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Nueva geopolítica que enseña Donald Trump
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Estrellarían avión en Capitolio y liberarían a Assange
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Los inventos de Londres que se traga la humanidad
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La Expo de la Espiritualidad en Guadalajara
Javier Rodríguez Lozano
GUADALAJARA, Jal., viernes 13 diciembre 2024.- Lo prometido es deuda: Dijimos el viernes y aquí estamos, con la tercera parte de La venganza de Trump, que además de geopolítica, nos enseña también una nueva forma de hacerla.
Es un poquito como el espectáculo de las luchas libres, del Santo y Blue Demon, donde la mayoría de los golpes son de algodón; pero esto es más, mucho más: El hartazgo de una milésima parte de la humanidad que sueña lo que una joven tarotista, poetisa y bohemia de esta Perla Tapatía, de nombre Mar & Prosa, postula: “Yo tejo alas, no cadenas”.
El pasado miércoles ofrecimos que le contaríamos de cuando aún no empezaba la tormenta, en cómo los republicanos ganaban 52 escaños en el Senado, por 48 de los demócratas, de los planes de estrellar un avión en el Capitolio presuntamente para boicotear la certificación de Joe Biden, la trama criminal denunciada por Lin Wood, el rumor de la liberación de Julián Assange, la persecución de Mike Pence por su traición y el choque de los Antifa y los Proud Boys, los porros enviados por el poder oscuro contra Trump…
Toda una novela que estuvo muy lejos de la fantasía de un Arthur Conan Doyle, autor prefabricado del Sherlock Holmes, que le inventara el británico Instituto Tavistock de la Conducta Humana en Londres, lo mismo que la de JK Rowling, la mamá de Harry Potter, que un día sí y otro también, promueve The Times desde su aparición en 1997, con la misma devoción que promoviera a The Beatles en los 60s y que la humanidad tragó hasta el empacho.
Un mundo de manipulación y engaño.
El 6 de enero de 2021 hablamos aquí, en este espacio de COSA DE PRENSA, de “Los endiablados vientos”, en la Noche de Reyes -y no precisamente aquella de la infidelidad argentina, según el uruguayo Jorge Curi en voz de Carlos Gardel- sino de la reñida pelea electoral republicanos y demócratas, con Donald Trump y Joe Biden en las boletas.
El FBI desactivaría el peligro derivado de un audio filtrado a la torre de control del aeropuerto de Washington, alertando de un avión iraní que amenazaba estrellarse en el Capitolio aquel este miércoles 6 de enero, donde el Congreso se reunía para conocer los votos de los 50 estados de la Unión, en siete de los cuales estaba el robo electoral del siglo… De todos los siglos estadunidenses.
Lin Wood, abogado de Trump, había tuiteado algo espeluznante dos días antes:
“Aviso que a partir de ahora vamos a hablar de cosas delicadas y aterradoras, que debemos de conocer, pero que nadie nos cuenta”.
Sería parte de una serie de tuits en los que Wood destaparía una trama criminal increíble, de lesa humanidad; que agravia, que ofende…
Alrededor de las 24 horas de aquel 6 de enero, con el 98% de los votos escrutados los republicanos derrotaban a los demócratas y superaban con 52 escaños los 48 en el Senado, una victoria de Trump.
El portal Open Word Gamers Mr. Capacho, una página digital ultraconservadora informaría:
“Quieren estrellar un avión iraní en el Capitolio, para vengar a Soleimane (general y comandante de la Fuerza Quds, de 1998 hasta su asesinato el 3 de enero de 2020). Se filtra un audio a la torre de control del aeropuerto de Washington. A las 19:24 horas se conoció el mensaje. El Capitolio es donde el Congreso tendrá la sesión sobre la certificación de los votos de las elecciones. El FBI ya tomó las medidas correspondientes”.
El Capitolio había sido uno de los blancos del 11S cuando el avión que tenía la misión de ser estrellado ahí, el vuelo 93 de United Airlines, caería antes de llegar debido al amotinamiento de los pasajeros, que se enteraban que los vuelos 175 de la misma aerolínea y el 11 de American Airlines, se habían estrellado contra las Torres Gemelas.
El mismo medio corrió la especie de que Julián Assange acababa de salir libre bajo fianza, al circular el rumor que buscaba confirmación, ”un personaje que pone a temblar al Partido Demócrata por la cantidad de información clasificada que posee”, dirían los conductores de Mr. Capacho.
