The Times, de Londres, The New York Times y The Washington Post, hasta El País, Milenio, Reforma y Excélsior– las bravuconadas arancelarias de Trump, lo que no solo provocó la reacción inmediata de la Presidente Sheinbaum, sino también de la propia China de Xi Jinping.
La portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Mao Ning, señaló ayer en rueda de prensa que la cooperación comercial entre China y otros países se basa en principios de mercado y normas internacionales.
“Politizar las cuestiones económicas y comerciales no sirve a los intereses de ninguna parte”, afirmó la vocera.
China destacó la fortaleza de su relación bilateral con México, calificándola como una entre “amigos de confianza y socios en el desarrollo conjunto”.
Para Mao, las importaciones de productos chinos han fortalecido el sector manufacturero mexicano, mejorado la competitividad comercial y beneficiado a la población, mientras Pekín busca mantener una cooperación positiva y fomentar el desarrollo mutuo.
Recuérdese que la semana pasada, Sheinbaum rechazaría las acusaciones de que México sea una ruta de tránsito para productos chinos hacia Estados Unidos y Canadá, respondiendo así a lo dicho por el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, y de Trump, preocupados porque las inversiones chinas y productos de ese país ingresan a EEUU a través de México, según ellos.
Para los analistas de AsiaIBS, en su estudio del 20 agosto 2023, Relaciones comerciales México-China: Análisis y perspectivas futuras, desde el establecimiento de relaciones diplomáticas en 1972, ambos países han trabajado para fortalecer sus lazos económicos.
“China es actualmente el segundo socio comercial más importante de México, después de Estados Unidos. Este aumento en la actividad comercial se debe, en parte, a la búsqueda de diversificación de mercados por parte de México y a la expansión económica global de China”.
El comercio bilateral ha mostrado un crecimiento constante. En 2023, el intercambio comercial superó los 100 mil millones de dólares, con exportaciones mexicanas a China que incluyen petróleo, minerales, y productos agrícolas, mientras que las importaciones consisten principalmente en productos manufacturados, electrónicos y bienes de consumo
Las perspectivas de las relaciones comerciales entre México y China son optimistas. La iniciativa de la Franja y la Ruta de China presenta oportunidades para mejorar la infraestructura y la conectividad en México, lo cual podría facilitar el comercio y la inversión. Además, México busca incrementar su participación en el mercado chino mediante la exportación de productos con valor agregado y la atracción de inversión china en sectores estratégicos como la manufactura y la tecnología.
A pesar de las oportunidades, existen desafíos significativos. La competencia directa entre productos chinos y mexicanos en los mercados internacionales puede crear tensiones. Asimismo, la dependencia de México de las importaciones chinas puede afectar negativamente su balanza comercial. Por otro lado, la cooperación en áreas como la tecnología, energía renovable y educación puede fortalecer la relación bilateral y generar beneficios mutuos, dicen los expertos.
LA COSA ES QUE…
Estimado Presidente electo Donald Trump.
Me dirijo a usted, a raíz de su declaración del lunes 25 de noviembre, sobre migración, tráfico de fentanilo y aranceles…
Presidente Trump, no es con amenazas ni con aranceles como se va a atender el fenómeno migratorio ni el consumo de drogas en Estados Unidos. Se requiere de cooperación y entendimiento recíproco a estos grandes desafíos. A un arancel, vendrá otro en respuesta y así hasta que pongamos en riesgo empresas comunes.
Sí, comunes.
Por ejemplo, de los principales exportadores de México a Estados Unidos son General Motors, Stellantis y Ford Motors Company, las cuales llegaron a México hace 80 años. ¿Por qué ponerle un impuesto que las ponga en riesgo? No es aceptable y causaría a Estados Unidos y a México inflación y pérdidas de empleo.
Considero que el diálogo es el mejor camino para el entendimiento, la paz y la prosperidad en nuestras naciones, espero que nuestros equipos puedan encontrarse pronto.
Atentamente
Claudia Sheinbaum Pardo
Presidenta Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos
(Nótese que ya no se usa el clásico de otros regímenes, de: “Su muy atento y seguro servidor”).
Qué tal.