COSA DE PRENSA / La venganza de Trump IV

22 de abril de 1992 estallaran unos ductos de gasolina en el barrio de Analco, matando a más de 200 personas e hiriendo a cerca de dos mil, vecinos de las colonias adyacentes de San Carlos, Las Conchas y Atlas.

 

  • La Gran Prensa busca atemorizar con “Rambo”

  • Adán Augusto vs Monreal, jaque al cacicazgo

  • Hoy he vuelto a pasar por aquel camino verde

  • Cómo Mike Pence traicionó a Donald Trump

 

Javier Rodríguez Lozano

 

 

GUADALAJARA, Jal., lunes 16 diciembre 2024.- El País, ese periódico español que ignora qué es México, piensa que como a ellos con Bélgica, sede de la Unión Europea, Washington vendrá con su embajador Ronald Jonhson a decirle al Gobierno Mexicano qué debe hacer.

 

Nada más ingenuo, además de desinformado.

 

En nota de Macarena Vidal Liy desde Washington y Elías Camhaj en México, el encabezado del pasquín ibérico dice: “El ‘Rambo’ de Trump en México”. Y relata en el sumario que Ronald Johnson, veterano de la CIA y ex boina verde, será el encargado de ejecutar las políticas sobre inmigración y lucha antidroga del presidente… “Con amplia experiencia en el aparato de inteligencia de Estados Unidos, como embajador en México”.

 

Y agrega: “Juntos vamos a poner fin a los crímenes de los migrantes, detener los flujos ilegales de fentanilo y otras drogas peligrosas a nuestro país, y hacer a Estados Unidos seguro otra vez”, diría el periodicucho, que dijo Trump.

 

Y describe que aquello ocurría, “sobre su último movimiento en una tensa partida de ajedrez con las autoridades mexicanas… Después de las amenazas comerciales, del amago de deportaciones masivas, de las presiones en el combate al narcotráfico y de los tensos primeros contactos con Claudia Sheinbaum, llegó Johnson, un soldado del próximo mandatario estadunidense”.

 

Es claro, decimos nosotros en este espacio, que la Gran Prensa española y Estados Unidos, siguen pensando que México es el mismo de Siglo XVIII cuando robaran territorio mexicano, o 1519 cuando ibéricos de mala nota invadieran la Gran Tenochtitlan y arrasaran con su cultura y tradiciones; pero no es así y ambas instancias lo comprobarán pronto, sin que por supuesto, se vulnere nunca el enorme cariño y respeto a ambos pueblos.

 

Johnson no podrá hacer lo que hiciera en El Salvador hasta 2020, aquí no hay liderazgos que sirvan de alfombra a hegemonías extranjeras, como en el pasado no muy lejano.

 

En otro escenario, ese pleito entre Adán Augusto López y Ricardo Monreal Ávila es un pendiente que se esperaba, porque el segundo piso de la 4T no puede construirse con escrúpulo si algunos de sus cimientos no lo tienen, como es el caso de Ricardo Monreal Ávila, que tiene 13 hermanos y todos con empresas creadas por su cacicazgo, independientemente de que su gris historial, desde la LIV Legislatura que presidiera el poblano Guillermo Jiménez Morales cuando Carlos Salinas le robara la elección a Cuauhtémoc Cárdenas, en la que quien esto escribe destapara en exclusiva el gigantesco fraude a Banpesca.

 

Estuvimos este fin de semana en Guadalajara, por otra parte, adonde llegáramos por vez primera en 1966 y nos hospedáramos en un hotel que tiene nada menos que 410 años de antigüedad, al ser fundado en 1610, en Maestranza 35, atrás del Palacio de Gobierno, donde por semanas convivimos con celebridades, como el pintor catalán Miguel Jordán Blanes; el Hotel Francés.

 

Volvimos como corresponsal de Excélsior en 2002 y nos encontramos con las cenizas de muchas heridas históricas, como las del 22 de abril de 1992 en que estallaran unos ductos de gasolina en el barrio de Analco, matando a más de 200 personas e hiriendo a cerca de dos mil, vecinos de las colonias adyacentes de San Carlos, Las Conchas y Atlas, por las que la población exigiría la renuncia del gobernador Guillermo Cosío Vidáurri, y al oponerse, el presidente Carlos Salinas lo cesaría sin miramiento alguno, una semana después.

 

Pero aquel no había sido el mayor pecado de Cosío Vidáurri, sino el haber protegido y apoyado a Rafael Caro Quintero, en la fundación del Cártel Guadalajara -que luego se conocería como el Cártel de Sinaloa- al lado de Miguel Ángel Félix Gallardo y Ernesto Fonseca Carrillo, e incluso se emparejaría con su sobrina Sara; y como represalias de estos temas quien esto escribe sería atacado por otro pasquín llamado Mural, sin derecho a réplica, y expulsado de Guadalajara por el gobierno de Emilio González Márquez en 2006, después del asesinato del director de El Periódico de la Vida Nacional, José Manuel Nava Sánchez, aquel mismo año.

 

Hoy he vuelto a pasar por aquel camino verde…

 

La venganza de Trump.

 

El 7 de enero de 2020, un día después del asalto al Capitolio, Trump observaba desde el Centro de Mando en Texas los hechos, como los terroristas de Antifa en favor de Joe Biden, los cinco muertos, la traición del vicepresidente Mike Pence, la indignación del pueblo estadunidense y la declaración del Congreso sobre el triunfo de Biden.

 

Siete republicanos nada podrían hacer contra 97 demócratas que rechazaban la objeción de Pensylvania, al cuestionar la victoria de Biden, por lo que se asomaba la Ley de Insurrección que Trump se negaba a hacer valer, “por traición a la Patria”, por parte de los grupos de choque del Partido Demócrata, pero acusando al Presidente de haber sido el autor, lo que llevaría a que el Ejército la ejecutara.

 

Naturalmente, la Gran Prensa acusaba a Trump y a sus seguidores, estigma que lo perseguiría aun hasta poco antes del pasado 3 de noviembre, en que el Titán volviera a vencer por enésima ocasión a la candidatura presidencial del Partido Demócrata.

 

Los terroristas pro Biden habían irrumpido violentamente en el Capitolio alrededor de las 2:15 horas del 6 de enero, después de romper ventanas, como captaran las imágenes de video donde se ve a manifestantes peleando con la policía, otros mostraban a participantes con banderas estadounidenses y de Trump caminando por el pasillo que conecta las dos cámaras del Capitolio.

 

Un desconocido dispararía a una mujer, crimen que se agregaba a por lo menos otros seis vinculados al proceso electoral, entre ellos tres senadores y un congresista, todos trumpistas, y un actor vinculado a una trama criminal más compleja, denunciada por el abogado Lin Wood: la de los niños violados y videograbados.

 

LA COSA ES QUE…

 

La opción que no tomaría Mike Pence sería la de aceptar o rechazar los votos electorales de Nuevo México, Nevada, Arizona, Michigan, Wisconsin, Georgia y Pensilvania, que le daban a Donald Trump 232 votos electorales por 227 de Joe Biden.

 

El robo de las elecciones no podía ser más descarado, por eso a partir del próximo 20 de enero de 2025, Trump irá por la venganza.

 

Qué tal.

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