“No hay forma de que hayamos perdido en Georgia”, diría Trump en un mitin en el marco de las elecciones para elegir a los dos últimos senadores.
Al filo de las 21 horas de 5, se mantenía muy cerrado con el 70% de la votación escrutada y una ventaja de 1% para los demócratas, que a las 21:59 se había revertido.
Ahora era el Partido Republicano el que aventajaba con dos y tres puntos porcentuales para cada uno de sus candidatos, con el 87% escrutado. En los últimos 28 años nunca ganaría un candidato demócrata en Georgia.
“Espero que Pence nos ayude, pero si no lo logra no me va a agradar mucho”, diría Trump en el mitin de Georgia, cuando ya se sospechaba de su conducta.
El vicepresidente había dicho antes, en otro mitin: “Tendremos nuestro día en el Congreso el miércoles 6 de enero, escucharemos las objeciones, las evidencias, pero mañana es el día de Georgia”.
Aquella mañana, el periodista español Paco Cavas, quien diría que Charly, el jefe de los republicanos en el Senado, sustituiría a Pence en la sesión de la certificación de los votos, porque el vicepresidente no asistiría; 26 minutos después emitiría otro tuit en el que diría que Pence sí asistiría, pero que sería él quien presidiría la sesión del Congreso.
“La plataforma que fue una elección amañada, pero todavía estamos luchando”, diría Trump y elogió a la gran multitud republicana congregada en Georgia y mencionó que Biden también estuvo ahí, acompañado por solo 14 personas en tres autos.
“He tenido dos elecciones que gané, ha sido asombroso”, presumía el Titán.
David Rojas, de Primera Plana, relataría que Trump asistirá al mitin del día 6 y que se canceló el desfile militar de investidura presidencial del 6 de enero.
“Este podría ser el mayor acontecimiento en la historia de Washington, D.C., sé parte de la historia”, diría Trump en una invitación al pueblo estadunidense a reunirse este miércoles.
El 6 de enero se manifestarán un número récord de personas, diría en un tuit Enrique Tarrio, presidente de los Proud Boys (Los chicos orgullosos).
“No nos vestiremos como siempre, de negro y amarillo, iremos de incógnito y nos dispersaremos por el centro de Washington en equipos más pequeños. Podríamos vestirnos de negro para la ocasión”.
Es decir, los chicos orgullosos llevarán el mismo color de Antifa y estarán aposados en cualquier lugar de Washington, D.C. De este modo le resultará fácil restringir las acciones violentas e intimidatorias del grupo terrorista Antifa.
O sea, los chicos orgullosos aparecerían rápidamente, ahí donde Antifa comience a molestar a la multitud. La seguridad correrá a cargo de ellos mismos, resumiría David Rojas.
Pero ellos eran la trampa de Biden a Trump.
La tormenta había empezado.
LA COSA ES QUE…
Hay una Expo de la Espiritualidad aquí, en la inigualablemente bella Perla de Occidente, que nos recuerda el desfile del año pasado de políticos en la región de los Tuxtlas en Veracruz, donde estuvimos, y nos enteramos cómo algunos acudieron a preguntarle a los brujos por su futuro; muchos fueron engañados, pero otros pocos tomarían posesión de sus cargos públicos en todos los niveles de gobierno, el pasado 1 de octubre.
Porque, no todos los brujos son brujos.
Hay en México algunas, y quizás muchas ignorancias, que por su propia amargura y bajo nivel de evolución, no alcanzan a percibir la magia de la espiritualidad, como la que atesoraban nuestras culturas azteca, olmeca, maya y otras no menos cósmicas, sin embargo, lo puedo firmar, tiene su encanto y es lo más hermoso de la existencia humana (por supuesto que la conocemos)…
Pero mejor, investíguelo Usted mismo sin olvidar para no decepcionarse, claro, que: “Muchos son los llamados y muy pocos los escogidos”.
Hay guerras, como las armadas y las emocionales de los hombres y las mujeres que así las eligen, pero también hay otras, infinitamente más profundas, dolorosas y enaltecedoras, que le enseñan al ser humano lo que nadie puede enseñar: El sentido de la vida.
Seguiremos con La venganza de Trump, el próximo lunes; hasta entonces.
Qué tal